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Rosa María Molló, en una imagen de archivo. R.C.
«Pensé que me habrían olvidado»

«Pensé que me habrían olvidado»

Rosa María Molló ha vuelto a TVE para presentar 'Informe semanal'. «He llegado a un país que estoy conociendo de nuevo»

Julián Alía

Miércoles, 4 de septiembre 2019, 00:17

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Rosa María Molló (Lérida, 56 años) aún está redescubriendo España en su vuelta a TVE, donde va a presentar 'Informe semanal'. Tras años fuera, en Estados Unidos, en Asia y en Oriente Medio, como jefa de las oficinas de RTVE, y unos años en excedencia, en los que paró para «reflexionar» y dedicarse al «al cambio organizacional, al 'management' y al 'coaching», la periodista es la encargada de sustituir a Pilar García Muñiz al frente del formato de fin de semana.

- ¿Llega con novedades el formato?

- 'Informe semanal' es 'Informe semanal', y se avecinan novedades, pero ya las iremos desgranando. Lo importante es hacer un buen aterrizaje. Estoy muy contenta con la expectación que se ha creado. Muy agradecida y un poco aturdida también, siendo sincera. Yo pensé que ya me habrían olvidado, y ahora paseando por Madrid me está pasando una cosa muy interesante. Después de estar tantos años viviendo fuera, la gente me dice: 'Ah, estás de vacaciones. Hace tiempo que no te vemos', y a lo mejor hace ocho años.

- ¿Cómo ha sido esta vuelta a España?

- Tenía mi domicilio en Estados Unidos, pero he seguido viajando por diferentes países donde la tele me asignaba. Me sabe un poco mal decirlo, pero es como que he llegado a un país que estoy conociendo de nuevo. Veinte años es mucho tiempo y las cosas cambian. Algunas lo hacen para bien y otras para menos bien. Me estoy acoplando a mi nueva casa, a mi nuevo espacio, a cómo se hacen las cosas. Desde el tamaño de los cafés, al ritmo de trabajo.

- ¿Qué cambios ha notado principalmente?

- Después de este tiempo, lo que me he encontrado es un país más multicolor, y eso me ha encantado. Cuando me fui estaba llegando una generación de emigrantes que ya son ciudadanos, y ahora me encuentro a los ciudadanos españoles hijos de aquellos que llegaron. Es maravilloso ver en el metro a jóvenes, universitarios o profesionales. Yo pienso que la diversidad es siempre enriquecedora.

- ¿Cree que hay mucho desconocimiento sobre Estados Unidos?

- Creo que Estados Unidos no conoce el mundo, y que el mundo no conoce a Estados Unidos. Yo pienso que Estados Unidos va situando los países según las guerras que hace o inicia, o los conflictos diplomáticos o comerciales. Van conociendo la geografía mundial en función de sus movidas, pero también ocurre en el sentido contrario. Estados Unidos es un mundo de mundos. Pensamos que es muy uniforme y no lo es.

- ¿Ni siquiera culturalmente?

- En términos culturales, sí, pero el mundo también se ha americanizado en este aspecto. Después, interiormente, son muy respetuosos con su idiosincrasia de estado a estado. Eso es algo que yo admiro muchísimo, y ojalá los españoles también fuéramos capaces de hacerlo. Hablas con un tejano, o gente de Nuevo México, o de la baja California o de la zona de Alaska, y cada uno preserva mucho su identidad y contribución al colectivo. Y yo lo admiro mucho. Como el respeto institucional, independientemente de las divergencias que puedan tener. Hay límites que nunca cruzan, y ese es uno de ellos. No les envidio en casi nada, pero en esto sí.

- ¿Cómo ha vivido esta era de Donald Trump?

- Con preocupación. Es una personalidad, un personaje, que hace política, no un político que tiene una personalidad. Desde mi punto de vista, es peligroso. No el presidente Trump, sino tener políticos tan irreflexivos, tan impulsivos. Así lo he vivido, pero también es interesante ver cómo el mundo se acopla a todo. No olvidemos que lo han elegido los ciudadanos.

- Ha viajado por gran parte del mundo.

- Cuando has vivido o trabajado en diversos países aprendes a frenar tus juicios. Los países dejan de ser países, lugares en el mapa, para ser caras de personas que conoces con caras y apellidos. Asocias todo a través de esa gente que tú conoces, que pueden ser tus amigos o no, o simplemente momentos o circunstancias que has vivido allí. Es un filtro interesante, porque te obliga a parar para ver y para escuchar.

- ¿Qué lugar le ha marcado especialmente?

- Soy una enamorada de la geografía. Honestamente, me siento bien en todas partes. Siempre digo que soy nómada por vocación y periodista por profesión, y viceversa. Me siento bien donde estoy, me gusta cada lugar al que voy, y procuro aprovecharlo al máximo siempre. Esto es como las personas. Unas pasan por nuestra vida de forma indiferente, pero casi todo el mundo, incluso con la indiferencia nos deja algo. Y otros nos marcan profundamente. Con los lugares pasa lo mismo.

- ¿Y algún hecho o acontecimiento?

- Desafortunadamente, solemos tender a recordar más las cosas desastrosas. Quizá porque nos duelen más. Por ejemplo, el Katrina me marcó muchísimo, hasta el punto de que voy periódicamente a Nueva Orleans. De Oriente Medio, las primaveras árabes, por lo que pudieron significar y no lo hicieron, y por lo que se consiguió a pesar de todo, aunque no lo parezca. Y de Asia, la personalidad de la gente, cómo los ciudadanos aprenden a vivir, convivir y superar regímenes no siempre democráticos. La paciencia asiática es algo que me marcó mucho, al margen de otras cosas, por supuesto.

- ¿Hay algún reportaje que recuerde con cariño especial?

- Pues. podría decir que sí, pero voy a decir que no. Esto es como los pintores. ¿Cuándo dan una obra por acabada? Las noticias no esperan, te guste o no, pero, como el artista plástico, siempre cambiarías o mejorarías algo. A mí me sucede que cuando doy un trabajo por acabado, para bien o para mal, mi cabeza ya está en el siguiente y ese ha dejado de preocuparme.

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