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El horizonte borroso de los Juegos de Tokio

El horizonte borroso de los Juegos de Tokio

Damián Quintero, ya clasificado, y cuatro aspirantes a participar (Paula Ruiz, Natalia de Miguel, Marta López y Ouassim Oumaiz) dudan si la mejor solución es postergar o cancelar la cita olímpica

MARINA RIVAS Y BORJA GUTIÉRREZ

Domingo, 22 de marzo 2020, 01:35

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El tiempo corre, y no precisamente a su favor. Quedan 124 días para el inicio de los Juegos de Tokio, sede que curiosamente ya renunció en una ocasión a la celebración de esta gran cita internacional (en 1940), aunque a causa de la guerra entre la República de China y el país nipón. Hoy, 80 años después, es otro tipo de conflicto el que tiene en vilo a miles de deportistas de todo el mundo, pendientes de la evolución de la pandemia del COVID-19 y de la decisión del Comité Olímpico Internacional para seguir peleando por un sueño o valorar si tirar la toalla.

De entre todos estos deportistas, Damián Quintero, número uno del mundo de katas, es uno de los malagueños con una plaza segura en los próximos Juegos y es el que más está conteniendo los nervios, aunque la cita de Tokio sea su única oportunidad para hacerse con una medalla olímpica porque su modalidad ya no está prevista para París 2024. «La verdad es que las noticias no son muy esperanzadoras. Esto cambia cada cinco horas y voy leyendo poco a poco. Ahora veo que la Federación de Natación de EE UU pide que aplacen los Juegos, y si ellos empiezan a presionar, que son una potencia, veo la cosa fea. Mi opinión es que podrían aplazarse, pero nunca cancelarse porque muchos llevamos trabajando mucho tiempo este ciclo olímpico», cuenta desde el piso de su mujer en Madrid, donde intenta mantener la forma durante el confinamiento.

Imagen principal - El horizonte borroso de los Juegos de Tokio
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«Dentro de lo malo, soy uno de los privilegiados que tiene un espacio, aunque sea pequeño (de unos 12 metros cuadrados) para entrenarse. Al final mi modalidad sólo necesita un pequeño espacio para seguir practicando la técnica, aunque por supuesto no es lo mismo porque al final conecto con mi entrenador por videollamada. Lo peor es el ejercicio físico. Trabajo con gomas, con botellas de agua o una mochila con libros. Ni por asomo se acerca a las herramientas y las cargas exactas que tengo en el gimnasio», relata mientras detalla que sigue mantiendo su rutina de levantarse y empezar los entrenamientos a la misma hora. «Si las fechas no se han movido, yo tengo que seguir conectado, aunque la planificación haya cambiado totalmente», apunta mientras sigue esperando acontecimientos.

Hace unos días, Alejandro Blanco, presidente del COE, estuvo hablando con él y otros olímpicos a través de videoconferencia y le transmitió paciencia, que «hay que seguir esperando para que llegue una decisión», comparte. E incide sobre el aspecto más inminente: buscar una solución para entrenarse-trabajar en condiciones normales y no ver truncada la preparación. «El COE está del lado de los deportistas y lucha porque puedan seguir trabajando para prepararse. Aquí quien lo tiene complicado son primero los que son un deporte de equipo, que no se pueden juntar, y luego los compañeros que necesitan de otro medio para hacer su deporte, como los nadadores o remeros. Por eso, si tengo que esperar a entrenarme en el CAR para que lo hagan antes otros compañeros que lo necesiten, lo haré», se solidariza.

«Mi opinión es que los Juegos podrían aplazarse, pero nunca cancelarse», valora el número uno del ránking mundial de katas

DAMIÁN QUINTERO

Todos ellos se entrenan ahora en espacios reducidos y con material deportivo insuficiente

