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Sánchez Cervi, en el duelo contra Azerbaiyán del Europeo de Mönchengladbach (Alemania) en 2011. Efe

Pilar Sánchez Cervi: Cartas desde Hamburgo

Verano desde la grada ·

Cuando ya se cansó de engordar su palmarés deportivo, la olímpica malagueña en hockey dio un nuevo sentido a su vida; ahora es madre y trabaja en un colegio bilingüe en Alemania

marina rivas

Domingo, 25 de agosto 2019, 00:33

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En su casa siempre fueron familia numerosa –ella es la menor de seis hermanos–, por lo que desde pequeña tuvo que aprender a compartirlo todo ... . En su momento lo hizo con la pasión por el deporte y, más tarde, con cada faceta de su vida. Sus éxitos no sabían caminar en solitario y cada chándal, palo, camiseta o recuerdo de una competición siempre acababa en manos de otra persona. Ella tenía suficiente con sentir que disfrutaba de lo que estaba haciendo, que podía vivir de ello y que a veces el trabajo tenía su recompensa. Pilar Sánchez Cervi es una de las mejores deportistas que ha dado la provincia. Séptima en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 con el equipo nacional de hockey hierba, cuatro veces cuarta en Copas de Europa, cuarta del mundo (fue a tres Mundiales), subcampeona mundial en hockey-sala y en torno a una veintena de títulos con el Club de Campo de Madrid entre Ligas, Copas de la Reina, Recopas y algún que otro torneo internacional.

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