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EK ATHENS
Un título para recuperar la ilusión

Un título para recuperar la ilusión

El malagueño Nacho Moya, que jugó una década en Asobal, se ha proclamado campeón de la liga griega con el AEK Atenas, tras darle una segunda oportunidad al balonmano

marina rivas

Domingo, 12 de julio 2020, 00:46

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Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero el día en que el malagueño Nacho Moya decidió darle una segunda oportunidad al balonmano, comenzó una de las mejores etapas de su vida. Tiene 31 años y en este deporte, esta edad no vaticina una retirada, pero dos años atrás, el central quiso apostar por dejar el balón en un segundo plano y adentrarse en el mundo laboral después de una década en Asobal con el Antequera, el Ángel Ximénez, el Puerto Sagunto y una campaña (2012-13) en la liga rumana. Con la intención de sentar la cabeza, regresó a casa desde Puente Genil y gracias a Alberto Camas, presidente del Trops, consiguió una oferta laboral ligada a sus estudios de Económicas, además de una plaza en el equipo (entonces en Primera Nacional).

Pero el destino todavía le deparaba algo más al malagueño; faltaba un trofeo en su palmarés. El entrenador del Wisla Plock polaco, Xabi Sabaté, con el que ya coincidió en su etapa en Antequera, le llamó para alistarse al equipo, uno de los más punteros del continente. Le ofrecieron cuatro meses para cubrir la baja de dos centrales, pero su rendimiento fue tal que acabó renovado hasta el término de la campaña, en la que además debutó en la Champions, la élite continental. «Después de un año en un equipo potente y jugando bien, recuperé la sensación de querer seguir jugando al balonmano», afirma muy motivado. Y recuerda: «Ya en mi última etapa en Puente Genil había perdido un poco la ilusión con el balonmano a nivel profesional. Yo, además, me notaba que no estaba rindiendo a mi mejor nivel e intentaba buscar el porqué. Empecé a buscar en mí mismo qué era lo que me pasaba y me di cuenta de que ya no quería seguir jugando a ese nivel, así que miré más por mi carrera laboral que la deportiva».

Sin embargo, aquella relación con el mundo laboral (no deportiva) se quedó en un simple 'affaire'. «Cuando salió lo de Polonia, me mentalicé en que serían sólo cuatro meses y fui a divertirme, pero como jugué bien y me renovaron, recuperé la ilusión automáticamente», asegura el central, cuyo padre, Ignacio Moya, jugó en el Puleva Maristas (incluso en Primera). Entonces, cuando se dio cuenta de que todavía no había llegado su hora. Pese a la gran campaña, no renovó con el Wisla, pero recibió una oferta en el que ya es su tercer destino internacional: el AEK Atenas griego, con el que ha hecho historia esta última temporada. Tras la cancelación de la Liga por el coronavirus, se reconoció como el campeón de la competición al primero en la tabla, precisamente el conjunto de Moya, empatado a 38 puntos con el Olympiacos, que mantenía el monopolio en el país. El tercer título en la historia de la entidad y el primero en el palmarés del malagueño. «Yo estaba ya concienciado de que iba a hacer mi vida normal en Málaga, y ahora he ganado mi primer título», se sorprende todavía.

Continuidad y ambición

Lo único que lamenta es no haberlo podido celebrar en la pista, aunque también, y lo más importante, haberlo hecho con su familia. El malagueño pasó el confinamiento en la capital helena y ahora cuenta los días para arrancar la pretemporada. «No he podido bajar a España, de hecho no lo hago desde navidades. He pasado todo el confinamiento aquí, porque sólo teníamos un mes de vacaciones, había que hacer 10-15 días de cuarentena, los aviones no nos aseguran nada y al final no me merecía la pena», asegura. Aunque tendrá tiempo para ir más adelante o para que lo visiten allí, porque uno de los motivos de su satisfacción es que ha renovado hasta 2022, igual que su compañero de piso y también español (y con experiencia en Asobal) Nacho Plaza. Cara al curso que viene serán dos 'hispanos' más, porque el AEK ha fichado al ex del Barcelona y del Hannover de Antonio Carlos Ortega, Cristian Ugalde, y al exjugador del Olympiacos y del Antequera, entre otros, Luisfe Reina.

Un bloque español para sentar las bases de un nuevo proyecto de equipo (que además de la liga jugará EHF europea) en el que el malagueño parte como un pilar fundamental. Una responsabilidad que alimenta su ilusión por seguir jugando. «Me ha salido una temporada muy buena, además porque el estilo de juego que hemos querido hacer es muy similar al español, muy táctico y el entrenador ha confiado mucho en mí para hacerles comprender a los jugadores el estilo de juego y todos me han respetado muchísimo», cuenta Moya. Y señala algo más, que la retirada ya no está en su horizonte más próximo. «Se ha hecho un proyecto más ambicioso y la verdad es que estoy muy bien aquí, así que me gustaría seguir hasta que ya no pueda jugar más o hasta que el proyecto deje de tener ambición».

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