Otra sanción deja sin victoria a Barreda; otra remontada épica de Sainz

En coches, el equipo Peugeot ha conseguido un colosal triplete, coronado por Stepháne Peterhansel. El francés se ha llevado su primera victoria de este Dakar, por delante de un Carlos Sainz que se sobrepuso a un problema al principio del día: un pinchazo. El madrileño sacó todo su pundonor y acabó a tan sólo 11 segundos de su compañero. La igualdad entre los tres supercampeones de Peugeot ha sido tal que entre Peterhansel y Loeb, que ha sido tercero, sólo ha habido 27 segundos en meta.

Segunda victoria que cae en los despachos

A todos los conductores que les guste pisar el acelerador más de lo debido les ha cazado el radar, en mayor o en menor medida. A mayor escala, porque es en competición, es lo que le ha ocurrido a Joan Barreda por segundo día consecutivo. El valenciano de Honda se mantuvo al frente de la carrera durante todo el día, desde el segundo punto de control, siempre con el portugués Gonçalves al acecho.

Al final de la jornada, con casi minuto y medio de ventaja, Barreda entraba exultante en el bivouac, con bastantes menos comodidades que en días anteriores. Sin embargo, los comisarios le llamaron muy pronto. El aviso no dejaba lugar a dudas: había pasado a 175 km/h por una zona prohibida, el radar lo ha detectado y la organización le ha impuesto cinco minutos de ventaja. Al final del día, en lugar de ser el ganador, ha quedado relegado a la cuarta posición, a 3:11 del ganador Gonçalves.

La dureza del día ha sido extrema. Prueba de ello, dos anécdotas, protagonizadas por pilotos españoles. Primero, Gerard Farrés (9º), que se tomaba con humor los efectos secundarios de correr en altura (más de 3.500 metros): Te altera el cuerpo y yo me he meado encima cuatro o cinco veces, así que no os acerquéis mucho a mí, bromeó. Bastante menos agradable ha sido lo que le ha ocurrido a Laia Sanz. La piloto catalana ha dado una lección de deportividad, al pararse para socorrer a Pierre Renet, que tuvo un accidente. El corredor francés no se movía, así que Sanz no se lo pensó y se quedó esperando a que llegaran los médicos para socorrerle. La organización le devolverá los 35 minutos que ha perdido en ayudar al francés.

Los leones rugen con fuerza en Jujuy

Los responsables de Peugeot pueden estar satisfechos por cómo le está yendo al equipo esta primera semana del Dakar. Tras la decepción de 2015, en este 2016 han sabido crear un coche competitivo, y prueba de ello es el incontestable triplete que han obtenido en la primera jornada de la maratón. El ganador ha sido Monsieur Dakar, Stepháne Peterhansel, que ha superado por muy poco a Carlos Sainz.

El ritmo impuesto por Sainz le podría haber dado la victoria, de no ser por un inoportuno pinchazo entre el WP2 y el WP3, que le hizo perder más de tres minutos. El Matador sacó todo su carácter y buen hacer para convertir esos tres minutos en sólo 11 segundos, realizando un final de etapa épico que le llevó no sólo a rozar la victoria, sino a superar a un Sebastien Loeb que sigue líder de la clasificación, aunque ahora por sólo cuatro minutos sobre Peterhansel. Sainz se confirma en la quinta plaza de la general, pero tiene a tiro el cuarto puesto, en manos de Poulter con el Hillux Toyota. El español tiene al sudafricano a sólo 33 segundos.

El triplete de Peugeot ha estado a punto de ser un cuatro de cuatro al frente del día, de no ser por un Nasser Al Attiyah, cuarto, que aún tiene mucho que decir en este Dakar y que superó al final a Cyril Despres. Nani Roma con su Mini finalizó octavo, a más de 7 minutos de Peterhansel, pero el tiempo perdido desde principios de esta semana se antoja excesivo para poder aspirar a más.

Este jueves, las caravanas pasarán a territorio boliviano, ya que la meta es en la temida zona de Uyuni, donde el año pasado se produjo la gran criba del Dakar. El mal de altura (se llegará a rodar a casi 5.000 metros sobre el nivel del mar) será otro enemigo más en el raid más duro del mundo.