Borrar
Decenas de personas acudieron al Cervantes desconocedores de la protesta. Migue Fernández
La OFM protesta y enmudece

La OFM protesta y enmudece

La orquesta protagoniza la primera huelga de su historia por el desacuerdo entre los músicos y la Junta. Decenas de espectadores se acercan al teatro ajenos a la cancelación del concierto

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 20 de junio 2019, 22:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La imagen era inédita: músicos enchaquetados recibían al público en la calle en lugar de sobre el escenario, y en vez de instrumentos ahora portaban un papel en el que se leía «Los trabajadores y trabajadoras de la OFM de Málaga estamos en huelga los días 20 y 21 de junio». El desacuerdo con la Junta, que rechazó la propuesta de mínimos de los músicos de la Filarmónica, derivó en el primer paro en los 28 años de historia de la orquesta. El concierto con el que se despedía la temporada de abono no se celebró, una cancelación (que se mantiene para la sesión de este viernes) con la que se toparon con sorpresa y resignación decenas de espectadores desconocedores de la protesta. Alrededor de 1.150 personas tenían entrada para los dos días de recital.

«Y este programa me apetecía especialmente», lamentaba Carlos Jaramillo. Suponía, de hecho, el debut en solitario con la orquesta en el Cervantes de la soprano malagueña Berna Perles. «La cultura hay que protegerla, pero debían haberlo informado más y con tiempo», decía Jesús Rosa junto a su madre, que venía desde Motril. Sin obviar la «faena» y «el trastorno» que a muchos les supuso la huelga, las reacciones fueron respetuosas. Incluso hubo quien se lo tomó con filosofía: «Vamos a ver qué pillamos en el cine», se escuchó.

De puertas para dentro, se producía otra estampa inédita: los profesores de la OFM ocupaban su lugar frente a los atriles y afinaban sus instrumentos justo antes de las 20.00 horas en un Cervantes vacío. Llegado el momento, se levantaron y se marcharon. El acceso al patio de butacas se cerró al público –al estar el evento cancelado–, una medida que criticó el comité de empresa al considerar que contravenía el derecho a la huelga, e impedía que quien no quisiera ejercerla continuara en su puesto.

Los músicos, en sus puestos antes de secundar la huelga.
Los músicos, en sus puestos antes de secundar la huelga.

Sea como fuere, desde primera hora de la mañana quedó claro que el concierto de la noche no iba a producirse. El acuerdo de mínimos alcanzado entre músicos y gerencia era inviable para la Junta de Andalucía. Un rechazo que pone en cuestión el buen entendimiento que hasta ahora existía en el consorcio de la OFM, participado al 50 por ciento por el Ayuntamiento de Málaga. El alcalde, Francisco de la Torre, se mostró desde el primer momento dispuesto a asumir los planteamientos de los músicos y, hasta poco antes de la cita en el Sercla, intentó convencer al Gobierno andaluz de que diera el 'sí' al preacuerdo, que no supone ningún coste económico para las partes. Pero se encontró con el 'no' rotundo de la Junta, que ha adoptado la postura global de no mover ficha en ninguna de las movilizaciones de las cuatro orquestas públicas (la de Sevilla también está en huelga).

Desde la Consejería de Cultura insistieron en que «no hay motivos» para la huelga en la Orquesta Filarmónica de Málaga, «con un remanente de medio millón de euros y la tasa de ocupación más alta de todas las orquestas andaluzas». Recordaron, además, que los esfuerzos se están centrando en salvar la situación de Granada, en quiebra técnica, y de Sevilla, en causa de disolución. No obstante, no descartaron subir la aportación a Málaga a partir de enero.

«Es una pena que no podamos concretar el 'sí' a lo negociado, pero el temor a distorsionar y crear problemas en el ámbito autonómico nos impide apoyarlo, sería una deslealtad», detalló De la Torre. La polémica se centra en uno de los puntos del principio de acuerdo. La empresa se comprometía a cubrir todas las plazas vacantes con contratos de interinidad hasta que la ley permitiera su cobertura mediante oferta de empleo fijo. Una medida que es asumible en el caso de la orquesta de Málaga, con una economía saneada y «sin una plantilla exagerada»: algo más de 80 músicos frente a los más de cien de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. «Pero según me explicaba el señor Francés, si esto se extrapola a la orquesta de Sevilla crea problemas dentro de las previsiones presupuestarias de la Junta», aclaró, haciendo alusión al secretario general de Innovación Cultural y Museos que encabeza las negociaciones andaluzas.

El documento pactado, que ya es papel mojado, otorgaba también un mayor peso a los músicos en la elección de nuevo director. La temporada 2020/2021 se programaría sin titular y durante ese curso tomarían la batuta maestros seleccionados por una comisión artística y otra técnica. Después, se propondría un candidato de entre todos ellos a la junta general. Un sistema similar al que se hizo para la elección de Edmon Colomer. Además, se posponía la oferta de empleo público sobre la plaza de ayuda de concertino hasta la resolución judicial del caso de Marina Peláez.

«Se ha desperdiciado una gran oportunidad», aseguró el director Manuel Hernández Silva. Aunque en su opinión, la OFM debió agotar las vías del diálogo antes de convocar la huelga, «una vez convocada y habiendo llegado a un muy buen acuerdo para todos, es una pena que la Junta no lo haya suscrito, pues la situación de la OFM es totalmente distinta a la de Sevilla y ese acuerdo era asumible».

No obstante, la música sigue sonando y la orquesta continuará con sus compromisos de verano. El próximo, un concierto en la Catedral el 28 de junio dentro del ciclo 'La música europea en tiempos de Pedro de Mena'.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios