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Mario Virgilio Montañez, Yolanda Quesada, Francisco Salado, Marta Aranda, Ángela Ríos, Felipe Navarro e Isabel Bono. salvador salas Vídeo: Pedro J. Quero
Microrrelatos SUR

La energía de Pablo Aranda vuelve al Aula de Cultura

La entrega de premios del certamen de microrrelatos que lleva su nombre, organizado por SUR, se convierte en un homenaje al escritor y columnista

CRISTINA PINTO

Viernes, 22 de octubre 2021, 00:47

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La energía de Pablo Aranda volvió al Aula de Cultura de SUR, que dirigió durante años. Su magia regresó por momentos en una tarde que se veía caer desde la fábrica de Cervezas Victoria. Su amor estaba en el rostro de su mujer, Ángela. Su sonrisa se veía en la de su hermana, Marta. Su humor se notaba en las bromas constantes de Mario Virgilio Montañez. Su honestidad podía palparse en las palabras de su compañero Alberto Gómez. Su ilusión, en esos ojos brillosos que no dejaron de achinarse durante todo el acto. Sus anécdotas, en los recuerdos de Felipe Navarro. Su esencia, en cada palabra pronunciada. Su pasión por escribir, presente en la celebración de la primera edición del Premio Pablo Aranda de microrrelatos, organizada por SUR en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación Provincial.

«Hoy es un día importante. Entregamos unos premios que llevan el nombre de un compañero, de un amigo a quien echamos mucho de menos. Este certamen de microrrelatos no hace que nos acordemos más de él, porque ya lo hacemos a diario, pero de alguna manera institucionaliza ese recuerdo». Estas fueron las primeras palabras del periodista Alberto Gómez para presentar la entrega de galardones que, por primer año, llevan el nombre y el sello de Pablo Aranda. Todo recordaba a él: incluso, sin quererlo, algunos de los premiados. Aunque como pidió la escritora Isabel Bono, parte del jurado: «Yo sólo participo si no se hace tongo». Y no se hizo. Lo que pasa es que muchos mandaron sus microrrelatos con solo ver el nombre del premio.

Le ocurrió al propio ganador, Felipe Navarro, que reconoce que no suele presentarse a este tipo de premios pero que cuando vio el nombre de su amigo no pudo evitar participar. «Era como una manera de volver a entablar esas conversaciones que habíamos tenido siempre», confesaba. El microrrelato con el que ha ganado este premio, dotado con 1.500 euros, ha sido 'Solipsismo', «un juego con el lenguaje y los significados para darnos cuenta de cómo nos obsesionamos a veces con determinados conceptos».

Los buenos recuerdos y las dedicatorias hacia el legado que Aranda ha dejado entre quienes lo conocieron fueron constantes. Ya lo recordaba Navarro unas horas antes de la entrega de premios: «Lo conocí cuando él estaba comprando una cómoda y yo una estantería», echaba la vista años atrás entre risas. Aunque después las palabras se entrecortaban y no podía evitar emocionarse al hablar de los recuerdos: «Al final uno está permanentemente hablando con la gente a la que admira», puntualizaba el ganador del certamen.

Este recuerdo también llegaba de otro de los premiados. Los microrrelatos de Mónica González ('Los zapatos') y 'Día uno', de Mario Virgilio Montañez, tuvieron menciones especiales, galardonadas con 500 euros cada una. Pues la amistad y el vínculo con Pablo Aranda volvía a estar aquí. En este caso con Mario Virgilio Montañez: «Él fue el motivo principal por el que me presenté al premio. Para mí es un maestro. Por la noche no hacía falta lamparita para leer a Pablo, las páginas se iluminaban solas. El dolor que siento por su ausencia llega a ser físico», confesaba conmocionado el escritor y amigo de Pablo Aranda.

Alberto Gómez, Felipe Navarro y Mario Virgilio Montañez, durante el coloquio posterior.
Alberto Gómez, Felipe Navarro y Mario Virgilio Montañez, durante el coloquio posterior. salvador salas

Fue un acto de entrega de premios lleno de humor. Si bien no faltó la emoción en las palabras de los que recordaban a este escritor y columnista, tampoco faltaron las risas. Se notaba que la esencia de Pablo Aranda estaba en la sala de Cervezas Victoria. Al final más que una entrega de premios todo quedó en un coloquio entre amigos y conocidos del autor. «Yo le conocía del barrio cuando éramos pequeños. Los dos aprendimos a montar en bicicleta juntos, eso no se olvida», rememoraba la poeta y escritora Isabel Bono desde el público. Caminos paralelos. Vidas paralelas. Recuerdos paralelos. Todos con el protagonismo de Pablo Aranda. Y es que, con permiso de los premiados, ese también era su día.

«La sonrisa perenne»

Las palabras del presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, presente en el acto, también mostraron el aprecio que guardan las instituciones hacia quien da nombre a estos premios: «Es un auténtico acierto que estos galardones lleven el nombre de Pablo Aranda y entiendo que haya servido de inspiración a los premiados. Pude llegar a conocerlo y fue un autor íntegro con una vida de compromiso y respeto a todo el mundo. Pablo fue el narrador que jugaba con lo imposible y con lo mágico», dedicaba Salado.

Y magia se hizo ayer en una entrega de premios que fue de lo más especial. Con risas por todas las esquinas y miradas cómplices al comentar y poner anécdotas en común. Tan solo ha sido la primera edición dedicada a Pablo Aranda y ya los microrrelatos tenían, en gran parte, su sello. Esto solo es la primera de muchas y, como dijo Alberto Gómez, responsable del Aula junto a Antonio Javier López: «El talento de Pablo era de otro mundo. Esperamos estar no a la altura de su trabajo, pero al menos sí a la altura de su condición humana, de su amabilidad, de su honestidad, de su forma de hacer las cosas. De su sonrisa perenne».

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