Los fisioterapeutas advierten: «La probabilidad de lesión crecerá»

Los técnicos pueden charlar con los jugadores e incluso impartir teoría, los preparadores físicos se graban para guiar con los ejercicios y los deportistas ya se han hecho un hueco en casa para entrenarse. Pero los que han quedado fuera de juego son, por ejemplo, los fisioterapeutas, fundamentales en el día de los equipos profesionales y que ahora no pueden usar su principal herramienta, el contacto directo, tangible. Se han tenido que pasar también a las 'teleconsultas'.

«Sabemos que la mayoría están sanos y no han tenido más problemas. En otros casos, en concreto tres en el Unicaja, que son lesiones con larga duración, sí he mantenido un contacto más continuo para pulir las pautas de trabajo de recuperación. Les he mandado vídeos con ejercicios y ellos nos cuentan cómo van progresando. Todo a distancia. Evidentemente el tiempo juega a nuestro favor en cuanto a que algunos ya se han recuperado de sus molestias, aunque cuando volvamos tendremos que hacer una nueva valoración de cómo están y en qué situación se encuentran. No es lo mismo atenderlos por videollamada que hacerlo en la pista», introduce a SUR Mario Bárbara, uno de los fisioterapeutas del Unicaja.

Desde el departamento de fisioterapia del Málaga coinciden en que están pudiendo aportar desde su rol en el equipo: «Por suerte, hoy en día es algo que les pasa a todos, estamos aprendiendo a usar y potenciar las herramientas para conectarnos con los jugadores. Y luego tenemos muchos recursos terapéuticos para asesorarlos bien sobre problemas que venían arrastrando o con otros que pueden surgir del trabajo a diario, porque siguen entrenando en casa». Desde los dos clubes no se muestran excesivamente preocupados por las posibles consecuencias de entrenarse en casa porque «los jugadores ya tienen esa soltura y ese grado de conocimiento, porque ya se usaban a diario antes del confinamiento», analizan desde el Málaga.

«No tienen la exigencia habitual y los niveles de sobrecarga no son los mismos. Pero la mayoría de los jugadores tienen otros muchos dispositivos de recuperación en su propiedad, está muy extendido en el mundo del baloncesto profesional que el jugador invierta en su salud. Tienen máquinas de compresión con frío, pistolas de masajes, rulos o pelota... muchas cosas», aporta Mario Bárbara y lo amplían desde el equipo de fútbol.

«Existen muchos tipos de dispositivos. Y los hay mucho más sencillos y menos costosos que las famosas pistolas de masaje. Una mera pelota de tenis se puede emplear para liberar la tensión de algunas zonas. Luego están los famosos rodillos o rulos de liberación miofascial. Con esto, se vuelca el cuerpo en una determinada posición para aplicar un masaje efectivo sobre una zona. De esta forma de autoliberación muscular puede tratar casi la mayoría de las partes del cuerpo. Y luego estas herramientas tienen la capacidad de autodiagnosticar, ya que puede hacerte sentir una sensación anómala», explican desde el Málaga, donde también confirman que «no hemos tenido constancia de la aparición de una nueva lesión.

En cambio sí tenemos una buena noticia con la recuperación de la mayoría de los que lo estaban. Al no haber ya contacto directo ni impactos en el día a día, los factores potencialmente lesivos disminuyen por pura probabilidad. Por una parte es bueno porque ganamos con la natural recuperación de la lesión, pero perdemos en cuanto a la forma física. No es que la pierdan toda, pero obviamente en las actuales condiciones, a pesar de todos los planes de entrenamientos para mantener lo máximo posible, es cierto que no es el mismo nivel que se alcanza en el campo», reconocen.

La misma preocupación comparten en el equipo de baloncesto sobre este periodo de congelación de su actividad normal. «Las consecuencias nadie las sabe, lo iremos viendo cuando volvamos. Si han realizado el trabajo que nuestros preparadores físicos le han ido mandado, volverán con un nivel muscular aceptable. Pero no como para poder entrenarse enseguida, habrá que ir poniéndolos a tono para prevenir lesiones, que es la gran duda y riesgo que hay en la vuelta, para una maquinaria que ha estado 'parada' durante dos meses ponerla en funcionamiento al doscientos por cien, como se ve que se va a tener que jugar. Les pasa a nuestros jugadores y a cualquiera que no haya podido correr más de 10 metros seguidos estos meses», reflexiona Mario Bárbara.

Tampoco le salen las cuentas a los fisioterapeutas del Málaga. «Por la frecuencia que van a competir, y porque todavía no tenemos claro el periodo de preparación que vamos a tener, somos conscientes de que el riesgo de lesión es mayor. Estamos en una situación inédita y lo único que sabemos es la respuesta habitual del organismo a este tipo de esfuerzos. En el momento de que se eleve la frecuencia de partidos y la preparación sea inferior a la habitual, la probabilidad de lesión crecerá. Se espera una incidencia mayor. Todo pasa porque el éxito de este plan de contingencia y no haya nuevos contagios», valoran desde el departamento de fisioterapia del Málaga, quienes piensan que el protocolo de LaLiga, donde les obligan a trabajar siempre con guantes y mascarillas diferentes por jugador, para volver a los entrenamientos se puede cumplir, y «desde nuestra parte la predisposición es total».