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Ronald Koeman, técnico del Barça, imparte órdenes en el clásico. reuters
El Barça es un polvorín

El Barça es un polvorín

La derrota ante el Real Madrid agudiza la crisis deportiva e institucional y vuelve a poner a Koeman contra las cuerdas

daniel panero

Lunes, 25 de octubre 2021, 18:45

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El Barcelona va de cataclismo en cataclismo. El conjunto que dirige Ronald Koeman cayó este domingo frente al Real Madrid en el clásico y agudizó aún más la grave crisis deportiva e institucional que atraviesa el club. Esta derrota ante el eterno rival, sitúa a los blaugranas como novenos en la clasificación con apenas cuatro victorias en las nueve primeras jornadas disputadas de Liga, un pobre bagaje que ha hecho saltar las alarmas.

«En un clásico la derrota significa algo más que perder tres puntos» o «entiendo la frustración de la gente» son algunas de las frases que dijo Koeman en rueda de prensa tras caer ante el Real Madrid y que reflejan a las claras el bajón anímico producido tras la derrota ante el eterno rival. El Barça llegaba en crisis a la cita pero con amago de resucitar tras los triunfos ante el Valencia y el Dinamo de Kiev. Ahora el suflé se ha deshinchado y de nuevo ha vuelto la frustración.

Así lo vieron unos cuantos aficionados, que esperaron en el Camp Nou a la salida de Koeman para increparle e incluso golpear su coche cuando abandonaba el feudo blaugrana. La acción, más que reprochable, es la punta de iceberg de una afición que abarrotó el estadio con más de 86.000 gargantas, pero que asistió una vez más a un ejercicio de frustración a medida que avanzaba el choque y su equipo era incapaz de perforar la portería defendida por Thibaut Courtois.

El resultado final de 1-2 sitúa al Barcelona en una posición muy delicada. Tras haberse disputado las primeras nueve jornadas de liga, los de Koeman han cosechado cuatro victorias, tres empates y dos derrotas, un balance horrible para un equipo que pretende pelear por el título y una suma que solo sirve para estar fuera de Europa y a seis puntos de la cabeza, lugar en el que se encuentra la Real Sociedad con un partido más.

Las nueve primeras jornadas han servido también para certificar que no hay recambio para los goles de Leo Messi y Antoine Griezmann. El Barça ha anotado apenas 15 tantos y diez de ellos fueron repartidos en los partidos disputados ante Real Sociedad, Valencia y Levante. Esa referencia anotadora que en su día era el crack argentino ha quedado hecha añicos en el equipo que dirige Koeman y el máximo realizador blaugrana esta temporada es Memphis Depay con solo cuatro dianas.

Estas cifras vuelven a situar a Koeman en la picota. El técnico neerlandés fue ratificado antes del parón de selecciones y de caer en el Metropolitano por Joan Laporta ante la falta de liquidez para afrontar su finiquito y ante la ausencia de una alternativa clara para ocupar su sitio en el banquillo. Aquel «margen de confianza», tal y como lo calificó el máximo mandatario culé, se va estrechando a medida que no llegan los resultados y la situación, con el equipo fuera de puestos europeos, podría terminar en un cambio de timón en Can Barça.

Un problema añadido para el Barcelona a la hora de salir de esta crisis es la otra crisis, la económica, que es todavía más grave. La entidad de Joan Laporta presentó en la asamblea unos números que corroboran que no hay dinero en la caja para grandes desembolsos y tampoco lo hay para hacer cambios importantes que permitan agitar la coctelera. La situación financiera del club es más que delicada y ya solo el hecho de cambiar de entrenador es un movimiento que ha de estudiarse más de lo habitual.

Con este panorama, el Barça afronta meses clave. El equipo no despega pese a haber recuperado ya a jugadores importantes como Ansu Fati o Sergio Agüero y por delante el calendario no permite que el despiste dure demasiado tiempo. Los culés deben reaccionar de inmediato para no descolgarse en Liga y para volver a meterse de lleno en la pelea por estar en los octavos de final de la Liga de Campeones.

El Rayo, una amenaza

Para empezar, el miércoles visitan a un Rayo Vallecano de Andoni Iraola que, pese a la reciente derrota por 3-2 ante el Betis en el Benito Villamarín, está realizando una temporada extraordinaria, impropia de un recién ascendido. En Vallecas, además, el equipo franjirrojo se está mostrando inexpugnable. Hasta la fecha, ha ganado los cuatro partidos al abrigo de su gente, ante Granada (4-0), Getafe (3-0), Cádiz (3-1) y Elche (2-1), todos rivales directos en la pugna por la permanencia. Ahora, el Rayo amenaza con fulminar a un poderoso venido muy a menos.

Para ese encuentro, Koeman pierde a su compatriota Frenkie de Jong, que jugó con molestias el clásico, donde no aportó nada, y acabó lesionado en el bíceps femoral de su pierna derecha. Tuvo que ser sustituido en el minuto 77 por Sergi Roberto y el club azulgrana no ha informado del período en el que estará de baja. Y habrá que ver la evolución de Ansu Fati, que tampoco completó el duelo ante el Real Madrid y acabó dolorido en la rodilla no operada.

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