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Coser y cantar

CRÍTICA DE TELEVISIÓN ·

BOQUERINI

Lunes, 2 de marzo 2020, 00:21

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Lo llaman 'talent shows'. Es la última invención en los concursos, donde los participantes deben demostrar sus habilidades en campos muy concretos. Sea la música ('OT', 'La voz'), la cocina ('Master Chef') o la costura. Y ya estamos sumergidos en la tercera edición de 'Maestros de la costura'. Como coser y cantar todo es empezar, y tirando del hilo se llega al ovillo, en este caso el programa pretende que muchos aprendices aprendan a confeccionar sus propios vestidos, aunque en muchos casos, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Pero no se engañen, nadie da puntada sin hilo y los participantes están a mitad de camino entre concursantes e integrantes de algún 'reality'. Y como para muestra basta un botón, el lunes de la pasada semana, los aprendices tuvieron que confeccionar un conjunto de ropa interior deportiva. Pero claro, botón sin ojal no se puede abrochar, y algunos no pasaron la prueba como deberían. Ya se sabe, costurera sin dedal cose poco y cose mal. Veremos cómo se apañan este lunes porque la buena costurera cose bien de cualquier manera, y la mala costurera, cuando pierde el dedal pierde la tijera. Mención aparte merece la labor de Raquel Sánchez Silva. No consta que sepa coser, pero el hábito no hace al monje y se desenvuelve con mucha habilidad entre patrones, telas y tijeras como conductora, porque es capaz de meterse por el ojo de una aguja y las que han sido costureras nunca abandonan las tijeras, ya que lo mismo valdría para 'OT' (con permiso de Roberto Leal, que también lo hace muy bien) o para 'Master Chef', Y como siempre, nunca falta un roto para un descosido.

En esta tercera edición se apuesta por la moda sostenible, con jurados como Lorenzo Caprile o Palomo Spain aconsejando a los aprendices: costurerita que te pinchas el dedo, no mires a la calle y te pincharás menos.

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