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Hay deportistas que, tras la presión que conlleva un ciclo olímpico, deciden tomarse con otra filosofía la campaña posterior a los Juegos, quizá con objetivos más relajados o incluso, distintos. Sin embargo, no es su caso. En este 2025 post París, la olímpica y subcampeona ... mundial de aguas abiertas María de Valdés ultima los detalles de la preparación para su nueva campaña, en la que ya se ha puesto un nuevo y ambicioso reto por delante.
Hace sólo unos días se estrenó en competición este año, en el Meeting Internacional de Ginebra en el que, por cierto, se llevó las medallas de plata en los 1.500 y 800 libres en piscina. Sin embargo, asegura que sólo fue un torneo de preparación para testar su rendimiento actual, el cual aún no está en su pico de máxima intensidad. Este mismo fin de semana, a partir del sábado 1 de febrero, encarará su segunda competición: el Campeonato de España de Larga Distancia en piscina de 50 metros, en Oviedo, pero de nuevo, explica que será parte de su preparación.
Y es que, un año más, su objetivo principal no está dentro de la piscina, sino en las distancias más largas. «Siempre se dice que después del año olímpico viene un año más tranquilo, pero una vez empiezas a entrenarte siempre quieres aspirar a lo más alto. Este año tenemos el circuito de seis etapas de las Copas del Mundo y quiero ir a todas para quedar lo más alto posible en el circuito general», valora la joven fuengiroleña.
Será la primera vez que realice este circuito completo, y su primera parada será a mediados de febrero (del 18 al 23) en Egipto; la siguiente, que además de Copa del Mundo será Campeonato de España, se celebrará en Ibiza, en abril. Esta cita será especialmente importante, porque será clasificatoria para el Mundial de Singapur, del 15 al 20 de julio, otro de los tres grandes pilares de este 2025 para De Valdés. El tercero será el Europeo de Setúbal (Portugal), del 19 al 21 de junio. «Tengo las expectativas altas y quiero hacer las cosas lo mejor posible y llegar lo más alto que pueda, pero siempre teniendo claro que yo quiero disfrutar de la natación, no venirme abajo, quiero seguir creciendo cara al futuro», valora la nadadora.
Y es que cabe recordar que en ciclo olímpico que tocó a su fin en París, María también vivió una transformación psicológica. No, no por la presión de llegar al olimpismo, sino por la repentina y trágica muerte de su padre en los últimos meses preparatorios para los Juegos. Sin duda, un antes y un después en la carrera de la malagueña, que se vio notablemente afectada por este suceso. Por fortuna, gracias al apoyo de sus familiares, amigos y compañeros, pudo reencontrarse a sí misma y salir adelante para cumplir con el sueño de su vida, como lo hubiera querido su padre. Es por ello que, desde entonces, encara el deporte de alto nivel de otra manera.
Y en parte, esta fue también la decisión que la animó a regresar a su tierra tras siete años entrenando en Galicia, para poder estar más cerca de los suyos y encarar desde aquí, más arropada, el siguiente ciclo olímpico. Desde entonces, se entrena a las órdenes de Xavi Casademont, en el Centro de Tecnificación de Inacua, donde comparte instalaciones diariamente con algunos de los grandes nombres de la natación nacional: los olímpicos Carlos Garach o Ángela Martínez, entre ellos. «Estoy muy contenta con la rutina que llevo con el nuevo grupo. Creo que fue un cambio grande el que tomé pero estoy muy satisfecha, cerca de la familia, con compañeros a los que conozco desde hace años…», asegura.
Eso sí, tanto ella como sus compañeros atraviesan una complicada situación desde hace meses: las interminables obras en las instalaciones de Inacua. Por ello, rompe una lanza a favor de su equipo: «Nos está perjudicando a nivel deportivo, el entrenar en piscina de 50 metros es mucho mejor, no es lo mismo que entrenar en la de 25 metros», clama. A la par, explica que los deportistas se mantienen al margen para centrarse en sus verdaderos propósitos, pero sí que ansían que la instalación finalice sus mejoras lo antes posible para no interferir en sus entrenamientos cara a una temporada que ya está en marcha. Por su parte, María, plena de moral y motivada, promete volver a dar su mejor versión en un año que se prevé extenuante y emocionante.
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