El waterpolo femenino está en auge en Málaga

Y en sólo dos años, todo estos esfuerzos están dando su fruto. Actualmente, el equipo sénior, máximo exponente de la sección femenina del club, compite en la Primera División Andaluza, un estamento humilde, pero en el que un equipo de jugadoras tan joven como este (la gran mayoría del combinado son de edad júnior) pueden entrenarse a un buen nivel antes de dar un salto mayor. En estos momentos son quintas, a sólo tres puntos del cuarto lugar, que ya comprendería a los clubes que pelearían por el título de liga. Poco a poco. «A corto-medio plazo nos hemos propuesto llegar a competir con el equipo sénior a nivel nacional otra vez», afirma la coordinadora de toda la sección femenina y entrenadora, Sara Fernández, que recaló en el club hace poco más de un año.

La manchega de 32 años, que también fue jugadora, atesora una gran trayectoria trabajando en la coordinación y el fomento del waterpolo en todas las categorías, especialmente en Galicia, donde estudiaba y trabajaba. Ahora su gran reto para el futuro es impulsar el Club Waterpolo Málaga desde dentro. «Antes el waterpolo femenino era muy minoritario, pero cada vez hay más equipos y la competición está subiendo a buen nivel», recuerda sobre sus inicios (comenzó de forma tardía, en la Universidad).

Y continúa explicando: «Una de las cosas que más me motivaba para trabajar era que hace unos años, cuando yo empecé, no había nada, y ahora estamos consiguiendo muchas cosas. Además, las niñas van viendo al equipo español femenino en el podio de los Juegos Olímpicos y nos ayuda a ganar en visibilidad».

Puede que esta mayor visibilidad de la disciplina que relata Fernández sea uno de los motivos que ha llevado a que cada vez más niñas apuesten por el waterpolo, aunque realmente han sido el boca a boca y las diferentes campañas de captación las que han conseguido un hito para el club de la capital costasoleña, que cuenta en su estructura con más jugadoras féminas que nunca. «Hemos pasado de que hace tres años sólo había un equipo sénior que ni siquiera completaba el número de fichas, eran sólo 8 ó 9 chicas, a tener equipo femenino en todas las categorías. Somos el único club andaluz que tiene representación femenina en todas las categorías», asegura Fernández, en nombre de la entidad malagueña.

A día de hoy, en categoría femenina, el club cuenta con un equipo benjamín (por edad, de 5 y 6 años, es el único grupo que no compite), alevín (que, de 10 y 11 años, ya es el primero en competir), infantil, cadete, juvenil, júnior y absoluto. Este último es el más representativo, aunque se nutre de las categorías inferiores constantemente. Lo cierto es que apenas tres o cuatro jugadoras pertenecen por edad a la categoría absoluta.

Las puertas del club siempre están abiertas para la incorporación de nuevas jugadoras cara a cualquiera de las plantillas, aunque siguiendo con la filosofía, lo más conveniente sería comenzar desde la base, para que el aprendizaje sea el mejor posible cara a, quién sabe, un futuro ligado al alto nivel en esta especialidad. «Es un deporte muy atractivo y en cada entrenamiento trabajamos, además de la natación como tal, la resistencia, coordinación con el balón, táctica, trabajo en equipo... Es muy completo», afirma la técnica.

Por ello conviene -y no sólo en este, sino en cualquier otro deporte- que muchos dejen a un lado los estereotipos o falsas creencias y abandonen la idea de que las disciplinas deportivas tengan género o que las modalidades de contacto no son para las chicas o mujeres. «Creo que es la sensación que tiene la gente, de 'a ver si mi hija se va a dar muchos golpes', pero al final las chicas que vienen no le tienen miedo a eso. Es más desconocimiento del deporte: muchos no saben ni que hay clubes de waterpolo en Málaga y que tenemos categorías para chicas. Y todo ese desconocimiento es lo que queremos trabajar».

Sin duda, se trata de un deporte en auge, aún por descubrir en la provincia (al menos, en categoría femenina) y con un gran margen de crecimiento cara a los próximos años, con el fin de que Málaga pueda algún día asentarse entre los grandes nombres del panorama nacional en una disciplina con una clara hegemonía catalana y madrileña.