Carlos Sainz, rey de los terrenales

Mirando la clasificación final del campeonato, la posición de Sainz es la primera que no sea de un piloto de Mercedes, Ferrari o Red Bull. Los tres grandes dominadores de las últimas eras en el 'gran circo' son los únicos que han podido con un Sainz que ha dejado atrás a Pierre Gasly y Alex Albon, dos hombres que han llevado este año durante casi la mitad de la campaña un monoplaza notablemente superior al McLaren MCL34. Porque, y aquí es donde radica su mérito, Sainz no estaba, en términos de prestaciones puras, para pelear por un sexto puesto en prácticamente ninguna carrera de las 21 que han compuesto este calendario.

El hito que ha logrado el piloto madrileño le ha valido el reconocimiento unánime. Su nombre se cuela entre los candidatos al corredor del año, junto a los Max Verstappen, Charles Leclerc y por supuesto Lewis Hamilton, que por haber dominado como lo ha hecho se lo merece por encima del resto. Sainz, bautizado como el 'hombre invisible' por su misteriosa ausencia en las realizaciones televisivas, se ha ganado los focos por mérito propio.

El punto de inflexión que supuso el podio de Brasil no deja sino un inmejorable sabor de boca para lo que tiene por delante. En un 2020 que apunta a ser un año de transición, todo lo que sea acercarse más a los puestos de podio que al décimo será un paso vital para ese sueño de convertirse en el segundo campeón del mundo de su familia.

Ahora que ha acabado la competición, y justo después de los test de Pirelli para ensayar con los neumáticos del próximo año, arrancarán oficialmente las vacaciones en la Fórmula 1. Sainz, que rodará en el segundo día, viajará a continuación a empezar su periodo de descanso antes de regresar a Woking a principios de enero para comprobar cómo va la construcción del futuro MCL35, sobre el que hay puestas muchas esperanzas. No en vano será el primero que salga de la pluma al 100% de James Key, el alumno aventajado de Adrian Newey que pasó por Toro Rosso y fichó por los de Woking un año atrás.

Irónicamente, el descanso del joven Sainz coincidirá con el momento de mayor tensión para la familia: el Dakar. Y es que mientras Carlos Sainz, el de la Fórmula 1, podrá relajarse, Carlos Sainz, el de los rallies, buscará dar la campanada en Arabia Saudí. Reyes, madre y esposa, además de Blanca y Ana, hijas y hermanas, pasarán de buscar al piloto de McLaren a escudriñar los tiempos en pos del Mini del X-Raid donde el 'Matador' buscará un nuevo trofeo Touareg que añadir a su extensísima colección de títulos que tiene en su oficina en el karting de Las Rozas que sirve de base de operaciones.

Sainz hijo se convertirá, por un mes, en el que critique las actuaciones de su padre, quien le diga si en tal o cual tramo se ha equivocado y, sobre todo, el que le dé ánimos. En una familia como la suya, vivir la competición automovilística de élite con este tipo de pasión es el día a día.

Realmente, en casa de los Sainz apenas habrá medio mes de vacaciones en familia. Si todo va bien, Carlos padre estará de vuelta en Madrid el 18 de enero, un día después de la finalización del raid, y apenas diez días después tendrá que irse Carlos hijo para Woking, donde se espera que se presente al público el próximo McLaren. Y de ahí, después de los pertinentes y tediosos días de simulador, tocará ponerlo en la pista de Barcelona para los test de pretemporada. Y la noria seguirá girando un año más.