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CHARLAR EN LA TELE

MIKEL LABASTIDA

Martes, 11 de diciembre 2018, 00:06

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Hay una televisión que grita y otra que charla pausadamente. De esta última dio buena muestra Jordi Évole el domingo, cuando debatió con Carlos Herrera, de manera amigable, en torno al fenómeno de Vox en Andalucía. No fueron pocos los que se sorprendieron de que ambos estuvieran tan de acuerdo en algunos asuntos. Va a ser verdad que hablando se entiende la gente. Eso, o que lo que se estaban tomando en la barra donde se grabó la conversación les afectase. Sobre todo al periodista de la Cope, que enfadó a sus seguidores habituales -a los que les resultó blando- y desconcertó a sus detractores, que seguramente esperaban de él otro tipo de opiniones y de confesiones. Vamos, que lo que menos imaginaban es que Herrera iba a acabar contando que había votado en los comicios andaluces al Partido Comunista. Faltó que Ana Pastor después pasase la afirmación por su máquina de 'fast-check' para comprobar si eso es cierto o no. Al margen de esto, el mano a mano entre los dos presentadores resultó cordial, no dejó casi ningún tema por tratar y arrojó algunas hipótesis sobre la realidad andaluza que pueden explicar los resultados electorales.

Otro que charla bien (esto es: sabe escuchar, no interrumpe y pregunta adecuadamente) es Jon Sistiaga, que ha vuelto a Cero, el canal de Movistar, con 'Tabú', que en sus nuevas entregas ha tomado como leitmotiv los siete pecados capitales. Y esta excusa le permite tratar problemas como la corrupción, la anorexia, la depresión o la adicción sexual. El periodista plantea cuestiones difíciles, arranca testimonios que dejan impactado al espectador, no se queda en la anécdota ni en el dato morboso. Y eso que con algunas temáticas bien podría tener la tentación. Tampoco hace falta.

Eso bien lo saben los chicos de 'Radio Gaga', que han demostrado que se puede atrapar igual al espectador sin necesidad de poner en evidencia al invitado, sin llevarle al extremo, sin simular un interrogatorio policial. Lo mejor es generar buen clima, dejarse llevar y encontrar el tono adecuado. Afortunadamente nuestra tele cuenta con buenos ejemplos de ello.

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