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Resistiendo

CRÍTICA DE TELEVISIÓN ·

BOQUERINI

Lunes, 16 de noviembre 2020, 00:06

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Vaya lío que se montó en #0 de Movistar+ el jueves por la noche. Estamos acostumbrados a que acaba 'Late motiv' y a renglón seguido comienza 'La resistencia'. Pero el jueves, tras 'Late motiv', se emitió un documental de osos polares, que dejó frío a los espectadores. Uno siempre se espera lo peor con estos programas trasgresores. Ya el día anterior Buenafuente nos había enseñado el culo. No era una novedad, ya lo había hecho en la gala de los Goyas, pero ¿a qué más se puede llegar? Pues cada día llega después David Broncano en 'La resistencia', para demostrar que el límite está donde cada uno lo quiera poner. Ese Broncano, tan impecablemente trajeado por fuera y tan irreverente y trasgresor por dentro. No olvidemos que 'La resistencia' fue donde se popularizó el 'satisfayer', con la entusiasta colaboración de Candela Peña que hablaba un día tras otro de sus excelencias.

En 'La resistencia' puede pasar de todo y el lenguaje incorrecto que se emplea de forma natural no es lo más rompedor. Los invitados que acuden al programa saben que se va a charlar de todo lo divino y lo humano, salvo de su trabajo, entre otras cosas porque Broncano no ha visto sus películas si es un actor o director, ni ha leído sus libros en el caso de un autor. Y además de responder a cosas impensables, cada invitado suele llevar algún regalo al presentador. Ante estos precedentes, cuando el jueves, en vez de empezar 'La resistencia' aparecieron los osos polares, cualquiera pensó que el programa de Broncano había pasado a mejor vida. No es la primera vez que un programa desaparece sin ningún aviso, y el espectador parece preparado para lo peor. Afortunadamente, el programa empezó 15 minutos después, en la onda habitual. Solo los resistentes que aguantaron a los osos pudieron disfrutar con él.

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