El Villarreal, a semifinales por inercia

El premio de una tarde-noche algo fría en el Coliseum Alfonso Pérez era nada menos que una penúltima ronda de la Copa del Rey. Para algunos equipos, no supondría demasiado, pero para el cuadro castellonense, que jamás había alcanzado esa ronda, suponía un logro histórico.

En el horizonte del Getafe se presentaba la opción de alcanzar sus cuartas semifinales para reeditar aquella eliminatoria apasionante que ganó al Barcelona en la temporada 2006-07. Sin embargo, el estado de la entidad madrileña, mermada por problemas relacionados con los despachos, invitaba a centrarse en la Liga.

Quique Sánchez Flores así lo entendió desde que llegó al club. La Copa no se iba a tirar a la basura, pero los mejores jugadores se iban a reservar para objetivos más importantes. Lo dijo y lo cumplió cuando jugó los octavos de final contra el Eibar y tampoco falló en los dos duelos frente al Villarreal.

El técnico madrileño sacó al campo al "Getafe B". Con cuatro canteranos sobre el césped (Emiliano Buendia 'Emi', Alex Felip, Pedro Astray e Iván López Álvarez 'Ivi'), y con varios suplentes como el portero Jonathan López o Álvaro Arroyo, intentó dar la vuelta al 1-0 del choque de ida.

En el banquillo esperaba la actual columna vertebral del Getafe. Pablo Sarabia, Álvaro Vázquez, Jorge Sammir y Diego Castro contemplaron una primera parte de tanteo, en el que no hubo ningún disparo a puerta.

Nadie consiguió atinar entre los tres palos. Lo más cercano a una ocasión fue una falta botada por Pedro León. El balón se paseó por el área de Sergio Asenjo, que sacó una buena mano para evitar un remate de cabeza del colombiano Freddy Hinestroza muy cerca de la línea de gol.

Esa oportunidad y un remate de Ivi que se marchó fuera, fue lo único que hizo el Getafe. Dominó el primer acto, pero no pudo culminar una sola jugada. Y eso que el Villarreal parecía conformista, también con un equipo menor, con la novedad del costarricense Joel Campbell en el once y con un banquillo en el que brillaban Denis Cherysev o el argentino Luciano Vietto.

Dominio sin ocasiones

Los hombres de Marcelino García Toral tampoco enlazaron ninguna jugada de peligro y así acabaron los primeros 45 minutos, que fueron más de tanteo que de juego de verdad. Por eso, se esperaba una segunda parte con el Getafe lanzado a por la remontada.

Así fue, por lo menos en los quince primeros minutos, en los que el conjunto madrileño gozó de su mejor ocasión con un centro envenenado de Hinestroza que acabó golpeando el larguero de la portería de Asenjo. Ese susto provocó movimientos en el Villarreal, que sacó al campo a Denis Cherysev y a Giovani dos Santos.

Quique respondió con Pablo Sarabia para dar un poco de empaque al Getafe, que, con los cambios, solo tenía algo más de veinte minutos para intentar igualar la eliminatoria. Lo intentó, pero la tónica del partido era la misma que en el primer acto: dominio pero sin ocasiones. Y, mientras, el Villarreal, sin hacer nada, se frotaba las manos pensando en el Barcelona.

Además, tuvo la suerte de dar en la diana con un gol de Gerard Moreno, que aprovechó un rebote para quedarse solo delante de Jona. El delantero catalán no falló en el único disparo a portería del Villarreal en todo el partido y cerró cualquier atisbo de remontada.

Era el minuto 79 y ahí se acabó todo. Los minutos y el tiempo se cumplió para hacer feliz al Villarreal, que con muy poquito jugará por primera vez en su historia unas semifinales de la Copa del Rey. El Getafe lo intentó sin sus mejores hombres. Dio la cara y ahora podrá centrarse en la Liga, competición en la que realmente se jugará las habichuelas de aquí a final de curso.