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álvaro vilches
Miércoles, 17 de diciembre 2014, 13:28
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No está siendo una buena temporada para los novatos de la NBA, ni a nivel estadístico, ni a nivel físico. La que se anticipaba como la mejor generación de rookies de los últimos años no ha hecho méritos, en los dos meses de competición transcurridos, para merecer esa etiqueta.
La última mala noticia la ha dado Jabari Parker, el ala-pívot de los Bucks de Milwaukee. El ex de la universidad de Duke se ha roto el ligamento de su rodilla izquierda y se perderá lo que queda de temporada.
Parker estaba siendo el novato más destacado del año y figuraba como candidato a ser el mejor de la temporada gracias a sus 12,3 puntos, 5,5 rebotes y 1,2 robos de balón. Además, los Bucks estaban sorprendiendo a toda la liga con un balance de 13-12 que les coloca sextos en la Conferencia Este. La lesión del jugador de 19 años, elegido en segunda posición en el pasado Draft, se une a la de otros novatos de los que también se esperaba mucho.
Julius Randle, la elección más alta de los Lakers de Los Angeles desde el año 1982, se lesionó la tibia en el primer partido de la temporada de los californianos. Está previsto que el ex de los wildcats de Kentucky no pueda jugar de nuevo hasta la próxima campaña.
Una suerte similar corrió el pívot Joel Embiid. El jugador de los Sixers de Filadelfia, drafteado en tercera posición, aún no ha disputado ni un minuto con la plantilla de Pensilvania. Se esperaba que Embiid formara pareja en la pintura con Nerlens Noel, aunque unas molestias en el pie le obligaron a pasar por el quirófano y podría no jugar en todo el año.
Más allá de las lesiones, las expectativas deportivas tampoco se están cumpliendo. Quizás el caso más grave es el del número uno absoluto del pasado Draft, Andrew Wiggins. El alero de los Timberwolves de Minnesota, que llegaba con la vitola de futura estrella de la NBA, está en unos decepcionantes 12,6 puntos de media con un pírrico 39% de acierto en tiros de campo en los 30 minutos de juego por partido que disputa.
Aunque el de Wiggins quizá sea el ejemplo más dramático, otros rookies están rindiendo muy por debajo de lo que se esperaba esta temporada. Son los casos del ala-pívot de los Magic, Aaron Gordon, o el alero de los Bulls, Doug Mcdermott, entre otros.
Dos meses en los que una generación ha despertado más dudas que asombro y en los que se ha logrado que parezcan lejanos los debates sobre el ahora impensable 'tanking' (dejarse perder partidos para mejorar la posición de cara al Draft).
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