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Giménez celebra el 1-2 en Mónaco

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Giménez celebra el 1-2 en Mónaco EFE
Fase Grupos | Jornada 1

Mónaco, segunda casa del Atlético

El equipo del Cholo se repone de un fallo que le costó ir perdiendo hasta vencer gracias al coraje de Costa y Giménez

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Martes, 18 de septiembre 2018, 00:57

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Para la mayoría de los atléticos pensar en Mónaco provoca recordar el último día de agosto de 2012 y en un nombre: Radamel Falcao. Aunque dejó otros grandes momentos en su periodo con el Atlético (el doblete de la final de la Europa League en Bucarest al Atlético, aquellos cinco goles al Deportivo o el pase del gol en el Bernabéu en la final de Copa de 2013 en su último partido como rojiblanco) aquella noche en el estadio Luis II de Mónaco el colombiano dejó con la boca abierta a toda Europa durante la Supercopa ante el Chelsea. Hizo tres de los 70 goles de su etapa colchonera en sólo 45 minutos.

Abrió el marcador en un mano a mano ante Petr Cech (que luego fue su compañero en Londres, marcó el 0-2 con un potente disparo ajustado y el 0-3 finalizó con clase un contragolpe magnífico ante el que era el vigente campèón europeo. «Fue el desafío de David contra Goliat. No éramos los favoritos y fuimos allá convencidos de que podíamos ganar. Dimos una gran demostración de fútbol y muy contundente. Fue una noche soñada para mí marcando tres goles. Fue otra alegría que me marcó mucho», rememoró después el delantero, nombrado mejor jugador del choque.

Dejó con la boca abierta a Roman Abramovich y también al millonario Dmitry Rybolovlev, que buscaba una estrella para un Mónaco en busca de un nuevo reconocimiento europeo: contrato de cinco años, a 15 millones de euros por año. Falcao, y su esposa Lorelei, quedaron convencidos. Todo iba sobre ruedas hasta que se rompió la rodilla en enero de 2014. Forzó para intentar llegar al Mundial de Brasil, y eso le hizo vivir dos temporadas muy complicadas en el Chelsea y en el Manchester United. Después de cada partido tenía que tratarse la rodilla. Parecía no reaccionar. Pero cuando muchos le daban por perdido, volvió a brillar más que nunca; siendo uno de los hombres más destacados de la Champions 16-17 en la que firmó una eliminatoria excepcional ante el Manchester City que les metió en semifinales ante la Juventus. Volvió el 'Tigre' que asustaba en Madrid y cumplió su sueño de jugar el Mundial en Rusia.

Jardim lo mima

Ahora, a sus 32 años, disfruta en Mónaco. Su entrenador Leonardo Jardim lo mima. « Yo soy un profesional. Trabajo a diario para mejorar y darlo todo por el club», recuerda después de que a su regreso del duelo internacional con Colombia fuese baja de última hora por una gastroenteritis ante el Toulouse (1-1). No faltará ante el Atlético, al que aún lleva «en el corazón».

'Rada' tiene claro que el Atlético «es el favorito del grupo. En las últimas cinco temporadas, el Atlético ha jugado tres finales europeas. Eso demuestra el buen trabajo realizado por un gran entrenador y grandes jugadores», aunque avisa: «Queremos clasificarnos. El año pasado no hicimos un buen papel. Esperamos dar otra imagen y, sobre todo, clasificarnos», dijo recordando que la pasada campaña su club acabó en la última posición de su grupo y no terminó en la Europa League, competición que debió jugar el Atlético tras fracasar ante el Qarabag en un grupo que compartía con Roma y Chelsea.

Ahora el equipo madrileño llega al debut con dudas tras su empate con el Eibar en Liga, en la que está a siete puntos del Barça. Simeone, que el domingo fue pitado por sacar al chaval Borja Garcés por Rodrigo ante el Eibar, repite con el joven delantero y otros cuatro canteranos para el debut en Champions. 'La 'orejona' es la obsesión del Cholo y de todo aquel rojiblanco que haya pasado por la plantilla desde 2014. «Hay equipos muy buenos en Europa, siempre es difícil decir quien va a ganar. El Atleti tiene grupo para llegar hasta la final. Con el trabajo que vienen haciendo, merecen ganar ya una Champions», reconoce Yannick Carrasco, que como Thomas Lemar jugó en el Mónaco antes de llegar a un Atlético con el que marcó en la final de Milan. «El Atleti tiene muy buena plantilla este año. Ha hecho grandes fichajes y ha retenido a los jugadores importantes», explica el belga. La exigencia ha subido para los colchoneros, que con Simeone han ganado todos los torneos... menos una Champions League cuya final acogerá el Metropolitano en 2019. Tiene las bajas de Santiago Arias, Nikola Kalinic, Stefan Savic y Vitolo por lo que apenas habrá cambios en el once, si bien la vuelta de Lucas podría modificar la defensa.

Su rival, en pleno proceso de cambio, está decimoquinto de la liga francesa, pleno de dudas y con una plantilla para la que Jardim pide «tiempo». El técnico portugués medita reforzar su centro del campo y es casi seguro que no podrá optar de inicio por Danijel Subasic, que sufre una lesión después de la final del Mundial, por lo que el veterano suizo Diego Benaglio estará bajo palos. Los amantes de la estadística recuerdan que aunque el Atlético nunca ha jugado contra el Mónaco en competición europea las visitas al Luis II monegasco siempre terminaron con una alegría en forma de títulos.

