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Coca Rubio
Laura Insausti: «Me hubiera gustado nacer en otra época»

Laura Insausti: «Me hubiera gustado nacer en otra época»

La Granizada ·

Es la 'mujer alfa' de Dry Martina. La malagueña comparte grupo con su hermano Rafa, su inspiración musical, y mantiene un puente constante con Israel, donde, ukelele en mano, pasa parte del año por el trabajo de su marido, jugador de baloncesto. Eso sí, sin dejar nunca la música a un lado

marina rivas

Martes, 24 de julio 2018, 00:42

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Si hubiera podido elegir, elegiría haber nacido en los 60', cuando dominaba lo que ahora llamamos 'retro' y no primaba el reggaetón. Laura Insausti nació para la música, aunque de pequeña soñara con ser arquitecta y su camino le llevara a trabajar incluso en producción audiovisual. Lleva años recorriendo España junto a Dry Martina y nunca se separa de su familia, en concreto de su hermano Rafa, con el que lidera el grupo. En su próximo concierto, compartirán escenario junto a The Original Blues Brothers, el 7 de agosto en Torremolinos, cita obligatoria con Málaga antes de volver, como cada invierno, a Israel, donde vive parte del año junto a su marido, mitad sueco, mitad israelí, al que conoció en la capital costasoleña cuando jugaba en la LEB Oro con el Clínicas Rincón.

–¿Como quién quería ser de pequeña?

–Como nadie. Yo quería ser arquitecta (ríe), pero al final hice Comunicación Audiovisual, estuve incluso trabajando en eso, pero yo quería ser artista.

Pregunta obligada, ¿Cuántas veces le han cantado lo de 'Laura no está…'?

–Uff… Muchísimas. O eso o me llamaban Laura Pausini.

Leí que el nombre del grupo surgió después de beber un par de martinis secos… ¿Eso es así?

–Bueno, es que era el segundo nombre de mi madre. Además, el nombre también surgió porque soy fan de la saga de James Bond y lo que bebían siempre era eso. Antes incluso empezábamos los conciertos con la sintonía de James Bond.

–¿Desde entonces ya trabajaba con su hermano?

–Antes tuve otra banda y ya luego se incorporó Rafa.

Viendo cómo cuida la estética en las fotos y conciertos, veo que le gusta la moda…

–En realidad no, no me gustan las modas que se llevan ahora, me gusta la estética y, sobre todo, lo retro de los años 60.

–¿También diseña su propia ropa?

–Sí, ya no tengo mucho tiempo pero sí.

¿Su hermano y compañía no se quejan cuando les viste?

–Sí que se quejan sí, estoy todo el día peleando con ellos (ríe). Pero les tengo las tallas pilladas y les compro yo las cosas sin preguntarles nada.

–¿Quién lleva los pantalones en el grupo?

–Rafa y yo. Él siempre se ha dedicado a la música y yo creo que me dedico a la música por él.

–¿Nunca han surgido polémicas en el grupo por estar con él?

–Claro, los dos somos los el macho alfa y la mujer alfa, tenemos mucho carácter, pero ahora ya no discutimos tanto.

–¿Qué anécdota recuerda con él en algún concierto?

–Muchas. Una vez, por ejemplo, veníamos de Budapest y sólo teníamos que hacer trasbordo para España, él siguió a la gente, se salió del aeropuerto, perdió el trasbordo y nosotros estábamos dentro del otro avión y veíamos que no entraba. Nos íbamos para España y no sabía dónde estaba mi hermano.

A los artistas siempre les gusta mezclar estilos… ¿Alguna vez se ha planteado introducir el reggaetón a sus canciones futuras?

–Si alguna vez nos sale del corazón, claro. Pero lo que me cansa es que ahora todo sea reggaetón, no estoy en contra. Lo hay bueno y lo hay muy malo, pero me hubiera gustado nacer en otra época.

–¿En cuál?

–En cualquiera anterior. Los 60', yo creo.

–¿Cuál ha sido la canción de su infancia?

–Canción no sé, pero el primer concierto sí que recuerdo que fue de Álex y Cristina en la Plaza de Toros de Málaga. También me gustaba Mecano, la de 'No hay marcha en Nueva York' fue la primera canción que canté en público en un concurso en un campamento de Unicaja en Sabinillas.

–¿También le gustaba el baloncesto?

–Sí, yo jugaba y también hacía gimnasia rítmica, pero ya luego me dediqué a las artes.

Su pareja fue jugador en Málaga, en el Clínicas Rincón en la LEB Oro…

–Jonathan Skjoldebrand, es mi marido, tenemos una niña de 5 años.

–¿Ya le ha contado cómo conoció a su padre?

–Nos conocimos en Málaga cuando él jugaba aquí, nos enamoramos y, como mi profesión es más flexible que la suya, me voy en invierno con él a donde esté jugando. Los veranos sí se viene él aquí.

Su hija va a ser bilingüe…

–Habla en inglés y español.

La expresión de 'hacerse el sueco' él no la conoce, ¿no?

–(Ríe) Sí, se lo he explicado yo todo y las expresiones malagueñas se las sabe ya todas. Incluso le enseñé trabalenguas para que aprendiera a pronunciar bien la 'r'.

Compaginando ambos mundos, ¿ha llegado a tocar con la banda en Israel?

–Hemos estado allí en Tel Aviv y fue genial. Te sorprende que no te conocen pero es un público muy agradecido, se interesan por ir a los conciertos.

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