El sueño del Waterpolo Málaga toma forma
La entidad sostiene su éxito en el trabajo de su cantera, cada vez más numerosa, que a largo plazo pueda ayudar a aspirar a lo más alto
FERNANDO MORGADO
MÁLAGA
Sábado, 8 de febrero 2020, 00:09
Wil Sánchez (Málaga, 1992) observa atento a sus jugadores mientras atiende a este periódico junto a la piscina principal de Inacua. El técnico del Waterpolo ... Málaga ha pasado ya el ecuador de su segunda temporada al frente del primer equipo masculino de la entidad y ha despejado con trabajo todas las dudas que podía haber, demostrando ser un digno sustituto de Peter Kubiscko en el banquillo.
En un momento de la entrevista, un grupo de jugadores del equipo infantil se acerca a Sánchez. Piden perdón por interrumpir y estrechan uno a uno la mano del entrenador, que una vez fue como ellos. Entró al club con 9 años y ha vivido en primera persona el crecimiento imparable del proyecto del Waterpolo Málaga, una familia deportiva que cada año es más numerosa. Todos en la entidad tienen claro que la cantera es la garantía del futuro del club, que no quiere convertirse, como explica el propio Sánchez, en «un gigante con pies de barro».
El técnico confiesa que su equipo se encuentra en un momento clave de la temporada. Marcha décimo en la clasificación y busca hoy una victoria en casa del último, el Concepción Ciudad Lineal, que le permita acercarse un poco más al objetivo de asegurar la permanencia cuanto antes. «En las dos temporadas anteriores hemos llegado a este punto en una posición más complicada. En la primera vuelta hemos estado bastante cómodos, pero ahora en el inicio de la segunda vienen partidos decisivos que hay que ganar. El equipo llega preparado y confío en ellos al 100%», comenta Sánchez, al que se nota mucho más seguro en su papel. «Ahora duermo un poco mejor», bromea en referencia a sus primeros meses como primer entrenador en 2018.
«Confiamos en que pronto haya un flujo continuo de canteranos hacia el primer equipo»
«Tanto los jugadores como yo nos hemos ido adaptando a la categoría. Ahora sabemos qué nos diferencia del resto de equipos y qué hace que algunos estén arriba. No significa que la competición sea más cómoda para nosotros, sino que tenemos más claro cómo tenemos que trabajar», apunta.
En su objetivo por seguir dando pasos adelante en Primera División, el Waterpolo Málaga incorporó al inicio de esta campaña al catalán Miquel Moyano, que llegó desde el Rubí y se ha integrado a la perfección en el club, y al rumano Petre Dumitru, procedente del Rapid Bucaresti, que en lo que va de temporada ha demostrado su gran capacidad goleadora. «La diferencia con respecto al año pasado es que hemos perdido a nuestro jugador zurdo, Álvaro Caracuel, pero Waly, Nadir Real y Jaime Godoy están haciendo un gran trabajo para cubrir esa zona», añade Sánchez.
Pero además de los fichajes, un club que presume de su cantera como el Waterpolo Málaga también hace un hueco a los jóvenes en el primer equipo. Mario Jaime, Edvárd Fehér y Simón Cisneros trabajan regularmente con el equipo sénior y demuestran el buen nivel de la cantera de Inacua. «El paso hacia adelante de los canteranos es obligatorio. Con el trabajo que se está haciendo en los equipos de base confiamos en que pronto haya un flujo continuo de jugadores al primer equipo. En algunas sesiones también participan Juan Bravo y Raúl Gil, dos jugadores del cadete, pero queremos que crezcan poco a poco, sin adelantar ninguna etapa», comenta.
Futuro
Con todos estos mimbres, en el club ven el horizonte de la División de Honor cada vez más cerca. «Ya no hay tanta niebla», dice el técnico, aunque en ningún momento ni él ni nadie del club despega los pies del suelo. El evidente acercamiento en cuanto a nivel con los equipos madrileños y catalanes, que dominan el waterpolo nacional, permiten soñar con un futuro en la máxima categoría.
Sería un premio merecido para la dedicación de muchos de los miembros del club, como es el caso del presidente y jugador Alfonso Wucherpfennig (Málaga, 1984), 'Sito' para sus compañeros de vestuario. Después de una etapa como jugador en el Real Club Mediterráneo y en Madrid, llegó en 2006 al Waterpolo Málaga. «Creo que este es el mejor equipo de la historia del club y aún tiene mucho margen de mejora. Plantamos cara a equipos que hace poco estaban muy lejos en cuanto a nivel y eso da para pensar en algo grande», cuenta ilusionado Wucherpfennig. «Hace cuatro o cinco años era impensable que hubiese más de cien niños en la escuela del club. Sabemos que la División de Honor aún está lejos y que exige un presupuesto grande, pero seguiremos mirando hacia arriba».
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