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La plantilla del primer equipo, que mezcla veteranía y juventud, en las instalaciones de Inacua. FM
Ilusión renovada a base de trabajo en el Waterpolo Málaga

Ilusión renovada a base de trabajo en el Waterpolo Málaga

El club encara la temporada con pequeños cambios, pero profundos

FERNANDO MORGADO

Málaga

Jueves, 1 de enero 1970

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Cada nueva campaña es una oportunidad para cualquier equipo de corregir los errores del año anterior y superarse. El Waterpolo Málaga no es una excepción, pero quizá el inminente inicio de la temporada 2018-2019 haya traído consigo una dosis mayor de motivación de la habitual para la plantilla que ahora dirige el joven técnico Wil Sánchez. Precisamente la llegada de Sánchez al banquillo es la principal causa del optimismo y las ganas de competición que inundan el vestuario del primer equipo del club, que afronta su segunda campaña en Primera Nacional. El debut será este domingo 21 de octubre a las 16.00 horas en casa, en Inacua, frente al Rubí de Barcelona.

Hace tan solo unos días, el entrenador del Waterpolo Málaga confesaba a este mismo periódico que el equipo se encontraba en una etapa «de descubrimiento», algo que confirma uno de los jugadores que están llamados a ser protagonistas en la piscina, Samuel Ruiz. «El equipo está muy motivado y poniendo todo de su parte. Se entrena bien, nos sacrificamos... El año anterior quizá había ya un poco de desgaste y la novedad siempre ayuda a superarlo», explica Ruiz. El extremo de 17 años ha vuelto a la que es su casa tras un periplo de dos años en el Mataró, donde se curtió en la máxima categoría del waterpolo nacional y también en competiciones europeas.

Samuel es el único jugador que se ha incorporado este año al Waterpolo Málaga desde otro club. Acostumbrado a manejar la presión, ser el único fichaje de un plantel que ha sufrido las bajas de piezas importantes como Fernando Naranjo, Antonio Moya y Nadir Real no le pesa. «Siempre depende del punto de vista con el que lo afrontes. Si te quieres echar presión encima puedes pensar que todos van a estar pendientes de ti, que tienes que demostrar lo que has aprendido... Pero yo voy a disfrutar jugando y no tengo que demostrar nada. Así saldrán bien las cosas», apunta Ruiz con madurez.

A su regreso –motivado por su decisión de priorizar sus estudios en Medicina sobre su carrera deportiva–, la joven promesa del waterpolo malagueño se ha encontrado con un club renovado y que ha crecido especialmente en sus categorías inferiores, y también con muchos de los compañeros que dejó antes de partir hacia Cataluña. «La generación del 98 fue muy buena y ahora ha llegado su momento de estar con el primer equipo. La incorporación de gente como Jaime Godoy, Álvaro Cruz, Alejandro Pinazo y José Cotos es muy importante también para el club, porque los chavales se motivan al ver que los jugadores de la cantera llegan al primer equipo. Todo el que entra nuevo en el club tiene un espejo en el que mirarse», añade.

A Juan Luis Arostegui le toca ser ese espejo para sus compañeros. El cubreboya de 29 años es, por segundo año, el capitán del Waterpolo Málaga, una responsabilidad que, asegura, se lleva mejor cuando se está «entre amigos». La palabra «ilusión» tarda poco en aparecer en su discurso. «Un cambio de entrenador supone nuevas rutinas, nuevas formas de trabajo... Aunque el grupo sea muy parecido al que había, empieza todo de cero, y eso siempre es ilusionante porque deseas ver hasta dónde te puede llevar», comenta Arostegui.

Estilo propio

Unos cambios que son pequeños, pero a la vez profundos, pues aunque Wil Sánchez estuviese seis años como ayudante de Peter Kubiscko, en poco tiempo ha impuesto su propio estilo. «Wil es muy perfeccionista. Los entrenamientos están planificados al detalle y él está encima para que demos el cien por cien. Tiene que aplicar sus esquemas e intenta que juguemos como él quiere lo antes posible», explica el capitán.

En la Copa de Andalucía que se disputó este mes en dos fases, el Waterpolo Málaga se pudo probar a sí mismo tras seis intensas semanas de preparación. El resultado –tercero tras Sevilla y Dos Hermanas, los dos rivales andaluces en Primera Nacional– no ha desmotivado al equipo. Al contrario: «Al final es una sesión de pretemporada más. Somos un equipo muy físico que explota la ventaja de contar con una piscina de dimensiones mayores a la media. Quizá hemos llegado a la Copa con más carga que el resto. No es un resultado preocupante», añade Arostegui, que afirma rotundamente que el Waterpolo Málaga «no debe temer a nadie». «Que venga cualquier equipo a esta piscina, con las gradas llenas, y se enfrente a estos 'locos' del sur e intenten pasarnos por lo alto si son capaces». Todo un discurso motivacional que seguro repetirá a sus compañeros en el vestuario y servirá para que Inacua se convierta en un fortín esta temporada.

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