Tabacalera descubre a la coleccionista Antonina Gmurzynzka
La filial expone una selección de obra sobre papel como complemento a la muestra sobre las vanguardistas rusas
Tiene la obra sobre papel el doble filo de la delicadeza. Por una parte, ese soporte ofrece posibilidades artísticas y expresivas muy difíciles de alcanzar ... en otros medios. Pero, por el otro lado, la celulosa dicta estrictas medidas de conservación. Así se explica la luz atenuada que cae sobre la sala intermedia donde el Museo Ruso muestra una selección de los fondos de la colección de Antonina Gmurzynzka, centrada en la obra sobre papel.
La exquisita acuarela 'Mesa. Abstracción' (c. 1920) de Natalia Goncharova destaca en un plantel que ofrece también entre sus referencias destacadas 'Composición no objetual' (1916) de Olga Rozanova y 'Composición 58 V' (también de 1916) a cargo de Nadiezhda Udaltsova. Así, los responsables de la Colección del Museo Ruso presentan el montaje en torno a la colección de Antonina Gmurzynzka como un sugerente complemento de la muestra en torno a las pioneras de la vanguardia rusa.
No en vano, el montaje programado hasta el 8 de septiembre ofrece entre sus curiosidades un collage de Varvara Stepanova fechado en 1928 y el boceto 'Techo de un arco en la sala de hierro de la Casa Estatal del Pueblo' (1931) firmado por Anna Leporskaia y Kazimir Malévich. «Antonina Gmurzynzka fue tal vez la primera coleccionista occidental que mostró un interés serio y profundo por el arte ruso de inicios del siglo XX. Desde hace ya varias décadas, su hija Krystyna ha continuado y enriquecido la labor coleccionista. Sin que haya en ella un énfasis intencionado por las autoras, lo cierto es que la colección presenta un considerable número de obras debidas a mujeres artistas: no es más que el reflejo de lo que fue la realidad de aquellos años», sostienen desde el Museo Ruso sobre esta pequeña exposición de contexto en medio de la renovación total de las salas de Tabacalera.
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