Bruno vence la resistencia del Getafe

El conjunto amarillo sumó su decimosexto partido sin perder a costa de un 'Geta' que estuvo a la altura, a pesar de salir con un once que no ocultaba la prioridad liguera para los de Quique Sánchez Flores. El conjunto madrileño salvó el monólogo del 'submarino' en la primera mitad para después imponer su ritmo en la segunda. El Villarreal, que contó con un Gerard negado en punta, terminó haciendo justicia, aunque la eliminatoria quedó abierta para la semana que viene en el Coliseum.

Sin duda el Getafe se salió con la suya en la primera mitad. Sólo el pecado en ocasiones de la precipitación o quizá de buscar la perfección y la mala puntería de Gerard impidieron que los locales no se fuesen con una buena ventaja al descanso. La intensidad azulona de inicio, con buena presión y seriedad atrás, pronto se vio superada por el buen hacer amarillo, que no encontró la red tampoco en la última buena de Dos Santos.

Hasta cuatro ocasiones claras tuvieron los de Marcelino, pero el Getafe aguantó el tipo y salvó durante 45 minutos el mal trago de medirse a uno de los mejores equipos de la Liga actualmente. Y es que el 'submarino' apareció por ambas bandas, por el centro, por arriba, elaborando o a la contra. El acoso tuvo como protagonista a Gerard, pero hasta en tres ocasiones remató alto sendos pases de la muerte.

Los de Quique Sánchez Flores pasaron el mal trago, en especial en la primera media hora, y pudieron asomar por la meta de Asenjo gracias a la calidad de Yoda y a una mayor posesión de balón. Incluso los visitantes reclamaron un penalti a Juan Rodríguez, pero el colegiado canario Hernández Hernández no entendió pena máxima en el contacto de Dorado. Sin acierto de cara al gol, el Villarreal perdonó a un Geta que entró en la segunda mitad de nuevo con esa sensación de comodidad en tierra hostil.

Marcelino buscó recuperar la chispa de su equipo desde el banquillo, dando pronto entrada a Bruno y Moi Gómez, pero el ritmo del encuentro pasó a ser el que le interesaba al Getafe. De hecho, al contrario que la primera mitad, el Villarreal tardó 20 minutos en asomarse a la meta de Jona. Lo que no cambió fue el mal fario de Gerard, quien falló dos consecutivas a placer, la primera con gran intervención eso sí del tercer portero azulón.

En el bando contrario, antes de marcharse cambiado por Sarabia, Yoda tuvo la réplica. La fe de los visitantes comenzaba a ver posible sacar incluso petróleo de El Madrigal, pero la calidad de los de amarillo terminó apareciendo a balón parado. Vietto, que disputó los últimos 20, forzó una gran falta desde la frontal que el capitán no desaprovechó para sacar al menos una mínima ventaja de cara al duelo de vuelta por estar en semifinales.