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Francisco Griñán
Jueves, 8 de enero 2015, 02:09
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Se puso tan nerviosa que en lugar de su nombre le pareció que decían María León. La actriz de Carmina y amén también es candidata, pero a la que estaban (de)nominando en aquel momento era a la malagueña Mercedes León, candidata a actriz de reparto por el thriller La isla mínima. «Me habían dicho que tenía alguna posibilidad, pero no me lo podía creer porque además mi papel tiene poquito metraje, aunque, eso sí, aparece en el momento crucial de la película», explicaba ayer la veterana actriz, a la que le recordaron por la mañana que en un rato era el anuncio de los Goya. Puso la televisión para verlo, pero no terminó de asimilarlo. «Tuve que poner la radio y cuando lo escuché por segunda vez me lo creí», explicaba ayer a SUR la emocionada intérprete.
Veterana del teatro malagueño, esta actriz, directora y autora de la compañía Brea encaminó hace años sus pasos hacia la enseñanza, donde ayer vivió un momento irrepetible. Sus alumnos y compañeros de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga (ESAEM) la esperaban para festejar la candidatura al Goya como si hubiera ganado la propia estatuilla. De hecho, la propia Mercedes León recibió ayer la candidatura como un premio. «Es la primera película que hago... y eso que no me quería presentar al casting», recordaba ayer la actriz que, finalmente, hizo caso a su amiga Adelfa Soto que también aparece en la película y se presentó a la prueba. Una sesión que, a la postre, resultó muy rentable. No solo consiguió el papel para La isla mínima, sino que las directoras de casting Yolanda Serrano y Eva Leira también se fijaron en ella para un papel en la serie El secreto de Puente Viejo, en cuyo reparto ha figurado durante un año.
León añade que dar clases le ha «abierto muchos caminos» que ya creía cerrados y que de las clases saca «mucho cariño». «Yo les había dicho que se quitaran de la cabeza lo de una nominación, pero ahora les tendré que contar cosillas de la película», confesaba ayer con una sonrisa Mercedes León, que guarda un gran recuerdo del rodaje del filme hace un año. «Fueron solo dos jornadas, pero las escenas eran un cañonazo», rememora la actriz que destaca el perfeccionismo de Alberto Rodríguez y los ensayos con el director. «Es de lo que te dan confianza y seguridad», apostilla. ¿Y Antonio de la Torre? «Me encanta, tiene algo muy importante: carisma», responde sin dudar.
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