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Público con mascarillas en un concierto de Starlite este verano. Josele
La música en vivo se desploma a la mitad en Málaga en el año de la pandemia

La música en vivo se desploma a la mitad en Málaga en el año de la pandemia

La provincia deja de ingresar más de seis millones de euros en venta de entradas pero cae menos que la media nacional

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Miércoles, 21 de abril 2021, 14:10

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«Son datos devastadores», empezaba diciendo Albert Salmerón, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM). El sector pone números al drama de la música en vivo en la presentación de su anuario: la facturación por venta de entradas en el año de la pandemia cayó un 57% en la provincia de Málaga respecto a 2019 (5,04 millones frente a los 11,7 de doce meses atrás). Más de seis millones de euros se dejaron de ingresar por este concepto tras el crecimiento sostenido que se venía experimentando en los últimos ejercicios.

La situación es incluso más preocupante a nivel nacional, con un desplome del 63,78% en venta de entradas: 138 millones de euros frente a los 382 del año anterior, la cifra más baja en quince años. «Nos retrotrae a épocas en las que la industria del directo estaba muy poco desarrollada en España», señala Salmerón. Ese porcentaje es un reflejo de la drástica reducción de los conciertos: se celebraron 11.851 eventos musicales, 79.255 menos (un 87% menos). Y son, advierten, «datos maquillados» porque enero y febrero de 2020 fueron especialmente buenos, «los mejores» de la serie histórica con una subida de hasta el 50%. En contraposición, en 2020 se vivió el peor agosto con una caída del 85,3% en la facturación.

Fueron menos conciertos y para menos público: solo 2,5 millones de espectadores frente a los 21 millones del año anterior, según información de la SGAE. Desde el inicio de la 'nueva normalidad', las comunidades han tenido que adaptarse a normas cambiantes sobre restricciones de aforo que han limitado la asistencia, unido al miedo inevitable de una parte de la población, por más que la cultura haya demostrado ser un entorno seguro.

Los promotores piden a las administraciones "tener voz" antes de tomar decisiones que frenan su recuperación

Pese a los datos demoledores, la facturación cae menos en Málaga que en el conjunto del país. La provincia ocupa la quinta posición en la venta de entradas, solo superada por Madrid, Barcelona, Sevilla y Cádiz. Representa, eso sí, solo el 3,6% del total con un mercado dominado claramente por Madrid (el 16,4% del total) y Barcelona (15,3%).

Málaga resistió gracias a festivales como Starlite en Marbella, al medio centenar de conciertos del Marenostrum Edición Limitada de Fuengirola y a ciclos de conciertos como el celebrado en La Malagueta o en el interior de los museos de la capital.

Llama la atención que de las cinco primeras provincias del 'ranking', tres son andaluzas. De hecho, por comunidades, Andalucía es la segunda en datos globales (26,3 millones de euros, un 54% menos), por detrás de Cataluña (28,2 millones).

La pandemia rompió con seis años de crecimiento. El sector se recuperaba del daño que la crisis económica de 2008 hizo a la música en vivo, pero el coronavirus le ha devuelto al principio. Por eso, los promotores reclaman «primero un salvamento, y después un plan de reactivación y recuperación del sector», apuntó el vicepresidente de APM, Tito Ramoneda. Solicitan ayudas económicas, flexibilización de los aforos y un fondo de cancelación, pero, sobre todo, «es importante que el sector de la música en directo tenga una voz antes de que se tomen decisiones» en las administraciones públicas.

Imagen del Marenostrum Edición Limitada celebrado en verano de 2020 en Fuengirola.
Imagen del Marenostrum Edición Limitada celebrado en verano de 2020 en Fuengirola. Migue Fernández

Así se evitarían situaciones como las vividas en las últimas 72 horas. Los promotores rechazaron de plano la propuesta del Gobierno central de limitar los eventos multitudinarios hasta otoño reduciendo al máximo los aforos. Y, según su planteamiento inicial, en las provincias en riesgo extremo –por encima de los 250 casos de incidencia acumulada a catorce días– no se podría celebrar ningún evento multitudinario hasta que no se alcanzara la inmunidad de grupo.

La medida provocó las quejas inmeditas de todo el sector y, de momento, «está parada». “Es absolutamente indefendible”, decía el vicepresidente. “Necesitamos tiempo para planificar, no podemos estar a expensas de normativas arbitrarias que nos afectan totalmente. Por suerte ayer no fue adelante esa propuesta, pero nos mantendremos alerta. No podemos permitir que se tomen esas medidas, necesitamos que nos tengan en cuenta y se tomen decisiones junto al sector”, añadió el presidente.

La recuperación, estiman, no llegará hasta 2022. “Este 2021 es un año para la supervivencia”, resumía Tito Ramoneda. Reconocieron que no está siendo un buen ejercicio. “Estamos con muchísimas limitaciones, restricciones de aforo, con cambios constantes. Nos vemos abocados a aplazamientos, devoluciones de entrada por cambios de horario, toques de queda, confinamientos municipales... El horizonte sigue siendo complejo, pero vemos alguna luz al final del túnel”, concluyó Albert Salmerón.

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