Salva García, una de las esperanzas del atletismo malagueño
Alhaurín de la Torre ·
El joven de 19 años y del Trops Cueva de Nerja, campeón de España sub-20 e internacional, sueña con despedirse de la etapa de menores logrando el billete al Europeo de este este verano
Cuando preguntamos por qué, en atletismo, un deporte con tanta tradición en la provincia, Málaga no exporta talentos como en otras disciplinas, muy pocos saben ... responder dónde está el foco del problema. En lo que sí que coinciden algunos es en que se está realizando una gran labor de cantera y, antes o después, esta comenzará a dar sus frutos. A día de hoy, pueden contarse con los dedos de una mano los atletas de la provincia que forman o han formado filas recientemente con la selección española, la élite nacional del atletismo. Y uno de ellos es él, Salva García.
Este joven de Alhaurín de la Torre, de 19 años, lleva desde la categoría sub-16 acumulando podios andaluces y nacionales. Es más, cuenta con ocho medallas de Campeonatos de España individual en su vitrina, siendo tres los títulos de campeón nacional, en su caso, de combinadas: sub-16, sub-18 y sub-20, esta última la categoría que seguirá defendiendo en este su último año antes de dar el salto a sub-23 (o lo que es lo mismo, a la absoluta).
Salva se traslada todos los días desde Alhaurín hasta Málaga para entrenarse en las instalaciones de Carranque de la mano de Sandra Díaz, que le ha acompañado prácticamente desde sus inicios. Pero, ¿cómo conoció realmente este deporte García? «Empecé a los 3 o 4 años, porque mi tío era amigo de Reyes Estévez (mítico olímpico y medallista internacional en 1.500) y recuerdo un momento que estaba corriendo con él por la playa y me contó su historia y todo lo que el atletismo significaba para él. Creo que eso me hizo empezar», relata. De hecho, los primeros pasos de Salva García en este deporte también fueron en el fondo y mediofondo. Incluso, llegó a ser subcampeón del mítico Cross Internacional de Itálica, en categorías de menores.
M. RIVAS
Sin embargo, como le sucede a tantos otros niños, con la llegada de la pubertad su cuerpo comenzó a cambiar y su rápido crecimiento (mide 1,93), le llevó a sufrir importantes molestias durante más de un año. «Desde los 11 empecé a crecer bastante y tuve problemas de rodilla, del tendón rotuliano, que no me permitían correr bien, así que me centré más en los lanzamientos porque eran pruebas en las que no me resultaba molesto entrenarme o competir», explica. En cuanto los dolores comenzaron a persistir, comenzó a retomar el resto de pruebas, e impulsado por su entrenadora, decidió testar su rendimiento en todas. Fue entonces cuando vio las combinadas como una opción.
Polivalencia
A modo explicativo, las combinadas se dividen en dos durante la temporada. En pista cubierta hablamos de heptatlón (60 vallas, longitud, peso, altura, 60 lisos, pértiga y 1.000) y, al aire libre, de decatlón (100, longitud, peso, altura, 400, 110 vallas, disco, pértiga, jabalina y 1.500). Desde luego, la polivalencia es la mayor aptitud de estos deportistas tan completos, como es el caso del malagueño, que destaca especialmente en los lanzamientos (13,80 metros en peso, más de 44 en disco y por encima de 46 en jabalina), pero también considera que está mejorando bastante en los 110 y 60 vallas (8.17 en los 60), altura (1,92) y 400 (49.20).
Con su entrenadora, Sandra Díaz.
SUR
En esta su última temporada como sub-20, está decidido a sacar su mejor versión… Y ya lo está consiguiendo. El pasado mes de marzo se proclamó campeón de España en pista cubierta, lo que le abrió las puertas de su cuarta internacionalidad: el Trofeo Ibérico, un encuentro anual en el que compiten España y Portugal y donde nuestro país volvió a llevarse el cetro. «Con la selección debuté en categoría sub-18 para ir a los Juegos de la FOJE, que son como unas Olimpiadas juveniles, y no fue nada mal, fui cuarto en Eslovaquia y, además, he ido a tres Trofeos Ibéricos. Todo deportista sueña con vestir los colores de su país, así que estoy muy contento», valora. Pero esto no es suficiente para él, su reto de este 2025 es más ambicioso: quiere debutar en su primer Europeo sub-20, en Finlandia (del 7 al 10 de agosto).
Acumula ocho medallas en campeonatos de España y ha acudido con la selección en cuatro ocasiones por ahora
Para ello, la marca mínima que exige la Federación Española es de 7.250 puntos, pero no va mal encaminado, porque en el Campeonato de Andalucía disputado hace sólo unos días y en el que volvió a ganar, logró su mejor registro: 7.175 puntos. «El Europeo es el gran objetivo del año y sé que puedo conseguirlo, además, aún tengo dos citas clave para poder lograr la mínima: el Nacional y el Meeting de Arona», asegura.
Salva es consciente de la dificultad de cualquier atleta por dedicarse profesionalmente este deporte, al menos en nuestro país. «Es muy complicado vivir del atletismo. Hay que ser muy bueno para ello. Me lo tomo con seriedad, porque quiero llegar lo más alto posible, pero cara al futuro también hay que pensar en el mundo laboral», reconoce, y es por ello que actualmente se encuentra opositando para ser bombero. «Siempre me ha gustado esa profesión, es un trabajo muy bien visto y ayuda a los demás». Eso sí, por el momento y mientras su progresión y su motivación continúen intactas, no dejará de lado su ilusión: «Mi sueño, como el de todo deportista, es llegar a unos Juegos Olímpicos o a una gran cita absoluta como un Mundial, así que voy a trabajar para intentarlo».
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