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Odriozola felicita a Benzema tras su golazo. EFE
Jornada 12

Benzema ilumina al Real Madrid en Balaídos

El francés ofrece una exhibición de talento y relanza al equipo de Solari, más ordenado y comprometido pese a ser golpeado por las lesiones

Amador Gómez

Madrid

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Domingo, 11 de noviembre 2018

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El Celta mide este domingo el 'efecto Solari' en Balaídos, donde el técnico del Real Madrid afrontará su cuarto y último examen como interino, con el equipo blanco imbatido con el argentino en el banquillo y obligado a firmar un pleno de victorias tras los triunfos ante el Melilla (0-4), el Valladolid (2-0) y el Viktoria Pilsen (0-5). Es a priori la salida más exigente y complicada del Real Madrid de Solari, a expensas aún de ser ratificado como entrenador hasta el final de temporada tras haber sido declarado técnico «provisional» por parte de la directiva cuando se confirmó la destitución de Julen Lopetegui.

Reanimado y con la suerte recuperada con la llegada del argentino, el Real Madrid se enfrenta al tercer máximo goleador de la Liga, que sólo se ha quedado sin marcar en un partido, ante el Alavés, aunque en su propio estadio, donde el conjunto vigués, que presume de pegada, parece abonado al empate. Con Solari, pese a sus debilidades defensivas y la fortuna que ha tenido en momentos puntuales pero decisivos para llevarse los triunfos en la Copa, la Liga y la Champions, es otro Real Madrid, sobre todo mentalmente, fortalecido por los goles y los resultados, que deben traducirse en el campeonato liguero en victorias después de haberse alejado a siete puntos del liderato.

«Cada partido es definitivo, y vamos a tener que estar como mínimo igual de concentrados que en los anteriores para traernos algo de Balaídos», reconoció este sábado Solari, que augura «un partido duro» y volverá a apostar previsiblemente por su sistema 4-2-3-1, con Benzema como único punta, por delante de una línea en la que también es fijo, en cualquier banda, Bale, aunque el entrenador madridista exige al extremo galés «comerse el escenario cada vez que sale, como hizo ante el Viktoria Pilsen, que hizo un gran partido». Quien vuelve a apuntar sin embargo al banquillo, por cuarto encuentro consecutivo, es Isco, al que Solari no ve todavía en la forma física adecuada tras salir «de una operación (de apendicitis) delicada». «No es fácil ponerse al cien por cien tan rápido, pero está entrenando para lograrlo», afirmó el sustituto de Lopetegui en alusión al centrocampista malagueño.

Con las ausencias en defensa de Carvajal, Marcelo y Varane, aparte de Vallejo, aunque le hayan acompañado los remates al palo, el Real Madrid no ha encajado un gol en los tres choques que ha dirigido Solari, pero en Balaídos deberá mejorar la zaga liderada por Sergio Ramos, con el peligro que supone un ataque local en el que están brillando de cara a portería Iago Aspas y Maxi Gómez. Si los blancos consiguen anular a los goleadores del Celta el Madrid tendrá más fácil recuperar la senda de la victoria a domicilio, después de tres salidas consecutivas saldadas con derrota, la última de ellas en el clásico que acabó de forma definitiva con Lopetegui.

 Con un control magistral con la derecha dándose la vuelta en el aire y definiendo con la misma pierna para marcar un golazo y un jugadón que culminó en propia puerta Cabral, Karim Benzema iluminó al Real Madrid en Balaídos, donde con Santiago Solari, en su partido más exigente y complicado hasta el momento, el equipo blanco firmó el pleno de victorias, con un global de 15-2, para continuar con su racha y asegurarse el técnico argentino su continuidad en el banquillo. Con el Real Madrid reanimado anímicamente con Solari, que afrontaba su cuarto y último examen como interino, y Benzema de nuevo encendido, mientras se sigue esperando una reacción de Bale que no llega, el campeón de Europa tenía la obligación de ganar al Celta tras el pinchazo del Barça y, aunque con demasiados contratiempos y cierto sufrimiento, no falló, bastante más ordenado en sus líneas y relanzado por un delantero comprometido y otra vez decisivo al que se le exigen más goles pero que en terreno vigués ofreció una exhibición de talento y calidad, muy alejado de su típica apatía.

