Espontaneidad cómica y folclórica, el encanto del directo de María Peláe
La malagueña reunió a 1.500 personas en su primer concierto en el Auditorio Municipal para presentar su gira 'La que estoy formando'
Si le llegan a contar a María Peláe hace 13 años que un día de terral llenaría el auditorio de su Málaga querida, diría: « ... Pues habrá que estar 'aliquindoi' para ver cómo», porque la fórmula del éxito no es nada sencilla. Puede que su clave esté en el poderío que se gasta y con el que desgasta el escenario. Y encima en tiempos de pandemia, que todo cuesta un pelín más. Hace escasos dos años aparecía como viento fresco para amenizar los minutos previos a un concierto de Vanesa Martín ante 12.000 personas; y como la vida es lotería y rueda, un viernes de agosto y unos 700 días después era la artista protagonista de una noche en la que 1.500 admiradores agotaron las localidades de la explanada y de la grada en su gira 'La que estoy formando'.
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Además, se notaba que la esperaban con fervor, porque cuando los focos no estaban ni encendidos y uno de sus técnicos salió a escena para dejar su guitarra ya se oía el vociferío nervioso y los «¡guapa!« que preceden su salida. Para entonces, el público, muy joven y variopinto, ya estaba encendido y esperando que nuestra folclórica rapera particular se moviera de punta a punta con 'La Niña', un tema que ya acumula más de dos millones de reproducciones en Youtube. En él entona: «¿Qué le pasa a la niña, la niña, la niña, la niña?«, pregunta ideal para contestarla con un: «Pues que está en su bendita tierra».
Su energía levantó los brazos y los silbidos de los asistentes, que no tenían más remedio que bailar con palmas en el sitio. María Peláe, que dio sus primeros pasos como cantautora en la Tetería Zouk o en La Botica del Centro de Málaga, sigue manteniendo la humildad y la cercanía de entonces, un 'plus' fundamental para ganarse a quien escuche su arte más allá de las canciones; porque si hay algo que caracteriza los directos de esta malagueña son los monólogos cómicos que aparecen de forma intermitente entre tema y tema. No es habitual que un artista haga sentir, cantar y reír a carcajada, aunque ella trae el 'pack' completo: «Roberto Brasero me ha dicho que me iba a mandar aire de Levante fresquito, pero yo quería a Málaga con to', con su terral, sus vídeos en Fuengirola y sus espetos de tres euros», contaba entre risas y aplausos mientras seguía relatando sus anécdotas y nervios previos antes de salir.
Con su 'Remix de Lola Flores, Residente y Rosalía', uno de los temas que más han conquistado desde que esta malagueña más malagueña que un gazpachuelo lo lanzó a sus redes, electrificó a los asistentes; con esfuerzo y movimiento, pero respaldada por cuatro músicos armados de batería, guitarra eléctrica, trompeta y saxofón, además de sus habituales ritmos urbanos, recitó de carrerilla la letra en esta remezcla de temas simbólicos y muy diferentes entre sí a los que ella aporta su toque folclórico.
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Además, su espontaneidad y comicidad andaluza hacen que la cita se amenice mucho más allá de su interpretación: «Mi único objetivo de esta noche es quitarme este 'body', esto va a ser un papel de magdalenas... Bueno, y además que salgáis por la puerta una 'mijita' más contentos de lo que habéis entrado», relataba haciendo cómplices a sus seguidores de los pormenores de los 'looks' brillantes de escenario. Y por si fuera poco, les preguntaba habitualmente cómo estaban mientras le daba un «buchito al jengibre» con color de vino blanco.
Sin desgaste alguno, al menos aparente, llegaron al Cortijo de Torres algunos de sus últimos temas antes de una breve retirada para desprenderse del caluroso vestuario: con chaqueta roja de mangas abullonadas y guitarra colgada al cuello, el concierto cambió de tercio con un poquito de melancolía volviendo a recordar los comienzos de quien lucha por su sueño y no desiste: «No se me olvida el apoyo a los pequeños locales, porque antes de empezar a tocar en un teatro tienes que empezar en algún sitio y hay que ayudarlos a que crezcan», adelantaba antes de emocionar con 'Tablas' con acompañamiento de cajón, un tema que rompe con la dinámica de un show que mantiene al público en la cúspide de la energía y la reciprocidad de forma constante.
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Entre anécdotas y reivindicaciones, 'Si se achucha, entra' le sirvió para conectar más aún con su auditorio entre verborrea rítmica y tono pegadizo, pequeña seña de que su concierto estaba llegando a término. 'La quería', con baile, sentimiento y momentos a capella respaldada por las palmas al compás del público, precedió a 'El Tío Juan', el último tema que lanzó este 2021. Ya fue imposible la contención en la grada y la explanada, y movimiento flamenco en el sitio para agradecer a Peláe la 'jarana' que forma ella sola.
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