Borrar
Carlos Sainz, durante la tercera etapa del Dakar. EFE
Carlos Sainz se reivindica con una histórica victoria en el Dakar
Tercera etapa

Carlos Sainz se reivindica con una histórica victoria en el Dakar

El madrileño logró con su Audi el primer triunfo de un vehículo de propulsión híbrida en el raid más duro del mundo

david sánchez de castro

Madrid

Martes, 4 de enero 2022, 13:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Carlos Sainz sigue empeñado en demostrar que mientras le quede un hálito competitivo no va a rendirse. Son más de dos horas las que tiene que recortarle a Nasser Al-Attiyah, uno de los rivales más duros que se pueden tener en un Dakar, pero mientras la mecánica, la suerte y las reglas de la FIA no le perjudiquen, el 'Matador' estará ahí.

Lo dejó claro en la tercera etapa del Dakar, que ya ha quedado señalada como uno de los hitos tecnológicos del raid más duro del mundo. Con un recorrido mutilado más de 100 kilómetros por culpa de las lluvias, Sainz logró la primera victoria en este Dakar 2022, que además supone también la primera para el Audi RS Q e-Tron y, por tanto, de un coche de propulsión híbrida. No es un asunto menor: el objetivo de la electrificación en las competiciones de motor en busca de la sostenibilidad y el apoyo ecológico es algo muy presente en los planes a medio plazo.

Sainz tuvo una jornada redonda. En los primeros kilómetros cayó Sebastien Loeb, perjudicado por abrir pista. Primero pinchó y luego rompió la transmisión de su Hunter T1, por lo que se descartó de las opciones de la etapa muy pronto. Todo parecía ponerse de cara para Nasser Al-Attiyah, pero el catarí no tenía necesidad de atacar. Con controlar el margen con respecto a la cabeza y conseguir ampliar con Loeb, suficiente. Esta situación dio alas a los hombres de Audi, comandados por un Sainz que vio cómo un 'imberbe' Henk Lategan ponía en peligro el estreno de su palmarés en 2022.

El joven sudafricano, debutante en 2021 y una de las grandes promesas de Toyota Gazoo, le apretó las tuercas en tres de los cinco puntos de control, pero por segundos. No fue hasta el penúltimo, sobre el kilómetro 218, cuando Sainz tomó las riendas. Y de ahí, hasta la meta. Poco más de medio minuto de ventaja del veterano piloto español, que cumple así su costumbre: desde la década de los 80, haciendo historia para el automovilismo mundial.

El problema es que la alegría no pudo ser plena, porque en contexto es una victoria menor. «La pena fue el tiempo que perdimos el primer día, pero para nosotros ahora ya es un rally de aprender y sacar conclusiones. Es la primera carrera con el coche y hay que seguir haciendo pruebas e ir aprendiendo», admitía Sainz. Histórico, sí, pero no tan relevante como el relato en sí lo cuenta.

El gran beneficiado de la jornada fue el de casi siempre. Al-Attiyah salió del tercer día de competición más líder que nunca, con 37 minutos de colchón sobre Loeb, que a efectos prácticos se ha convertido en su único rival por el título. Además, por la mañana recibió la buena noticia de que la FIA le salvaba de la exclusión del Dakar pese a que había disputado toda la segunda etapa sin el aparato que registra los datos de su coche, una suerte de 'caja negra' parecida a la de los aviones. Esta incidencia técnica, que Toyota justificó como un fallo de los mecánicos porque la habían desconectado la noche anterior, alimenta así los fuegos que apuntan al conchabeo de la FIA con el catarí. Ya se le miró con sospecha después del primer día porque fue el único de los grandes que salvó el polémico punto de control donde el resto se perdieron.

Rodrigues y el emotivo recuerdo a 'Speedy'

En motos también fue un día de estreno de palmarés. El portugués Joaquim Rodrigues logró la primera victoria para Hero Motorsport, tras imponerse en la pelea a Daniel Sanders. 'Chucky' se dejó ganar porque, literalmente, se paró a pocos kilómetros de la meta con el objetivo de no tener que abrir pista este miércoles para la etapa más larga de este Dakar.

Y es que empezar la jornada es muy complicado. El mejor ejemplo lo dejó Joan Barreda, que tras ganar con autoridad el lunes, este martes se dejó más de 10 minutos con el vencedor del día. Rodrigues cumplió, además, con una promesa que le hizo a su excuñado Paulo Gonçalves, el querido piloto luso que murió en un accidente en la edición de 2020. «Iba tan bien y tan rápido que he pensado: 'Esto es porque Paulo viene conmigo'. Esa idea me ha venido a la cabeza en un momento en el que no estaba muy pendiente de la navegación. Hoy hemos ganado Paulo y yo», contaba, notablemente emocionado, en meta.

Con este resultado, la clasificación de motos se aprieta al límite. Sam Sunderland, que entró en meta a 7:30 de Rodrigues, se mantiene líder pero con solo cuatro segundos sobre Adrien Van Beveren. El español mejor clasificado sigue siendo Lorenzo Santolino, sexto a 11:47 del británico, con Barreda duodécimo a más de 23 minutos. No son distancias imposibles, ni mucho menos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios