Málaga, de moda en el World Padel Tour

Entre ellos, seis malagueños, que disputan actualmente las fases finales de este recorrido. «Entré al World Padel simplemente por probarme. Los primeros años no miraba el ranking, solo mi progresión», se sincera Álex Ruiz. Número 19 del mundo a nivel individual, este malagueño ya ha sido campeón de dos grandes citas del WPT, una de ellas, además, este año, en el que ha cerrado la que probablemente sea su mejor temporada hasta la fecha. «Ahora sigue siendo igual, es decir, sigo mirando mi progresión, pero ahora sí que busco más el ganar», explica. Una campaña que, más allá del resultado final, se le presentó complicada tras la lesión de su pareja de juego y la pérdida de su relevo. Y es que este último, el argentino Elías Estrella, falleció en un accidente de tráfico cuando se disponía a acudir a un campeonato en Paraguay. «Fue un momento complicado. Estaba en un mal momento y él me ayudó mucho», recuerda Ruiz.

La pareja es una cuestión fundamental en pádel, sobre todo en este circuito, ya que todos los open se disputan con un compañero, a diferencia de los masters, a los que solo acuden los ocho y seis mejores del ranking individual, en función de la categoría masculina y femenina. «Este año, con tanto cambio de compañero no he terminado de encontrar una estabilidad», argumenta otro de los jugadores de la provincia, Ernesto Moreno. «Si uno de los dos cree que no va bien, se acaba esa pareja», añade. Este curso ha concluido el circuito como el número 53 del mundo, aunque el año pasado llegó a disputar una de las semifinales. El jugador comparte edad con Ruiz y, de hecho, se conocen bastante. «Desde pequeño he jugado muchas veces con Álex, sobre todo desde los 14 años, cuando compartimos entrenador», explica. Pero nunca han llegado a formar pareja en cuadros en el WPT, ya que, para iniciarse en este circuito, ambos optaron por escoger parejas que les aportasen experiencia. «Con el tiempo, los dos sabemos que acabaremos juntos», afirman ambos.

Aunque al hablar de compañeros de juego hay que mencionar a Beatriz González. Con solo 15 años, es la más joven en disputar el WPT y forma pareja, a su vez, con la más veterana del circuito, la argentina Paula Eyheraguibel, de 43 años. «Este es el primer año que juego en el WPT y el resultado me ha pillado por sorpresa», explica González, que finalizó la 29º. «Es muy buena, tiene mucho talento y futuro», asegura la reconocida campeona del mundo, Carolina Navarro, que apoyó a la joven desde sus comienzos. Navarro se ha convertido en una de las mayores referencias del deporte malagueño y, pese a vivir en Madrid, asegura que se traslada a su ciudad en cuanto puede para visitar a su familia y también para ayudar a su hermana con su escuela de pádel. Una iniciativa de la que es presidenta y en la que acercan este deporte a personas con discapacidad. Ahora, igual que Álex Ruiz, está preparando el Master final de la temporada del WPT, que se celebra desde el miércoles hasta el domingo en Madrid. «Intentaremos dejar el listón bien arriba», dice la jugadora.

Igual que ella, en categoría femenina se encuentra también María del Carmen Villalba. La malagueña comenzó jugando al tenis, sin embargo, decidió probar suerte en el pádel y finalmente optó por quedarse. «Ya llevo varios años en el WPT y puedo decir que mi mejor momento es ahora», asegura la jugadora, que ha culminado esta campaña en un meritorio 15º puesto del ranking. Y añade: «Es un deporte que si lo haces es porque te gusta, porque es difícil vivir económicamente de él y más aún en el caso de las chicas», explica.

Un argumento que mantiene también Andreína de los Santos, la sexta cara malagueña en las fases finales del World Padel Tour. Pese a ser natural de Salto, Uruguay, reside en Málaga desde hace tiempo y compagina sus entrenamientos con la impartición de clases particulares de pádel en el gimnasio Vals, igual que Ernesto Moreno. «Con el tema de los viajes para acudir a los torneos, a veces incluso se pierde dinero en vez de ganarlo. De ahí la importancia de los patrocinadores», destaca la jugadora, que es sobrina del exfutbolista del Málaga y del Valencia De los Santos.

Es un problema que afecta en mayor medida al sector femenino de este deporte, según comentan las malagueñas. Pese a esta dificultad económica, la calidad de las jugadoras en el WPT parece mantenerse al alza. Carolina Navarro comenta: «Ha aumentado muchísimo el nivel en la competición femenina. Ahora cuesta más meterse en semifinales». Una campeona internacional con la que también se ha enfrentado De los Santos en este circuito. «Ya conocía de antes a Carolina, pero cuando me tocó enfrentarme a ella, me puse en tensión. Impone mucho enfrentarse a la mejor del mundo», argumenta.

«Al final, solo los diez o quince mejores del mundo pueden vivir del pádel como jugador profesional», sentencia Moreno, que señala la dificultad de poder dedicarse a esta modalidad deportiva (afecta a ambos sexos). Muchos de estos jugadores resaltan que se dedican a este deporte por pasión y por seguir mejorando.

En esta línea, cada vez son más los jugadores de la provincia que comienzan a dar los primeros pasos en el World Padel Tour, eso sí, todavía sin haber debutado en los cuadros finales del circuito internacional. Jóvenes como Cayetano Rocafort o como José Carlos Gaspar y Jerónimo González, que además se configuran como la única pareja plenamente malagueña de las fases previas del WPT.