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Los niños ocuparon el atrio de la Catedral frente a la atenta mirada de viandantes y turistas. Foto: Migue Fernández | Vídeo: Pedro J. Quero

La Navidad tiene la voz de 2.000 niños

Villancicos en la Catedral y las canciones de Frisina en San Juan Bautista celebran el Adviento

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Jueves, 20 de diciembre 2018

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Felicitaron las fiestas en inglés, en alemán, en rumano, en turco, en malayo y hasta en suajili para terminar con un sonoro «¡Feliz Navidad!». Un grito de celebración de 2.000 voces blancas al unísono. Los niños, alumnos de los colegios diocesanos de la Fundación Victoria, anunciaron ayer la Navidad desde el atrio de la Catedral en la tercera edición de 'Málaga canta ante la cuna'. Y solo fue el principio, la primera parte de una jornada en la que los más pequeños se hicieron con todo el protagonismo musical. Muchos de ellos volverían a demostrar sus cualidades vocales horas después en la parroquia San Juan Bautista estrenando las canciones en español de Marco Frisina, maestro de capilla de la Catedral de Roma, en un conmovedor recital. Un momento «emocionante», como confesaría la batuta habitual del Vaticano, con la Virgen de Lágrimas y Favores presidiendo de forma excepcional el evento desde el altar.

La batuta habitual de las solemnidades vaticanas dirige el estreno de su música en español en un conmovedor recital con el movimiento coral infantil de Fundación Victoria

La Fundación Victoria se propuso ayer llenar de música Málaga. Minutos antes de las doce de la mañana, la plaza del Obispo era un constante ir y venir de niños llegados de distintas partes de la provincia. Entre el nerviosismo y la expectación, cada grupo buscaba su lugar en la escalinata del templo mientras, de fondo, el grupo musical Santa María caldeaba el ambiente con 'Feliz Navidad' y 'All I want for Christmas is you'. Quedaba claro que algo iba a suceder y viandantes y turistas empezaban a concentrarse en los alrededores con caras de sorpresa y muchas sonrisas de ternura. Es el efecto que provocan los niños.

Con Francisco Haro debutando al frente de la Banda Municipal de Música (tras la reciente jubilación de Francisco Vallejo), comenzó el acto oficial. 'El tamborilero' inauguró el recital en presencia del obispo Jesús Catalá, el vicario general José Antonio Sánchez Herrera –presidente de Fundación Victoria– y el maestro Frisina. 'Las Barbas de San José', 'Los peces en el río', 'Arre borriquito', 'Campana sobre campana' y 'Noche de paz' resonaron en la plaza del Obispo en las voces perfectamente afinadas de los dos mil niños. Nada se había dejado a la improvisación: durante días habían ensayado en clase los villancicos y, además, contaban con el apoyo de la escolanía del colegio Cardenal Herrera Oria.

Los más pequeños ponen actitud, frescura y alegría al multitudinario acto en la plaza del Obispo

La Virgen de Lágrimas y Favores presidió el concierto de Frisina desde el altar

Ellos le pusieron actitud, alegría y frescura a un acto que rompía con la solemnidad propia de las citas catedralicias. Aquí no mandaba el protocolo. Por eso, todos juntos cantaron 'Cumpleaños feliz' al obispo (que mañana cumplirá años), se vio al maestro Frisina haciéndose un 'selfie' con Catalá y Sánchez y, alguna que otra vez, hubo que llamar al orden a los pequeños artistas entre villancico y villancico. Porque aunque demostraron su saber estar pese al frío (que lo hacía y mucho), el viento (que se llevó por delante una partitura) y la singularidad del momento, no dejaban de ser niños.

Antes de despedir el acto con 'Feliz Navidad' en doce idiomas y una oración, Catalá invitó a todos los presentes a poner el Belén en casa para no olvidar el verdadero significado de esta festividad. «Estos días escucharemos muchas cosas de qué es la Navidad que nos invitan a comprar, comer turrón, a estar con la familia y amigos. Pero hemos de remarcar que la Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús», declaró.

