No cesa el ruido en torno a Piqué

El catalán llegó en medio de aplausos, algo que destacaron hasta sus compañeros. «La verdad lo hemos visto más tranquilo y mucho mejor, pero nada más hemos llegado a Logroño el recibimiento ha sido muy bueno para él y para todos, pero quizá más para él por ese tipo de aplausos que se ha llevado nada más llegar», explicó Paco Alcácer en la sala de prensa del estadio. El seleccionador, instantes después, quiso tratar por igual al defensa que al resto. «Igual habrá un rebrote, pero el ambiente será bueno con Piqué. No separaría a Piqué del resto del grupo, no hay que diferenciarlo de los otros. Venimos a jugar un partido en el mejor ambiente posible. Logroño y La Rioja se van a volcar con la selección», explicó en lo que sonó más a deseo que seguridad dado que fue antes de la sesión a puerta abierta. Y es que en la sesión, tras veinte minutos de normalidad, fue silbado por algunos cuando tocaba la pelota.

El central se mostró tranquilo, saludó a un niño con una pancarta en la que le apoyaba y a la vez pedía la camiseta, ya explicó que los motivos de los silbidos eran por la rivalidad Madrid-Barcelona y su alusión a Kevin Roldán. «El tiempo pone las cosas en su sitio», dijo el miércoles al recordar que fue silbado tras la celebración del triplete en los dos duelos de España, algo que no sucedió tras su participación en la Diada hace un año en Huelva, Sevilla y Vigo.

La sesión vespertina a puerta abierta a partir de las 20.15 en Las Gaunas fue un termómetro para saber lo que sucederá en el partido, si bien en Oviedo no se apreciaron silbidos contra el azulgrana que después si se dieron de modo mayoritario durante el duelo ante Eslovaquia en el Carlos Tartiere. La realidad es que durante la sesión los que deseaban aplaudirle se esforzaron por acallar a los que silbaban. El resultado un ambiente bullicioso que transmite que la historia de Piqué con los pitos no ha finalizado, ni mucho menos. Parece que es una moda que no acabará en Logroño.