Borrar
Imagen del partido disputado en el Olímpico de Roma.

Ver fotos

Imagen del partido disputado en el Olímpico de Roma. EFE
Semifinales | Vuelta

El Liverpool decepciona, pero se cita con el Madrid en la final

La Roma pagó muy caro dos errores antes de la media hora y, aunque luchó y soñó hasta el final en busca de la remontada, se quedó sin tiempo

Amador Gómez

Madrid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Miércoles, 2 de mayo 2018, 07:23

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

¿Una nueva victoria por 3-0 y otra 'rimonta' para la historia? La Roma buscará este miércoles casi un imposible en el Estadio Olímpico ante el Liverpool, que defiende el 5-2 de la ida, en el cierre de la segunda semifinal de la Liga de Campeones. «¿La rimonta? Aquellos que no crean se pueden quedar en casa. Mi lema es 'yo creo' y se lo repito a todos los jugadores. Habrá más de 60.000 personas. ¿Cómo podríamos no creer? Yo creo. Estamos en semifinales, pero no nos contentamos», resumió este martes como declaración de intenciones el entrenador de la Roma, Eusebio Di Francesco.

Los 'giallorossi' rompieron todos los pronósticos en cuartos al ser capaces de remontar un 4-1 adverso ante el Barça, en la ida en el Camp Nou, al ganar en la vuelta por 3-0. Entre la ida y la vuelta de semifinales, la Roma consiguió un convincente triunfo por 4-1 contra el Chievo, un buen ensayo antes del gran reto. La Roma también quiere hacer valer el hecho de que todavía no ha encajado un gol en casa en esta edición de la Champions, a pesar de que la han visitado equipos del calibre del Atlético, el Chelsea o el propio Barcelona.

El Liverpool, por su parte, también tiene estadísticas en las que apoyarse: 20 goles marcados en seis desplazamientos europeos esta temporada, contando la fase previa. Un tanto en el Olímpico sería prácticamente definitivo. «Debemos seguir según jugamos al final del partido de ida. Hemos visto que detrás no son tan fuertes como delante», señaló el delantero checo Patrik Schick, en referencia a los diez últimos minutos en Anfield en los que su equipo pudo marcar dos goles.

Con dos tantos espectaculares y dos pases decisivos, Salah firmó un partido de ida formidable y confirmó que esta temporada está a un nivel de Balón de Oro. «Messi es el jugador más fuerte al que me he enfrentado, pero ahora 'Momo' (Salah) es tan temido como el argentino», señaló este martes el brasileño Alisson, portero de la Roma, que compartió vestuario el año pasado con el egipcio.

La Roma se aferra al descenso a la tierra de Salah el sábado, cuando se quedó sin marcar en un empate sin goles del Liverpool ante el Stoke. Pero el técnico del Liverpool, Jürgen Klopp, hizo rotaciones en su equipo, con cinco cambios con respecto al grupo que destruyó al conjunto italiano cuatro días antes.

Alto riesgo

Tras los graves incidentes del partido de ida, que dejaron a un hincha del Liverpool en coma, la atmósfera alrededor de la vuelta es muy tensa y los dirigentes de ambas entidades han multiplicado los llamamientos a la calma. La directiva de la Roma sabe que un Estadio Olímpico lleno y ruidoso, como lo fue ante el Barcelona, puede ser uno de los ingredientes de la remontada.

«Es el momento de estar unidos. Los abuelos, los niños, los nietos, los padres, las madres: el miércoles todo el mundo juega. Me gustaría ver que Roma se tiñe de los colores rojo y amarillo», señaló el director deportivo de la Roma, Monchi.

En los pasillos del Olímpico ya se han instalado mensajes de motivación: «El hecho de que sea difícil no quiere decir que sea imposible» o «Improbable quiere solamente decir que puede pasar».

En las gradas, 62.000 personas están dispuestas a creer en su equipo, en la búsqueda de su primera final de la Champions desde 1984. Precisamente aquel lejano día cayó ante el Liverpool.

La heroica remontada a la que aspiraba la Roma no se produjo en el Olímpico, aunque los italianos se ganasen el derecho a soñar con ella frente a un Liverpool muy decepcionante en la capital transalpina. Tras el 5-2 de Anfield fue el Liverpool el que certificó su pase a la final de la Champions, para citarse con el Real Madrid en Kiev 37 años después de la lucha por el título ganado por el equipo inglés al entonces seis veces campeón de Europa, en 1981. No hubo 'vendetta' de la Roma ante el Liverpool de la final de 1984, porque fueron los 'reds', pese a su gran vulnerabilidad defensiva, los que salieron triunfantes en la eliminatoria, entre numerosos errores, y nada menos que con seis goles encajados en el cruce de semifinales. El Liverpool está en la final por el resultado de la ida y porque en el Olímpico se aprovechó de dos clamorosos fallos de los italianos antes de cumplirse la media hora del segundo partido. Pese a ello, la Roma, que se quedó sin tiempo, le devolvió henchida de orgullo y ambición una merecida goleada al Liverpool y murió de pie a un solo gol de la prórroga.

