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Javier Gutiérrez enfrentado a la novela con mayúsculas. :: e. c.
El terror a la página en blanco

El terror a la página en blanco

O. BELATEGUI

Sábado, 18 de noviembre 2017, 00:35

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Manuel Martín Cuenca tuvo claro que no podía respetar el título original de la primera novela de Javier Cercas, 'El móvil', que este escribió cuando tenía 23 años y soñaba con ser un novelista de éxito. El autor de 'Soldados de Salamina' acababa de salir de la universidad, había hecho la mili y no tenía un duro en el bolsillo. Hasta tuvo que pedir un préstamo a su familia. Y entonces contó la alucinada historia de un hombre dispuesto a todo por ver su nombre en la portada de un libro.

Una imagen desopilante e incómoda resume las intenciones de 'El autor': su desnudo protagonista planta sus genitales encima de la mesa, como un Hemingway que escribe «con los cojones». La película, bien recibida en el último Zinemaldia aunque sin suerte en el palmarés, plantea cuestiones tales como los mecanismos de la creación o si es lícito alterar la realidad para nutrir la ficción. Martín Cuenca aparca la gravedad de 'Caníbal' y 'Malas temporadas' y firma una divertidísima sátira protagonizada por un Javier Gutiérrez en estado de gracia.

'EL AUTOR'

  • España (2017). Director Manuel Martín Cuenca. Reparto: Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, María León. Duración: 112 min.

Alienación y locura

Su físico, el de un López Vázquez de nuestros días con trastienda turbia, es perfecto para encarnar a un pobre hombre que va mutando a inquietante manipulador. Porque este personaje digno de Polanski encontrará la materia de sus ficciones en sus vecinos, a los que empezará a espiar para más tarde inmiscuirse en sus vidas. Y según emborrona páginas, más profundo cae en los abismos de la alienación y la locura.

Ambientada en el caluroso verano sevillano, 'El autor' destila un humor cruel y dispara con bala tanto a la prepotencia de los intelectuales (impagable Antonio de la Torre como profesor de escritura) como a las miserias de un país que el director concentra en ese patio de vecinos, con emigrantes tratando de sobrevivir, marujas diabólicas en busca de cariño e hidalgos que añoran la España preconstitucional.

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