Rita la Cantaora
GONZALO ROJO
Viernes, 10 de octubre 2025, 02:00
La existencia de Rita Jiménez García, nacida en Jerez de la Frontera en 1859, fue pintoresca sin llegar a ser azarosa, y se redujo a ... amar todo lo que pudo, a cantar todo lo que se le pidió y a saborear todos los goces que pasaron al alcance de su mano. Conocida como Rita la Cantaora, falleció a los 78 años de edad en el pueblo castellonense de Zurita del Maestrazgo.
De esta artista se ha dicho tanto, se ha escrito tanto y tan abultado e incierto que toda esa gama de literatura negra y venenosa a la vez, ha contribuido sin duda alguna, a que en torno a la misma se haya forjado un círculo de adjetivos malsonantes con los que ha pasado a la historia del flamenco y acuñado su nombre a un dicho popular de graciosa intención exclusiva: «Eso, a Rita la Cantaora».
ACTUALIDAD FLAMENCA
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Martes 14 20.00 horas. Peña Juan Breva. Planta primera del Museo de Arte Flamenco. Presentación del número 3 de la revista 'Bandolá'. Número dedicado al titular de la entidad, Juan Breva.
Si seguimos a su biógrafo Yerga Lancharro, encontraremos que Rita comenzó muy joven a ganarse el sustento con el cante. Se inició en su ciudad natal, desde donde pasó a Madrid, meca de todas las artes, obteniendo allí los primeros éxitos junto a la sin par Juana la Macarrona y al 'pontífice' del cante Juan Breva, concretamente en el famoso Café Romero situado en la calle de Alcalá. Igualmente actuó en el Café del Gato, situado en el callejón del mismo nombre en 1906.
Durante su trayectoria artística, principalmente desarrollada en Madrid, alternó con Francisco Lema 'Fósforo el Viejo' y La Coquinera en sus primeros tiempos, y posteriormente con Manuel Pavón 'Maneli' y Manuel Escacena, a lo largo de los años veinte. Su última actuación en público tuvo lugar en 1934 en el Café Magallanes madrileño, con motivo de un festival benéfico organizado por Fosforito el Viejo, siendo acompañado a la guitarra por El Negrete. Cuando el trajín de su vida artística y el azote de los años van mermando su carrera, hace amistad con el bailaor Patricio el Feo, quien se la llevó a vivir a Carabanchel Alto. Más tarde conoció al volquetero Manuel González Flores y, tras un flechazo amoroso, contrajo matrimonio con él. Manuel era viudo, con una hija y cuatro nietos, precisamente a los que hizo mención la periodista María Luisa Carnes en un reportaje aparecido en el periódico 'La Estampa' del año 1935.
En 1936 surgió el torbellino de la guerra y Rita y su familia se marcharon al pueblo castellonense de Zorita del Maestrazgo, donde a las 14.00 horas del día 29 de junio de 1937 sobrevino traicionera la muerte de la artista a la edad de 78 años y a consecuencia de asistolia.
Rita aparte de ser buena conocedora de malagueñas y soleares, interpretó con gracia y buen compás otros estilos, entre ellos las bulerías. Según ella misma declaró en 1935, su copla preferida por soleá es la que dice: «Males que acarrea el tiempo/ quién pudiera penetrarlos, / para ponerles remedio/ antes que viniera el daño».
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