Sleeper: Cóctel de espías, villanos y superhéroes

Para entender qué lo hace tan bueno hay que viajar a comienzos de los 2000, donde el guionista Ed Brubaker publicaba una miniserie de corte realista, 'Point Blank', dentro del sello WildStorm de DC Comics. Su propuesta resultó tan interesante para la editorial que decidieron ampliarla con una serie completa de 12 números bajo el título 'Sleeper'. Ilustrado por Sean Phillips, el cómic tuvo una continuación a modo de «segunda temporada», con 12 entregas más, y un capítulo final. Su narración, similar a la de las series de televisión, hace que la novela gráfica sea espectacular, tanto visual como argumentalmente.

La trama nos cuenta la historia de Holden Carver, un agente del gobierno de Estados Unidos que se infiltra en una organización secreta de villanos, de corte terrorista. La salvedad de la historia, que a priori puede pasar por género negro puro y duro, es que la mayoría de ellos tiene algún tipo de poder. Pero este detalle no pasa de ser algo anecdótico. Por ejemplo, el protagonista es capaz de regenerarse e infligir a otros, solo con el roce de su piel, el dolor acumulado en su cuerpo. Una habilidad muy útil si se quiere producir un fallo cardiaco y resultar creíble a nivel médico.

En la organización delictiva, liderada por el calculador Tao y estructurada de forma piramidal, todo el mundo piensa que Carver es un traidor para su país. De hecho, en la agencia nadie sabe que es un infiltrado, solo el jefe de operaciones Lynch, que desde el inicio del cómic está en coma. Es decir, su única vía de escape de un mundo donde lo común es hacer el mal se ha perdido.

Este punto de inflexión, aunado a la necesaria falta de ética que debe ejercer en sus misiones, es lo que da pie a un cómic de género negro que nada tiene que envidiar a los mejores productos de ficción televisivos. Con un dibujo realista que casa a la perfección con el cautivante argumento, Sleeper es una de las mejores historias que se pueden encontrar ahora mismo en las estanterías. La obra completa acaba de ser recopilada en un solo volumen integral publicado por ECC Ediciones. Eso sí, no ha estado libre de críticas por la elección de un tamaño reducido al habitual.

Marvel recupera su adaptación de Tarzán. Ka-Zar, personaje que vio la luz a mediados de la década de 1960 en las páginas de X-Men, se enfrenta ahora a varios enemigos, propios y conocidos, en una Nueva York convertida en jungla. Pero no lo hará solo, ya que junto a él está su inseparable compañero, un dientes de sable, y su pareja, Shanna. Un cómic de lectura ágil, cargado de escenas de acción donde los dinosaurios y demás seres de la Tierra Salvaje campan a sus anchas por la Gran Manzana.

¿Puede un superhéroe matar a un villano sin repercusiones? Aunque en el mundo del cómic es habitual ver cómo los personajes van y vienen sin grandes consecuencias, hay ocasiones en las que no ha sido así. Uno de los casos más notables fue el relato clásico de Flash en el que el corredor escarlata era sentado ante un juzgado acusado de haber matado a su némesis, Flash Reverso, durante un combate. Una historia de comienzos de la década de 1980 que ha sido incluso adaptada en la serie de televisión homónima.

El guionista francés Julien Frey conoció hace años al director Édouard Luntz. Este, que puede pasar desapercibido para la mayoría, fue en realidad ganador de varios premios y tuvo películas seleccionadas en festivales como el de Berlín, Cannes o Venecia. Pero, ¿qué le hizo desaparecer del panorama? Según el cineasta, la culpa la tuvo el productor americano Darryl F. Zanuck. El cómic aborda esta historia y muestra cómo el magnate estadounidense no solo redujo sin pudor la extensión de varios de los largometrajes de Luntz, sino que logró que estos no llegaran al gran público.

Orientado a coleccionistas, Panini ha apostado por el sello Grandes Tesoros Marvel, de gran tamaño y calidad. Su última entrega muestra el clásico enfrentamiento entre el dios nórdico del trueno y el del engaño. Solo que en esta ocasión el relato se narra desde el punto de vista de Loki, lo que permite conocer sus motivaciones. Si ya de por sí la obra de Robert Rodi es magistral, poder vislumbrar en ese cuidado y gran formato los excelentes trazos de Esad Ribic no tiene precio, o sí, 35 euros.

«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». La sabia frase del Tío Ben ha resonado tantas veces como reinicios ha tenido el trepamuros. Pero aunque parezca mentira, aún se puede contar su historia sin caer en la reiteración, conservando ese halo mágico de sorpresa que han perdido los lectores más avezados. Bajo este título se esconde un repaso cronológico a los principales hitos de la historia de Spiderman, que acompañado de un cuidado dibujo, lo convierte en compra obligada.