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Muñoz ha recuperado su mejor versión esta temporada tras tres años irregulares a los que ahora da explicación. :: sur
Muñoz planta cara a su problema            de tiroides: «Es solo un obstáculo»

Muñoz planta cara a su problema de tiroides: «Es solo un obstáculo»

La golfista malagueña relata el calvario por el que ha atravesado los últimos tres años por una enfermedad: «Dejé de estar sana y fuerte»

ALBERTO GÓMEZ

Miércoles, 6 de junio 2018, 00:20

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Muchos se preguntaban qué le ocurría a Azahara Muñoz. Tras coquetear con el 'top 10' de la clasificación mundial y probar las mieles del éxito en el exigente Circuito Americano, donde llegó a ganar un título, la malagueña se hundió más allá de los setenta primeros puestos del 'ranking' y no exhibía su mejor estado de forma. Tras ganar el Open de España dos años consecutivos y volver con su entrenador de toda la vida, Marcelo Prieto, Muñoz ha vuelto esta temporada a mostrar su mejor versión. Aprovechó su extraordinario segundo puesto en Hawái para realizar unas reveladoras declaraciones: lleva tres años luchando contra un problema de tiroides que le provoca cansancio, enfriamiento y molestias físicas.

Solo cuando ha conseguido tener la enfermedad bajo control ha hecho público el calvario por el que ha pasado. La trascendencia de su historia, además de demostrar el interés mediático y el enorme cariño que la golfista marbellí despierta entre los aficionados, la obligó a ser más explícita en redes sociales. «Estoy contenta de haberlo soltado. Me he quitado un peso de encima. No quise decir nada hasta entonces porque para empezar odio poner excusas por jugar mal y después porque en el fondo era un poco delicado... Todo el mundo siempre piensa sobre mí que soy una persona sana y fuerte y de repente había dejado de serlo», confiesa.

En septiembre de 2016, a Muñoz le diagnosticaron la enfermedad de Hashimoto. «Fue un pequeño shock en ese momento, pero para ser honesta casi me sentí aliviada porque al fin podía hacer algo, ir contra algo. ¿Por qué estaba todo el tiempo cansada? ¿Por qué tenía tanto frío? ¿Por qué no quería ir a cenar con los amigos o hacer cosas divertidas? ¿Qué me pasaba? Simplemente estaba agotada todo el tiempo, especialmente tras acabar largos entrenamientos y después del gimnasio. Me hundía completamente». La golfista relata que padece la enfermedad desde hace tiempo, aunque los síntomas han sido más fuertes desde hace tres o cuatro años: «Estaba cansada todo el tiempo, tenía frío, ansiedad... Pero nunca pensé en pedir ayuda. Nunca pasó por mi cabeza porque pensaba que era mi culpa».

«Creo que mi cuerpo se hartó de mí. Empecé a perder pelo; fue la razón por la que acudí al doctor», explica la malagueñaLa doble ganadora del Open de España no ha querido hacer pública su enfermedad hasta tenerla bajo control

Con su testimonio, Muñoz sabe que ayuda a muchas otras personas en su situación: «Siendo como soy, una persona muy obstinada y trabajadora, seguí exigiéndome mucho». La jugadora malagueña ilustró los efectos de su problema con dos fotografías subidas a su cuenta de Instagram, una de cuando empezaron los síntomas y otra ya recuperada tras el tratamiento. «Creo que mi cuerpo se hartó de mí. Empecé a perder muchísimo pelo, tenía calvas por toda la cabeza. Fue un momento súper embarazoso y mi única obsesión era esconderlo lo mejor que podía. Sin embargo, ahora tengo que estar agradecida por ello, ya que es la razón por la que decidí ir al doctor».

Muñoz afronta con entereza la situación, aunque reconoce que no se siente tan bien como parece: «Tengo lo que tengo y estoy aprendiendo a llevarlo de la mejor manera que puedo. Estoy haciendo cosas. Obviamente estoy tomando medicamentos, pero también he cambiado mi dieta y la forma en la que vivo. Tenía que hacerlo. Pero quiero ser honesta y no quiero que penséis que estoy al cien por cien todo el tiempo. Me siento mucho, mucho mejor. He recuperado energía, mi cabello está creciendo nuevamente y me siento tranquila, pero aún tengo mis días».

La enfermedad también le impide entrenar con su exigencia habitual: «A veces completar el entrenamiento es una batalla. Pero ahora sé que lo estoy haciendo bien y estoy escuchando a mi cuerpo. No siempre lo hago, pero sí la mayor parte del tiempo. Tengo una vida tan buena... Esto es solo un pequeño obstáculo en el camino». Todo un ejemplo.

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