Juanjo Martín, el malagueño que acabó tocando con Morat gracias a la Policía
Música ·
El teclista y compositor de Fuengirola vive su mejor momento como director musical de la banda colombiana y recuerda sus inicios con Pablo López y Efecto MariposaCristina Pinto
Miércoles, 23 de agosto 2023, 00:02
Caminaba solo por Lavapiés a las dos de la madrugada y la Policía le paró porque «sospechó» de él. Eso hizo que se entretuviese unos ... 15 minutos más y que se encontrase a un amigo músico que le contó que había una banda de Colombia que buscaba a un pianista. Dos días después estaba tocando con ellos, con Morat. Así es como una pequeña casualidad hizo que el malagueño Juanjo Martín conociese a este grupo en 2017 con el que ahora sigue como director musical y teclista y vive uno de los momentos más dulces de su carrera. Aunque esa pequeña casualidad no hubiese llegado a su vida sin todo el trabajo, esfuerzo y dedicación que este músico de Fuengirola ha tenido desde que era un niño. Esa, su vida, la cuenta a SUR sentado desde la terraza de El Pimpi justo enfrente del Teatro Romano, uno de sus sitios favoritos del Centro de la ciudad, según el mismo confiesa: «Además de música, estudié Historia, por eso estar hoy aquí ante este lugar hace que sea aún más especial».
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Lo dice con emoción y pasión, como cada una de las hazañas que recuerda desde que era pequeño cuando su abuela le regaló un pequeño piano de juguete. «Según me cuentan no paraba de jugar con él desde que me lo dieron y, claro, eso al final desembocó en empezar a estudiar en el Conservatorio, tener primeras bandas de colegas en el instituto y acabar tocando en locales; te ficha alguien conocido y vas escalando hasta que te ves en un momento dentro de una burbuja que no puedes salir», resume Juanjo Martín.
¿Su primera gran oportunidad? Con los malagueños de Efecto Mariposa, con quienes estuvo muchos años y a quienes conoció en un directo en la Sala Wenge: «Me vieron un día que tocaba allí con Pablo López y me reclutaron para su gira. Me dieron la opción de estar con ellos justo cuando estaban a tope con 'No me crees' y viví ese momento cuando tenía unos 24 años; para mí fue una oportunidad increíble ver cómo trabajaban. En ese camino fui conociendo a más artistas y avanzando en la música», recuerda el fuengiroleño.
Un sueño con Pablo López
Y fue así como empezó a cumplir otro de sus sueños que recuerda desear con Pablo López, al que ya conocía desde jovencito por los pasillos del Conservatorio y por tocar juntos en algún que otro local malagueño. «Siempre me gustó componer y cuando tocaba con Pablo (López) nos encantaba sentarnos a escribir, era un sueño de juventud hacer canciones para artistas en un futuro». Ahora ese sueño es una realidad y, además de formar parte de la banda Morat y crear para ellos, trabaja con Sony Music como compositor y sus canciones se han escuchado con Malú, Pastora Soler, Dvicio, Antonio José, Merche...
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«Un día vas tarareando en el coche y esa canción que se te ocurrió mientras bajabas Despeñaperros luego se la ves cantando a Malú», comenta aún impresionado sobre 'Secreto a voces', tema que compuso para la artista. También le impresionó escuchar a Pastora Soler cantar su canción 'Ya no siento nada': «Fue increíble sentir cómo cantaba el tema, ella fue una de las primeras artistas conocidas para la que compuse». Ahora sigue escribiendo canciones e incluso se atreve a salirse de la música en la escritura: «Estoy con una novela, pero a ver dónde llega eso...», confiesa.
Las oportunidades de Madrid
Entre todos esos pasos que ha ido dando en su carrera musical, la clave fue llegar a Madrid. «Cuando tenía unos 33 me fui a la capital en un momento ya avanzado de mi carrera pero me encontré mucho más al llegar allí. Madrid me atrapó porque me empezó a ir bien muy rápido: empecé a hacer música para cine con 'Toc Toc' (2017) y con 'Klaus' (2019)... Yo me preguntaba, ¿cómo ha pasado esto en tan poco tiempo?».
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No deja de componer, pero tampoco de viajar de una ciudad a otra de conciertos con Morat. Algo que puede llegar a resultar agotador pero apasionante a la vez. «Mi primer concierto con ellos fue en julio de 2017 y luego hasta un año después no volvimos a vernos para grabar otras cosas y ya continuar con ellos la gira. Son increíbles ellos y las vivencias: de repente verte tocando en Ciudad de México, Bogotá, Nueva York o Santiago de Chile es una pasada... Eso sí, pero más tiempo con ellos que con cualquier persona de mi vida», admite entre risas Juanjo Martín.
Cuando hace balance ahora asegura que ha conseguido «mucho más» de lo que su mente podía llegar a soñar. Ha pasado por tocar en un estadio para 50.000 personas y en un local para 50, «pero créeme, que las dos son iguales de increíbles», compara. Todo lo hace con pasión y se considera un «disfrutón», por eso quiere vivir cada momento del presente sin pensar mucho qué vendrá en el futuro: «Aunque ya llegados a los 40 te empiezas a plantear ciertas cosas...».
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Estos días está en casa, en su Fuengirola, viviendo unos días de descanso antes de asumir la última parte de la gira este año con la que viajará a más de 10 países desde octubre a diciembre. Allí mismo, en el escenario de Marenostrum pasó un concierto inolvidable este verano. Ahora disfruta del descanso junto a los suyos, sus padres Juanjo y Mari Carmen y su hermana Carmen María, además de sus amigos. Y del mar. Porque, aunque suene algo nostálgico, «simplemente con verlo, olerlo y escucharlo siento sensaciones que para mí son fundamentales». Luego ya le tocará volver a la carga y a seguir viviendo casualidades que, más que eso, son el resultado de toda una vida dedicada a la música
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