A buen seguro se lo agradece Paula Ruiz, la nadora malagueña de aguas abiertas, que, junto a la paisana María de Valdés, se juegan estar en la cita olímpica a final de mayo, cuando se disputa la última prueba de clasificación, en Fukuoka (Japón). Ruiz se sube por las paredes en su casa de Málaga. Se ve atrapada en casa. «Para un nadador, una semana sin entrenarse es un mes perdido. Yo sigo en casa, con una tabla de ejercicios que no me da ni el 20% del entrenamiento que tendría que estar haciendo. Yo no paro de pensar que lo que estoy haciendo no es para ir a unas Olimpiadas y eso me tiene mala», se sincera con SUR, Confiesa estar recibiendo ayuda piscológica para canalizar su frustración: «Pido que nos lleven a un centro deportivo cerrado donde poder entrenarnos. Si hay que hacerse pruebas antes, durante o después, lo haremos. No nos va a importar mientras tengamos al menos el agua. Por muchas pesas que haga, mi medio es el acuático. Es que cuando me vuelva a meter en el agua va a ser muy complicado... Entiendo el problema que hay, pero al menos buscar soluciones y que nos dejen hacer nuestro trabajo», reclama.

Preolímpico cancelado

El caso de la remera Natalia de Miguel es curioso. Además de su frustración vive la de su novio, el remero Jaime Canalejo, que cuenta ya con una plaza para Tokio. Estos días comparte piso con él en Sevilla, donde se siguen entrenando tres veces al día con un ergómetro y una bici. Lo que más le afectó de inicio fue la noticia de la cancelación de su Preolímpico: «Cuando me enteré se me saltaron las lágrimas. Soy consciente de que Rocío (Lao, su compañera de bote) y yo teníamos opciones tanto de clasificarnos como de que no, pero es injusto que nos dejen sin la posibilidad de luchar». Esa era su única opción, aunque confía en que haya soluciones para el reparto de esas plazas. Eso sí, habría que postergarlo todo. «Celebrar los Juegos en la fecha actual es muy precipitado. La mejor opción sería aplazarlo unos dos meses, siempre en función de cómo evolucione el virus en el mundo porque tenemos que partir todos con las mismas opciones», dice.

Quienes también dependen de un Preolímpico son las jugadoras de balonmano Sole y Marta López, cuyo torneo clasificatorio se aplazó en principio al mes de junio. La 'guerrera' más experimentada (con dos Juegos a sus espaldas), Marta López, confinada junto a sus padres en Málaga y entrenándose con los materiales muy escasos e incluso elementos del hogar (bayetas, garrafas…), es contundente: «Creo que los Juegos sí deberían cancelarse porque todos los calendarios están en el aire. No creo que se pueda tener controlada la situación del virus a nivel nacional y los países deben llegar al mismo nivel». No sólo le afecta personalmente por su buen rendimiento antes del parón. La malagueña también piensa en los deportistas más veteranos: «Sería muy duro para mi, que estaba en muy buen momento, y para cualquiera que se haya preparado. Lo que realmente me da pena es que si lo posponen un par de años, mucha gente no llegaría».

La edad no es precisamente el problema para el fondista Ouassim Oumaiz (de 21 años), que permanece junto a sus padres y su hermana en Nerja, ejercitándose más de una hora diaria en una bici estática y esperando a recibir una cinta para correr. «Mi objetivo real es París 2024, pero quería lograr el reto de ir a Tokio para coger más experiencia. En ese sentido estoy tranquilo, pero voy a seguir luchando igualmente», confiesa el atleta, que tenía planeada una concentración en Uganda para seguir trabajando cara a su clasificación. La situación se ha complicado además por la suspensión cautelar de todo el calendario nacional.

«Creo que lo mejor es que pospongan los Juegos a septiembre; así tendríamos más margen para recuperar nuestra forma. Hay que ser pacientes; en cuanto se sepa una nueva fecha, habrá que ponerse manos a la obra». Enmedio de esta atmósfera de incertidumbre generalizada, a los protagonistas de la cita sólo les queda seguir esperando sin dejar de trabajar. Expectantes por la toma de decisiones de los organismos internacioneles, lo único en lo que todos coinciden es que esta no es la mejor forma de llegar a unos Juegos.

Imbroda reclama al Gobierno medidas a favor de los deportistas

El consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, reclamó ayer al Gobierno central, desde su perfil en las redes sociales, atención a los deportistas de alto nivel. «El decreto de alarma implica el cierre de las instalaciones deportivas, lo que impide a los deportistas realizar su trabajo diario, su duro y sacrificado entrenamiento diario. Por ello, proponemos que se modifique la normativa admitiendo esta excepcionalidad», pidió.

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