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SUR
María de Valdés vuelve por la puerta grande

María de Valdés vuelve por la puerta grande

La malagueña, única española en los equipos nacionales de piscina y aguas abiertas, mira ya por su clasificación olímpica en ambas modalidades

MARINA RIVAS

Miércoles, 7 de octubre 2020, 01:06

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Quizá no muchos se paran a pensar en que, en cierto modo, hay deportistas que sí podrían beneficiarse del aplazamiento de los Juegos Olímpicos. Aquellos que, aunque en buena forma, se encontraban en plena transición hacia la exhibición de su verdadero talento. Una especie de oportunidad para seguir trabajando por el mayor sueño de todo deportista de élite. Dos buenos ejemplos de esta situación son las nadadoras internacionales malagueñas Paula Ruiz y María de Valdés, en plena lucha por conseguir el billete olímpico. Un pase que, en el caso de esta última podría incluso ser doble.

La joven fuengiroleña de 21 años repite esta campaña como la única española presente en los equipos nacionales absolutos de piscina y de aguas abiertas. Una gesta que ya consiguió el pasado año. «Sí, repito en ambas, estoy muy contenta, ahora tocará lo difícil que es demostrar. Sobre todo lo que me alegra es el no parar, el volver a viajar todo el rato y poder entrenar con los mejores tanto en piscina como en aguas abiertas», valora la malagueña, perteneciente al Club Liceo y residente en La Coruña desde que fichara por el mismo. Acaba de llegar a ‘casa’ después de su tercera prueba internacional tras el confinamiento y en la que ha vuelto a conseguir medalla; ya lo hizo previamente en el Campeonato de Italia de aguas abiertas, donde fue la mejor española en los 2,5, 5 y 10 kilómetros. En la última cita gala, se colgó el bronce en los 800 metros libres de la Reunión de Vendagnes (en Canet de Rousillon, Francia), además, fue sexta en los 400 libres, séptima en los 400 estilos y novena en los 200 libres.

RFEN

Eso sí, le pareció poco. «No he salido muy contenta, pero queda tiempo para mejorar. Tengo la mínima en los 1.500 y estoy trabajando por conseguirla también en los 800 metros, aunque estoy a nueve segundos». Aunque en el agua, la marca no lo es todo, dado que son al menos tres las españolas que cuentan con esta mínima para Tokio. Una de ella, probablemente, la mejor deportista española del momento, Mireia Belmonte, compañera de selección. Junto a ella y a la cántabra Jimena Pérez, otra de las grandes promesas de la actualidad, a sus 23 años, son sus principales rivales por los 2 pasaportes olímpicos. ¿Podría ganarse el suyo De Valdés antes de acabar el año? Podría. Pero para ello, deberá refrendar la mínima FINA A (la de la Federación Intencional) y ser la mejor española en el Open de Holanda. «En diciembre, en Rotterdam, ahí voy a intentar clasificarme ya para los Juegos en piscina (en los 800 y los 1.500). Ese dará una primera plaza, el resto hay que jugárselo en el Open de España de Sabadell (marzo 2021). Está la cosa difícil, porque antes de mí están Mireia y Jimena. Pero, aunque sea difícil, no quiero dar por perdido Rotterdam, voy a intentarlo y, si no, a seguir», se sincera.

Antes del gran día figuran en su calendario una concentración en altura en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada (del 26 de octubre hasta finales de noviembre) y el Nacional de piscina de 25 metros, que le servirá más bien como un entrenamiento. El maratón continuará ya el próximo 2021, no sólo con el preolímpico de Japón en aguas abiertas (al que también acudirá Paula Ruiz), sino con el que podría ser su debut en un Europeo absoluto de piscina, en el mes de mayo en Budapest. Un ajetreo que ya echaba de menos, aunque ahora se deban extremar las precauciones: «Cada viaje, sea a una concentración o campeonato, se nos hace un PCR y luego, mascarillas, higiene de manos, distancia de seguridad, sobre todo, con aquellos con los que no convivimos… De PCR ya llevamos unas cuantas… cuatro o cinco». cuenta.

Enfocada

Pero no es inconveniente para la fuengiroleña que para enfocarse plenamente en los próximos meses de trabajo, ha reducido su actividad en otras facetas de su vida. «Terminé el grado superior de TAFAD, me falta acabar las prácticas y me voy a sacar el carné de conducir y seguir con el inglés. Como voy a estar todo el día de concentraciones y demás, no tengo tiempo para ponerme a estudiar, tengo claro que el objetivo es Tokio. Y después de los Juegos, ya me gustaría empezar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte», valora. En mejor forma que nunca, De Valdés sabe de la magnitud del año al que se enfrenta y que tiene posibilidades reales de ser olímpica. A ella, este atraso en el calendario, sí que le ha servido para algo, para reforzarse física y anímicamente. Así lo secunda: «Me ha venido hasta bien el estar en casa con la familia, poder entrenarme allí cerca de mis amigos, familia, también el Ayuntamiento de Fuengirola me dejó la piscina y gimnasio para entrenar… Y al igual que a otras personas no les ha podido venir bien, a mí sí».

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