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La Costa del Sol vive durante el invierno su temporada alta de golf gracias a la climatología suave de la zona mediterránea. :: EFE
Los clubes malagueños calientan motores para la temporada alta

Los clubes malagueños calientan motores para la temporada alta

La Costa del Sol cuenta con una de las mejores infraestructuras de Europa en un segmento turístico que vive su mayor demanda

ALEJANDRO DÍAZ

Miércoles, 6 de febrero 2019, 00:07

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Cuando se terminan los días de sol y de playa, al menos, tal y como se entienden en la Costa del Sol, un destino que no en vano recibe este nombre debido a la cantidad de horas de luz que recibe a lo largo de todo el año, los empresarios e instituciones echan la cortina del 'verano' para hacer balance y prepararse para la conocida como temporada 'baja', que cada vez lo es menos gracias a elementos desestacionalizadores por los que se ha ido apostando durante los últimos años y que cada vez gozan de mayor arraigo.

Uno de ellos es, indudablemente, el segmento del golf, que paradójicamente a partir del otoño inicia su particular temporada 'alta'. La Costa del Sol cuenta con una de las mayores -y tal vez, mejores- infraestructuras de golf de Europa. Con una gran ventaja: su clima. El invierno es duro en los países europeos: las temperaturas bajas que se registran en la mayoría de países del Viejo Continente empujan a los aficionados a este deporte a buscar alternativas en otros lugares. Y ahí emerge la Costa del Sol como una opción preferencial y cada año mejor posicionada en los mercados turísticos de Europa.

Entre las cifras que arrastra el golf desde su doble vertiente turística y deportiva destaca el gasto medio general de los viajeros atraídos por esta práctica, casi el doble del gasto que desembolsa el viajero general. También la estancia media, dos días más que otros tipos de turistas. Si a ello se le suma la capacidad de este segmento para atraer un flujo constante de viajeros durante todo el año, no es de extrañar que las administraciones públicas y las empresas privadas no hayan escatimado en esfuerzos a la hora de invertir en un reclamo que se revela como una herramienta para luchar contra la siempre temida estacionalidad en el sector turístico malagueño.

El gasto medio general de los viajeros atraídos por el segmento turístico de golf duplica a al de otro tipo de turistas estacionales La Costa del Sol cuenta con una oferta de más de 70 campos de golf, casi el 70 por ciento de los existentes en Andalucía

La provincia de Málaga lo tiene todo para ser un destino referente en el mundo en cuanto al golf: clima, equipamiento hotelero, oferta turística de recreo, ocio, cultural, magníficas instalaciones deportivas y torneos oficiales de renombre, como Open de España femenino, celebrado hace solo unos meses en el campo de La Quinta Golf, ubicado en la localidad de Benahavís.

Estos eventos suponen un escaparate mundial de la Costa del Sol en un momento clave: los meses previos a que se inicie la temporada alta de dicho segmento. No cabe duda, por tanto, de la relevancia del turismo como motor económico -el turismo supone un 13 por ciento del PIB andaluz y los 500.000 turistas de golf entorno al 5 por ciento, según datos de la Junta de Andalucía.

El golf se traduce en empleo y riqueza también en la Costa del Sol. Y después todo lo demás. Pone en valor un territorio. Según datos de la Diputación de Málaga, el impacto del golf en la provincia es muy importante, 1.410 millones de euros en producción directa e indirecta, con golfistas cuya estancia media es de 12,3 días y un gasto total de media de 1.800 euros.

El segmento de golf en la provincia de Málaga vive su temporada alta con muy buenas previsiones y con el objetivo de ser un destino idóneo para la práctica de este deporte entre aficionados de otros puntos de Europa. Según Turismo Costa del Sol, la provincia tiene una «potente proyección internacional» que ofrece a todos los aficionados de Europa un lugar para la práctica del golf «en un enclave privilegiados con temperaturas suaves, muy alejadas de los rigores invernales del centro y norte del continente».

Por ello, los distintos clubes y campos de la Costa del Golf plantean diversas ofertas de larga estancia diseñadas para este turismo especializado que fija sus ojos en el destino. Ahora más que nunca es el momento del año en que mejor puede presumir de su privilegiado clima. El golf cumple un papel clave para la gestión de la estacionalidad al gozar de especial afición en las zonas centro y norte de Europa, países que son amigos del destino, algo que las últimas cifras de flujo turístico corroboran.

Como demuestran las ofertas y promoción de este segmento, la temporada alta del golf en la provincia de Málaga no solo está destinada a atraer al turista extranjero, sino también al turista nacional, que juega un papel significativo. Igualmente, dinamiza la actividad del golf entre los propios residentes. Es precisamente en la provincia malagueña donde existe un nada desdeñable nicho de aficionados a este deporte, tal y como demuestra el éxito continuado durante todo el año de los diferentes torneos amateur que organizan los diferentes clubes de la Costa del Sol, entendida esta en sus dos vertientes: la oriental y la occidental. Tampoco sería justo dejar fuera a clubes del interior de la provincia, como Antequera Golf, que también complementan una oferta única en Europa y contribuyen a hacer de la provincia de Málaga un destino único de golf en todo el mundo y durante todo el año.

El impulso de nuevos torneos profesionales y amateurs durante los últimos años ha sido clave para consolidar el crecimiento del golf como uno de los segmentos turísticos más importantes de la Costa del Sol, que cuenta con una oferta de más de 70 campos, casi el 70 por ciento de los existentes en Andalucía. Durante la temporada de verano, la oferta de golf no deja de potenciarse para convertirse en un complemento para el turista de calidad y para promover el golf entre los aficionados de la propia provincia. Por ello, se desarrollan diversas iniciativas para que, por ejemplo, los más pequeños disfruten del golf en familia a precios más reducidos.

La Costa del Sol cuenta, además, con algunas de las zonas más exclusivas para disfrutar de una estancia única donde el golf sea también protagonista. La localidad de Marbella es la que mayor concentración de infraestructuras destinadas a este deporte contempla en la provincia. En sus proximidades se hallan los más lujosos hoteles y residencias, como Villa Padierna, donde todo es posible: termas, piscinas, apartamentos privados, hotel y, por supuesto, diversos campos de golf de la máxima calidad.

La Costa del Sol representa una oportunidad para el viajero que busca en el invierno cálido del mediterráneo un destino donde el golf sea protagonista, pero no el único aliciente de su estancia.

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