Azahara Muñoz: «La muerte de Celia fue tan fuerte que no parecía real»

Viene con sed de victoria o, al menos de quitarse la espina de no haber podido colarse entre las tres primeras a falta de un golpe en la anterior edición. «Me veo bastante bien ahora mismo, en la recta final de la temporada y estamos jugando muy bien, así que a ver si hay suerte esta vez, que el año pasado estuvo muy reñido», recuerda. España le trae suerte y todo apunta a que la actual 57ª del 'ranking' mundial partirá como una de las favoritas, tanto de la marca nacional, como de la cita.

Al menos sus sensaciones cara al campo así lo confirman. «Hemos probado el campo y lo recuerdo mejor que el año pasado; hay algunos cambios, porque el año pasado fue en abril, pero yo creo que está incluso mejor ahora, la hierba está más crecida, el campo muy verde....», enumera. Y concluye, ansiosa: «Tengo muchas ganas de empezar ya».

No hay descansos para la sampedreña y residente en Estados Unidos, que ni siquiera ha podido pasarse por casa de sus familiares en su vuelta a España. «Este es mi sexto torneo seguido, llevo seis semanas sin parar, no me ha dado tiempo ni pasar por casa saludar, me he venido aquí directamente», asegura, mientras se prepara rápidamente para una de las cenas protocolarias del evento.

Hoy comienza su paso por esta exigente prueba que se extenderá hasta el domingo y en la que, de hacer un buen papel, tiene seguro que tanto sus compatriotas españolas como ella, tendrán guardado un homenaje especial. «Seguro que si alguna de nosotras conseguimos un buen puesto se lo dedicaremos a Celia Barquín», cuenta la malagueña. La recién fallecida golfista coincidió en muchas ocasiones con Muñoz, la última según recuerda, este mismo año en el US Open.

La triste noticia de la joven de sólo 22 años, asesinada hace unos días, ha conmocionado al mundo del deporte. «A mí me avisó mi entrenador, que también es el de la española, me puso un mensaje y cuando me levanté ya tenía la noticia en el móvil. Imagínate mi reacción, al principio no sabía si creérmelo, pero luego me puse a ver revistas en América y era verdad», rememora Muñoz, todavía exaltada. Asegura que no es la única que todavía se mantiene atónita. «Estamos todas impactadas. Es una de estas cosas que parece mentira, yo estaba esperando que fuera una broma, su muerte fue tan fuerte que no parecía real. Pasan muchas cosas así pero no le das tanta importancia hasta que te toca de cerca», concluye.

Sobrecogida, le tocará volver la mente fría durante la competición y el resto de su ajustada temporada. «Después tendré dos semanas libres y luego siete torneos seguidos en Asia, EEUU y, para terminar, el Open de España», indica.