Recogimiento

Horas después, se hizo el silencio en el interior de la parroquia San Juan Bautista, donde los bancos resultaron insuficientes para dar cabida a todos los asistentes. Era el turno del recogimiento, la meditación y la escucha. El movimiento coral PueriCantores de Málaga debutaba en directo con un centenar de alumnos de los colegios diocesanos de la provincia de Málaga y una treintena de niños de la parroquia del Corpus Christi de la capital. Les acompañaba el Coro de la Catedral y la agrupación Voces para el recuerdo.

En el repertorio, las canciones de Frisina publicadas en el disco 'Salvador del mundo' y traducidas por primera vez al español por Antonio del Pino, director del coro y segundo organista de la Catedral. Una versión «muy fiel y calurosa» –en palabras del propio compositor– que ha llegado a oídos del Papa Francisco, quien ha agradecido que esta música llegue directa al corazón del mundo de habla hispana (casi la mitad de lo católicos). «El Papa ha recibido un CD», aseguró el músico y maestro de capilla de Roma. Un disco grabado en la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina que coloca a Málaga en el mapa de la música litúrgica. «En México y Argentina sabrán que el coro que canta es de Málaga», dijo durante el concierto.

En reconocimiento a la labor de Del Pino, Frisina le cedió la batuta en las dos primeras canciones, dos temas con aires épicos que transmitían la alegría por la llegada del Señor ('Alegraos en el señor', 'Venid, subamos al monte del Señor'). Después, el maestro italiano tomaría el timón del recital introduciendo cada tema en ese afán evangelizador que le llevó a la música. Melodías conmovedoras de consuelo e invocación, motivantes cantos de alabanza y canciones que transmitían el misterio de María, siempre «bajo la mirada de la Vírgen de Lágrimas y Favores». Canciones de Adviento impregnadas de la dulzura de los niños, que se mantuvieron una hora larga en sus posiciones como auténticos profesionales. Enfrente, un orquesta sinfónica creada ex profeso por padres de alumnos, profesores y antiguos alumnos de la Fundación Victoria, que aportaba grandeza a las interpretaciones. «Hoy la parroquia de San Juan es la basílica de San Pedro», declaró al finalizar el concierto el obispo, que expresó así su sensación de encontrarse ante una «celebración papal» por la dimensión del repertorio.

Frisina, por su parte, confesó sentirse «un malagueño más». Enamorado de la ciudad, donde hace apenas ocho meses estrenó la ópera-oratorio 'Passio Christi', ayer añadió un nuevo vínculo a esta tierra al ser recibido como hermano de la Cofradía Fusionadas. Y el sacerdote, el compositor de música religiosa más interpretado del mundo, está trabajando en nuevos lazos con Málaga. Frisina confirmó que mantiene el empeño de hacer una ópera sobre Picasso, centrándose en el momento en el que pintó 'Guernica', una obra y una tragedia que supusieron una «revelación del alma» para un pintor que siempre había esquivado el sufrimiento. Así tiene más motivos para volver.

La Virgen de Lágrimas y Favores presidió de forma excepcional el concierto desde el altar. Marco Frisina dirigió el recital con sus propias canciones. Marco Frisina, José Antonio Sánchez Herrera y Jesús Catalá. Francis Silva | Migue Fernández
Imagen principal - La Virgen de Lágrimas y Favores presidió de forma excepcional el concierto desde el altar. Marco Frisina dirigió el recital con sus propias canciones. Marco Frisina, José Antonio Sánchez Herrera y Jesús Catalá.
Imagen secundaria 1 - La Virgen de Lágrimas y Favores presidió de forma excepcional el concierto desde el altar. Marco Frisina dirigió el recital con sus propias canciones. Marco Frisina, José Antonio Sánchez Herrera y Jesús Catalá.
Imagen secundaria 2 - La Virgen de Lágrimas y Favores presidió de forma excepcional el concierto desde el altar. Marco Frisina dirigió el recital con sus propias canciones. Marco Frisina, José Antonio Sánchez Herrera y Jesús Catalá.

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