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Lunes, 5 de febrero 2018, 00:28
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Cinco de la tarde de un domingo lluvioso. La entrega de los Premios Goya dejó a lo largo de la noche del domingo infinidad de historias y frases memorables, pero para Adelfa Calvo, intérprete malagueña que se hizo con el premio a mejor actriz de reparto, el momento más importante se produjo en la estación María Zambrano. Al bajarse ayer del AVE que la trajo de vuelta a casa, familiares, amigos y espontáneos la esperaban, celebrando la hazaña, felices. Al teléfono y con las maletas todavía sin deshacer, explica a SUR que no se esperaba tal recibimiento, que no quería «dar el espectáculo», pero admite que se emocionó:«La meta de toda esta locura era llevarle el Goya a los míos, ese era el final de todo este bullicio y esta noche que hemos vivido».
La actriz se hizo con el galardón por su papel en ‘El Autor’ (Manuel Martín Cuenca), y competía con «tres actrices maravillosas» –Anna Castillo, Lola Dueñas y la también malagueña Belén Cuesta–. Asegura que tenía ciertas dudas con respecto a hacerse con el premio: «No esperaba ganar, lo había dicho muchas veces. Estaba nerviosa, mucho, en estas cosas nunca piensas que vas a ser tú y de repente te ves ahí subida, con tanta gente delante en el escenario que durante mucho ha sido un sueño que no sabías si iba a cumplir...».
Más allá de los sentimientos y de la montaña rusa de emociones, Calvo define el Goya como un reconocimiento a su larga trayectoria. «Es como si alguien te dijera, Adelfa, vas bien, vas por el buen camino, sigue peleando». Además, para la actriz, recibir este premio es una manera de conseguir más trabajo y crecer en la industria del cine (después de toda una vida dedicada al teatro).
Al final de su discurso de la gala, en el que agradeció a los suyos y al equipo de ‘El autor’ las oportunidades recibidas, lanzó el grito de «¡me lo llevo para Málaga!». Sobre esto, explica que ella siempre ha apostado por su tierra y por trabajar aquí: «Yo amo esta ciudad, es muy importante para mí, aunque Málaga a veces es ingrata con sus artistas y a veces lo ha sido conmigo; hasta ahora nadie me conocía». Lejos de lamentarse, confía en que este Goya haga que sus conciudadanos se preocupen más por el talento de su casa, «que es mucho». Antes del premio de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Adelfa Calvo ha ganado el Feroz y el Asecan.
Esta reivindicación del valor de la cultura malagueña fue su única respuesta ante el mensaje que el gerente de Turismo Costa del Sol, Arturo Bernal, que criticó en las redes sociales a la industria del cine español por vivir de las subvenciones:«En Málaga vivimos del turismo pero deberíamos apostar por la cultura, no voy a hacer más comentarios sobre una opinión tan banal y ruin».
Otra de las grandes luchas de Calvo, «sin hacer mítines», es la misma que se suponía que se iba a ver en la gala de los Goya: el equilibrio entre hombres y mujeres en la industria del cine. Sin embargo, en las pantallas se vio un espectáculo «escrito por hombres». «No pedimos ninguna locura, ni superioridad, solo que seamos mitad y mitad, como en la vida misma». Para Calvo, lo ideal sería que las mujeres no se quedasen fuera al hacerse mayores, y que recibieran premios en todas las disciplinas, «como es natural».
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