El Marbella no remata la faena

El inicio del partido fue el idóneo para el Marbella. El comienzo soñado. No habían pasado ni tres minutos de juego y ya estaba por delante en el marcador. Una jugada por la banda del siempre habilidoso Mustafá acabó en las botas de Óscar, que, dentro del área y de tiro cruzado, sorprendió a Iricibar. Un gran tanto para un equipo que siguió inquietando a su rival. Al UCAM Murcia no le duraba la pelota. Chavero, la brújula del equipo murciano, estaba desorientado y eso lo empezaba a echar en falta el cuadro local.

En el minuto diez, los hombres de Rubén Albés rozaron el empate en dos ocasiones. Primero, con un remate peligroso de Vicente Romero que se estrelló en la zaga andaluza, y después con un cabezazo de Manu Justo algo desviado. Dos sustos que fueron un aviso para un Marbella cómodo sobre el césped de La Condomina. Tanto es así que seguía generando peligro y en una acción rápida Juergen fue derribado por Chavero dentro del área. El árbitro no dudó y señaló penalti. Óscar, con ganas de seguir incrementado su cuenta particular, lo lanzó blando a las manos de Iricibar.

Menos intensidad

A raíz de ahí, el partido bajó de intensidad. El UCAM Murcia intentó buscar la igualada, pero le costaba un mundo crear peligro hasta que Aketxe desperdició un mano a mano ante Wilfred. Más tarde, el meta del Marbella sacó una mano milagrosa tras un remate de Chavero. Con esta acción, el partido se fue al descanso con ventaja para el conjunto de David García, que sufrió poco en la primera parte.

Tras el descanso, el Marbella recibió un duro palo. Un error de Wilfred en su intento por atajar un centro raso lo aprovechó Manu Justo para igualar el choque. Un mazazo del que le costó reponerse. El UCAM se vino arriba. A Aketxe le anularon un gol por fuera de juego y, poco después, Wilfred hizo una sensacional parada a tiro de Mayoral. Pero cuando peor estaban los visitantes, una jugada por el costado terminó con un testarazo de Saúl González dentro de la portería.

El Marbella, tras el gol, echó el freno de mano. Como era de esperar, renunció al ataque con el objetivo de defender el resultado. Esos tres puntos le ponían líder en la clasificación. Pero echarse atrás le salió mal porque, en el minuto 79, el UCAM Murcia logró nivelar el encuentro gracias a un testarazo de Aketxe. Esa fue la acción que puso fin a la emoción en un partido que estuvo plagado de alternativas y en el que los visitantes merecieron mejor suerte.