Maderos

Coincide con 'El reino' en mostrar un país dominado por la corrupción en donde todo vale, incluso aquí el utilizar como chivo expiatorio a este grupo de antidisturbios para ocultar unos asuntos muy turbios. No es una serie redonda, pero es muy necesaria. Lo mejor está en esos continuos giros de guion siempre sorprendentes. Cuando se cree saber quienes son los buenos y quienes los malos, todo cambia.

También posee algunas cosas que no aportan nada. La escena de sexo de la agente de asuntos internos, que no conduce a nada, el barco 'Piolín', que provocó cierta hilaridad en el pase de prensa y una trama que se alarga demasiado para que cubra los seis episodios de 50 minutos cada uno de que consta. Pero el final es siempre el mismo, como no puede ser de otra manera: los poderosos siempre ganan.

Sorogoyen se muestra como un buen director de acción, y eso que contra lo que pudiese parecer solo hay dos secuencias de acción: el desahucio del inicio y un partido de futbol de alto riesgo en el Bernabeu. La serie se verá por Movistar+ a partir del 18 de octubre. Será el momento de volver sobre ella.