Y es que además del encuentro de 2012 ante el Chelsea, en 2010 logró la primera Supercopa europea (que volvieron a ganar en Tallín) al poderoso Inter, que lo había ganado todo la campaña anterior. 'Kun' Agüero y Reyes fueron los goleadores en un duelo en el que David de Gea, en el minuto 87, paró un penalti a Diego Milito para refrendar el título y desatar la locura atlética.

Pese a que es una de las ciudades con mayor poder adquisitivo del mundo, Mónaco no es lugar para buen césped. No es un destino en el que los turistas opten por tumbarse en la hierba. El Luis II, ese pequeño estadio sin ambiente en el que se jugaban antes las Supercopas europeas, razón por la cual al Atlético le trae buenos recuerdos un estadio en el que levantó dos títulos en 2010 y 2012, tiene un tapete irregular, en el que es complicado elaborar buen juego. No le hizo falta al cuadro madrileño para, seis años después, volver a vencer en el principado. Lo hizo con mayor eficacia, peor juego y menor premio para comenzar con una alegría la Champions 2018-19, marcada en rojo por todos los 'atléticos'. Si la 'orejona' es una obsesión, conseguirla en el propio estadio -que no está estos días tampoco para presumir de buen césped- es el sueño de Cholo y su legión de creyentes. Son trece escollos que superar hasta ese 1 de junio, pero al menos puede decir que el primero ya lo ha completado con un botín de tres puntos.

As Mónaco

Benaglio; Sidibé, Glik, Jemerson, Henrichs; Ahoulou (Adama Traoré, min. 68), N'Doram; Grandsir (Sylla, min. 77), Tielemans, Chadli (Mboula, min. 58) y Falcao

1

-

2

Atlético de Madrid

Oblak, Juanfran, Giménez, Godín, Lucas, Rodrigo, Koke, Saúl, Correa (Lemar, min. 70), Griezmann y Diego Costa

  • goles 1-0. min. 19. Grandsir. 1-1. min. 31. Diego Costa. 1-2. min. 45+1. Giménez.

  • árbitro William Collum (Escocia). Amonestó a Falcao, Giménez, Sidibé, Traoré, Diego Costa.

  • incidencias Estadio Luis II. Unos 12.500 espectadores. Primera jornada de la Champions League 18-19, grupo A. Simeone no estuvo en el césped ya que cumplió su último partido de sanción. La familia real del Principado de Mónaco acudió al palco de honor del estadio.

Fue un encuentro extraño, en el que Giménez debió abrir el marcador pero fue el que lo cerró. Al uruguayo le anularon un gol de manera inexplicable antes de cumplirse el primer minuto. El Atlético compareció con ganas y tuvo la primera gran ocasión, gracias a un pase interior de Griezmann a Diego Costa que el hispanobrasileño pegó demasiado cruzado ante Benaglio, aquel suizo que nos amargó en el Mundial de Sudáfrica.

Pero el cuadro del Cholo está teniendo últimamente unos errores defensivos muy groseros y esta campaña sus errores están siendo penalizados con un gol. Saúl hizo una 'boutade' al intentar controlar con el pecho en el balcón del área, le robó la pelota con una arrancada Falcao y pero Correa, en el área para ayudar, hizo un mal despeje que se convirtió en una bola muerta perfecta para Grandsir, que con ese '29' parecía Mbappé en alguna de sus arrancadas.

El Mónaco, que asustó y obligó a Oblak con disparos lejanos de N'Doram y Ahoulou, soñó con el 2-0 pero no contó con sujetar a Griezmann entre líneas, que dejó con la zurda un pase medido para que Diego Costa en carrera fusilase ante Benaglio. No perdonó el delantero pese a que la pelota botaba de manera tan irregular tanto que desde lejos parecía un conejo. Ambos equipos concedían muchos espacios, siendo el Atlético el que mejor podía explotar esa ventaja. Curiosamente optimizó una de sus mejores armas de la 'era Simeone', al que se escuchaba gritas en las gradas de un estadio que muchas veces estaba en silencio.

El valiente Giménez es una bestia en el juego aéreo, intuitivo y que busca el gol sin importarle el número de rivales que tenga delante. Así fue en el Luis II. Lo ha demostrado a lo largo de su carrera en partidos importantes (seis de sus siete goles con la rojiblanca han sido de cabeza) e incluso en el último Mundial. No sólo evita goles rivales, despejó varios balones que pudieron ser el empate, sino que marca para ganar puntos. Su golazo justo antes del descanso fue un golpe que necesitaba moralmente su equipo.

Jardim, viendo que nada cambiaba, reclutó a Mboulá para atacar con dos puntas a un Atlético que era superior pero no buscó con ansia el tercero que sentenciara el duelo. Falcao estuvo a punto de irse a la caseta por un piscinazo en el área, viendo que el Atlético, que sólo hizo un cambio, pero que se aculó demasiado en los minutos finales. Optó porque el partido se consumiese y pudo costarle muy caro en un cabezazo de Glik. Resistió en su segunda casa y recuperó sus sensaciones en Europa, donde por méritos propios ya es un grande.

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