Celta

Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Roncaglia, Cabral, Juncà, Brais Méndez, Beltrán (Emre Mor, min. 63), Okay, Boufal (Hjulsager, min. 63), Iago Aspas y Maxi Gómez.

2

-

4

Real Madrid

Courtois, Odriozola, Nacho (Marco Asensio, min. 70), Sergio Ramos, Reguilón (Javi Sánchez, min. 45), Modric, Casemiro (Ceballos, min. 18), Kroos, Lucas Vázquez, Benzema y Bale.

  • goles 0-1: min. 23, Benzema. 0-2.: min. 56, Cabral, en propia puerta. 1-2: min. 61, Hugo Mallo. 1-3: min. 83: Sergio Ramos, de penalti. 1-4: min. 91: Ceballos. 2-4: min. 93: Brais Méndez.

  • árbitro Undiano Mallenco (Navarro). Señaló penalti por derribo de Juncà a Odriozola en el minuto 81. Tarjetas amarillas a Reguilón, Hugo Mallo, Juncà y Javi Sánchez y Cabral, en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 87.

  • incidencias Partido correspondiente a la 12ª jornada de Liga, disputado en Balaídos. Unos 23.000 espectadores.

A pesar de otro golazo de Ceballos, fue Benzema quien más brilló y decidió un duelo realmente difícil que el Madrid afrontó, aun con excepciones, con solidaridad y concentración ante un Celta al que no le acompañó la pegada y al que el poste, sólo cuatro minutos antes del gol del ariete francés, impidió que el conjunto gallego se adelantase. Con flor o no de Solari, el caso es que el Celta no tuvo pegada, al contrario que el Real Madrid, que también pudo matar antes el encuentro si Kroos no hubiese perdonado en el minuto 35 a puerta vacía y el larguero hubiese escupido un zapatazo de Benzema en el 50. Le faltó mayor contundencia al conjunto de Solari, en ambas áreas, pero entre Benzema en la contraria y Courtois y el palo en la propia, el Madrid pudo certificar un triunfo importante que le acerca a cuatro puntos del liderato y permite a los blancos irse con más tranquilidad y confianza al parón de selecciones, aunque perdió por lesión a Casemiro, Reguilón y Nacho.

Después de que Solari tuviese que modificar su ya de por sí mermada defensa por la marcha de Reguilón, sustituto de Marcelo, y desplazase a Nacho al lateral izquierdo, el polivalente jugador madrileño también encendió las alarmas pasada la hora de partido, cuando el Celta recordó distancias y también debió abandonar, víctima de la segunda lesión de su carrera deportiva. Nacho debió ceder su puesto a Marco Asensio, inesperado suplente porque Solari decidió alinear a Lucas Vázquez para colocar a Bale en su sitio natural, la banda izquierda. El técnico del Real Madrid exigió la víspera al extremo galés «comerse el escenario», pero con Bale renqueante ya desde el primer tiempo y totalmente desapercibido, fue Benzema quien quiso dar un golpe en la mesa y echarse al equipo a la espalda. Un equipo que padeció demasiado porque el infortunio se cebó con el Madrid destrozando su defensa, ya que a las bajas de Carvajal, Varane y Marcelo se sumaron Reguilón y Nacho y a partir del minuto 70, con el Celta crecido por el golazo de Hugo Mallo, fue Lucas Vázquez quien debió ocupar el lateral izquierdo.

Antes del tercer golpe recibido por el Real Madrid en forma de lesión, Benzema también perdonó el tercero y Courtois salvó a los blancos del empate con un paradón a disparo de Iago Aspas en el minuto 68, cuando el duelo estaba muy abierto y el Celta achuchaba. Sin embargo, la incertidumbre se acabó con el penalti cometido por Juncà sobre Odriozola que el valiente Sergio Ramos volvió a lanzar, y a acertar una vez más, a lo Panenka, aunque para el descuento aún quedaban por ver un par de goles. El Madrid que no marcaba resulta que ahora con Solari ya lleva casi una media de cuatro goles por partido.

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