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Marcos Ruiz intentó una chilena en el vértice del área JR
El Marbella no falla en el Municipal

El Marbella no falla en el Municipal

Luis Rioja y Corpas dieron la vuelta en la primera parte al gol de Las Palmas Atlético

julio rodríguez

Marbella

Lunes, 25 de septiembre 2017, 01:36

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Imbatible en casa. Victoria con remontada del Marbella en una primera parte muy vistosa y una segunda que sobró para el espectador. Las Palmas Atlético plantó batalla y se adelantó en el tramo inicial del choque, pero Luis Rioja y Corpas, en sendas jugadas individuales, voltearon el marcador antes de llegar al descanso. El triunfo deja al Marbella con 10 puntos en la zona media-alta de la tabla. El mal rendimiento a domicilio lo está solventado con un pleno como local: nueve puntos de nueve posibles en el Municipal.

Marbella

Wilfred (2), Carlos Julio (2) -Razvan (1), min. 65-, Lolo Pavón (2), Catena (2), Marcos Ruiz (3), Javi Moreno (2), Corpas (3), Indiano (2), Otín (1) -Sergio Narváez (1), min. 62-, Chus Hevia (2) -Ferrón (s.c.), min. 85- y Luis Rioja (3)

2

-

1

Las Palmas Atl

Guanche (0), Parra (1), Azael (1), Álex Suárez (2), Arencibia (1), Fabio (1), Gopar (2) -Álex González (1), min 65-, Carlos (2), Erik (3), Artiles (3) -Agoney (1), min 79- y Josemi (1) -Pablo (1), min 45

  • Goles 0-1, min. 11: Gopar. 1-1, min. 16: Luis Rioja. 2-1, min. 44: Corpas

  • Árbitro Sánchez López. Amonestó a Lolo Pavón, Indiano, Razvan, Javi Moreno, Sergio Narváez y a los visitantes Parras, Álex Suárez y Pablo

  • Campo Municipal (800 espectadores)

El técnico del Marbella, Fernando Estévez, apostó por el mismo once que perdió hace una semana contra el Granada B. Fue una sorpresa, no sólo por confiar en un bloque idéntico, sino por dejar en el banquillo al lateral Razvan, que volvía a la convocatoria tras sanción, y mantener jugando a Marcos Ruiz a pierna cambiada en el flanco izquierdo. De nuevo el marbellí cumplió con nota.

El equipo costasoleño empezó con los vicios de siempre. No le coge el pulso al rival ni al ritmo inicial de partido que más le interesa, y le pasó factura. El filial se asomaba con juego directo, prolongaciones a la caída de los delanteros. Mención especial para Erik, un ‘9’ de manual con buenas maneras. Así, a los once minutos, Gopar aprovechó un balón despejado en las inmediaciones del área para chutar desde la frontal y batir a Wilfred, despistado por el rebote en un defensa. Al contrario que en otras ocasiones, el gol espoleó a los blanquillos, que desplegaron su mejor juego. Al minuto de marcar Otín aprovechó un servicio desde la derecha para empatar, pero el árbitro anuló el gol con parsimonia.

Corpas y Luis Rioja empezaron a hacer diabluras con total libertad de movimientos. Ambos aparecían por izquierda y por derecha indistintamente desajustando la zaga canaria. El Marbella funcionaba por los extremos y entre líneas gracias a Indiano y Chus Hevia. En uno de sus cambios de ritmo por el centro Rioja se plantó en la media luna, donde disparó cruzado con la zurda sin que Guanche pudiera detener el envío. Tanto de calidad que reconoció la grada con efusividad. Con el 1-1, por fin la plantilla ejecutó la primera orden de Estévez. «Cuando marquemos el primero, vamos por el segundo». Así fue, el cuadro marbellí se gustaba ante los amarillos, que salían con velocidad sin desmontar a una zaga local bien asentada.

Gol de pillo

A un minuto del descanso Corpas fabricó la remontada. En una acción sin aparente peligro se inventó el 2-1. El jiennense salvó un balón que se marchaba por línea de portería, se deshizo del defensa, encaró sin ángulo a Guanche y lo batió por el primer palo. Una acción de pillo del ‘7’ del Marbella que enfadó al técnico visitante Suso Hernández por cómo le ‘robó la cartera’ al central y originó un gol de la nada.

La segunda mitad estuvo marcada por los despistes de uno y otro equipo. El dominio era alterno, sin dominador claro, lo que propiciaba que los visitantes jugaran más en campo rival. Sólo inquietaron los canarios con un disparo lejano. Fueron quince minutos de más empuje del filial que con los cambios locales se diluyeron. Sergio Narváez dio más estabilidad al Marbella en el juego por el centro. Los canarios se quejaron por el uso de los codos. Hernández lamentó que dos de sus futbolistas terminaran el partido con sendas brechas en la cabeza sin castigo del árbitro. En el banquillo local también se protestó el gol anulado a Otín.

Sin apuros ni sobresaltos, el Marbella supo conservar la victoria en la recta final del choque. Ahora toca aprobar la asignatura pendiente de ganar a domicilio. En Jumilla, el domingo, tendrán otra oportunidad.

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