Era la noche para salvarse y el Espanyol estuvo a punto de conseguirlo, pero en Mestalla el Valencia pareció tocado por la fuerza que no había demostrado antes y logró remontar un encuentro marcado por las polémicas arbitrales, mandando a los pericos a Segunda con el empate (2-2). En la rueda de prensa tras el choque, el entrenador del Valencia, Rubén Baraja, reconoció que los suyos hicieron un buen partido y que ahora toca seguir concentrados, porque las matemáticas todavía pueden darles un susto la próxima jornada. Por su parte, el técnico del Espanyol, Luis García, compareció visiblemente afectado y enfadado con el arbitraje, aunque reconoció que el descenso no es consecuencia directa de ello. -Redacción-
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