No necesitó el Liverpool a Salah para sepultar a la Roma en el Olímpico, porque fue el propio conjunto transalpino, pese a su ilusionante inicio y su gran segunda parte, el que se encargó de enterrarse, aunque los italianos nunca se rindieron y tras el descanso no dejaron de atacar y pelear por intentar lo que parecía un imposible frente a los ingleses, a quienes Cristiano Ronaldo y compañía aspiran a derribar en la capital ucraniana a poco que les acompañe la puntería. La fragilidad en defensa del Liverpool, en bastantes casos muy grosera, puede alimentar aún más las esperanzas del Real Madrid después de que la Roma le haya endosado media docena de goles en dos partidos.

La Roma siempre quiso, pero pagó muy caro el tempranero regalo de Nainggolan a Firmino para que el genial jugador brasileño contragolpease y asistiese a Mané y también el córner mal defendido, con despeje atrás de Dzeko, para que el Liverpool se adelantase dos veces en el marcador. Entre medias, un disparo de Lovren a la cabeza de Milner puso por primera vez el empate para la Roma, que evidenció que el Liverpool de Jürgen Klopp, hecho para atacar, es un equipo muy débil atrás, que no dejó de permitir llegadas y ocasiones a los italianos. Pese a su enorme ventaja de la ida, el Liverpool no fue capaz de aplacar a la Roma en los momentos de mayor ebullición del conjunto de Eusebio Di Francesso y sólo pudo respirar cuando a los italianos se les fue acabando el físico en el tramo final.

ROMA

Alisson, Florenzi, Manolas, Fazio, Kolarov, Pellegrini (Ünder, min. 53), De Rossi (Gonalons, min. 69), Nainggolan, Schick, Dzeko y El Shaarawy (Antonucci, min. 75).

4

-

2

LIVERPOOL

Karius, Alexander-Arnold (Clyne, min. 92), Lovren, Van Dijk, Robertson, Wijnaldum, Henderson, Milner, Salah, Firmino (Solanke, min. 87) y Mané (Klavan, min. 83).

  • árbitro Damir Skomina (Eslovenia). Tarjetas amarillas a Lovren, Florenzi, Robertson, Manolas y Solanke.

  • goles 0-1, min. 9: Mané. 1-1, min. 15: Milner, en propia puerta. 1-2, min. 25: Wijnaldum. 2-2, min. 52.: Dzeko. 3-2, min. 86: Nainggolan. 4-2, min. 93: Nainggolan, de penalti.

  • Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, disputado en el Olímpico de Roma. Lleno.

Sin control en el medio campo y olvidándose del balón el Liverpool, cada ataque de la incansable Roma fue un peligro evidente para Karius, que encajó el segundo poco después de cometer un penalti no señalado sobre Dzeko porque el árbitro decidió anular la jugada por fuera de juego, cuando tampoco había posición incorrecta del bosnio. Sólo tres minutos después de esa polémica acción llegó, como no podía ser de otra manera, el segundo de la Roma, después de otro error garrafal de Alexander-Arnold que culminó Dzeko, uno de los hombres del partido, presente en todas las ofensivas, aunque no fue tan determinante como Salah en la ida. De que el bosnio no marcase más goles también tuvo mucha culpa Karius, a quien la Roma dio siempre trabajo, porque entre Alexander-Arnold y Lovren dieron la noche al portero.

También tiene razones la Roma para quejarse del arbitraje, porque cuando la Roma estaba en pleno asedio a la hora de partido, con el Liverpool encerrado atrás y temeroso, llegó otro penalti cometido por una clara mano de Alexander-Arnold ignorada por Damir Skomina y sus asistentes. Ahí pudiera haber llegado, antes del discutible que se pitó ya en los últimos segundos, el tercero de la Roma, para haber devuelto mayor emoción a una eliminatoria que el Liverpool ganó en casa gracias a la exhibición de Salah, a quien se agarra el Liverpool, en su regreso a una final de Liga de Campeones 11 años después, para soñar con sorprender al que es defensor del título y gran favorito.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios