Pablo López desnuda su alma en Starlite
El cantante malagueño, incondicional del festival marbellí, hace vibrar a la cantera de Nagüeles en una noche de complicidad con el público
Pablo López es uno de los incondicionales de Starlite Occident. Desde que se subió por primera vez al escenario del festival marbellí en 2018, el ... cantante malagueño ha labrado una complicidad única con la cantera de Nagüeles y con su público. Un año más, el fuengiroleño no faltó a su cita. 'El abrazo más grande de todos los tiempos', uno de sus temas más recientes, abrió una noche de música en la que no faltaron emociones.
«Quiero que la cantéis conmigo, para dedicarla a la gente que aún no ha encontrado su sitio», dijo antes de seguir con 'La niña de la linterna'. «¿Qué pasa Starlite?», gritaba ante un público entregado. Con 'El camino' cerró la presentación de una noche que aún daría mucho más de sí. «¿Cómo estáis? Bienvenidos. Me gusta un montón la música desde chico, bien lo saben las paredes de donde uno ha intentado hacerlo. Si te sientes de una manera u otra, sé feliz, vamos a intentarlo, vamos a abrazarnos. Es un orgullo y un privilegio estar aquí siempre», rezó ante un respetable con muchas ganas de disfrutar.
Su cercanía con el público, una vez más, fue la parte más especial. «Me gusta mirar por la ventana. Esto es una de las cosas más bonitas que se ven en la vida, gracias por estar aquí», dijo antes de empezar a tocar uno de sus temas más famosos. 'El patio' levantó a toda la grada de la cantera de Nagüeles como antesala del momento más 'discotequero' de la noche con su single 'Quasi' para luego volver a los inicios de su música con 'VI'. «Dejamos parte de nosotros mismos en un lugar y es etéreo. Cómo me pone a mí de poético la cantera, ¿eh?», bromeó Pablo López entre las risas de sus seguidores.
El cantante malagueño, incondicional del festival marbellí, hace vibrar a la cantera de Nagüeles en una noche de complicidad con el público
El cantante, con su naturalidad habitual, no dudó en hablar con sus compañeros para solucionar problemillas técnicos. «Aprovecho para decir que se me ha roto el pedal, creía que era el del piano y le he dado una patada. Por favor, arregladlo, que quiero escucharlos a ellos, digan lo que me digan», comentó, en referencia a su público, del que no se separó en toda la noche.
Mirando a cámara, el cantante volvió a hacer referencia al alma, esa historia que queda impregnada en sus temas. «Me dejé todo en un lugar, nadie lo recogió, y todavía sigo esperando que alguien lo haga. Quiero compartirlo de una manera especial hoy», dijo antes de acariciar las primeras notas de 'Te espero aquí'.
'Mamá no' y 'Mariposa' fueron los siguientes temas que López escogió para cantar con el público de Starlite Occident, ese público fiel que sabe disfrutar con cada tecla. «Otra, otra», gritaban, una petición que el artista tomó al pie de la letra: con el cajón flamenco y las palmas de fondo, el cantante malagueño versionó parte de la famosa canción 'Estoy hecho de pedacitos de ti' de Antonio Orozco antes de seguir con 'Hijos del verbo amar'.
«Venía para acá y estaba pensando: qué buena tarde se ha quedado para escribir una canción. ¿Hay gente aquí de Fuengirola y de Málaga?», preguntó a un público que le respondió entregado. No solo de la provincia: Pablo López atrae a fans de todo el país. «Tengo la impresión de que esta canción puede llegar lejos, como mínimo cerca de los confines de la provincia de Málaga», bromeó el cantante, ya que, lejos de ser nuevo, era un tema con historia. 'El mundo' volvió a poner en pie al respetable.
'El mejor momento', 'El gato' y 'Suplicando' fueron las siguientes canciones que interpretó un agradecido López. «Aquí hay calidad, Sandra», dijo a la fundadora de Starlite Occident, Sandra García-Sanjuán, que se encontraba entre el público. «Es un día maravilloso, gracias a todas las luces que veo en mi vida».
Con 'Lo saben mis zapatos' llegó la gran sorpresa de la noche: Pablo López bajó del escenario para acercarse a su público, a su gente. «¿Qué queda del Pablo que tocaba en hoteles? Pues todo. Sigo acojonado, suplicando una razón de ser para estar enamorado de esta locura», reconoció.
Pablo López acostumbra a dejar protagonismo a los instrumentos y a su banda, y anoche no defraudó. Su piano, guitarra, bajo y batería estuvo edulcorado por un dúo de vientos que en algunos momentos de especial intensidad hicieron sonar juegos de percusión. El ritmo y el sonido de los timbales son una parte fundamental del 'sonido Pablo López', por lo que la combinación resultó muy acertada.
Con 'La mejor noche', como antesala, la velada acabó con 'Tu enemigo', el broche final a un concierto que no defraudó. Los incondicionales de Pablo López podrán volver a disfrutarlo este verano en el festival marbellí, en un segundo concierto el próximo 18 de agosto.
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