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Que la vida iba en serio uno lo descubre un viernes tarde cuando te cuentan que tu ahijado ha llegado más temprano que tú al primer día del festival Oh, See!. La criatura, todavía sin los diez, se pirraba por ver a C Tangana, del que conoce tres canciones e ignora todo lo demás. Entretanto sus padres, como otros muchos de hijos adolescentes o hasta bebés de pecho (con cascos protectores para los oídos, eso sí), también se apuntaron a los dos menús previstos este año por este festival en el auditorio municipal.

Comparado con el lleno de Vanesa Martín de este verano la casa parecía hasta cómoda para el festejo de esta extraña reunión. Allí hubo casi de todo: matrimonios modernos, solteros modernos, despedidas de ídem modernos, pandillas modernas, examantes modernos, compañeros de curro modernos, enmallados modernos. Por haber, hasta magos que invitaban a cerveza con limón (?) si veías sus trucos: no habrá otra manera de darle salida a las claritas. Un recinto sin pantallas gigantes, pero con mucho smartphone al aire. Sin etiqueta obligada, pero con mochilas endebles por doquier como para pasar el día de campo o guardar el chubasquero.

Una gran familia dispuesta a sortear la lluvia (que cayó, pero ya fuera de horario) y a hipotecar el descanso a costa del bailoteo variado. «Un popurrí de grupos hay aquí hoy», nos avisó un taxista. Lo de popurrí me da que no se estila mucho en lo 'indie', pero sin ser yo nada de eso, ni me atreví a rechistarle ni ahora me meteré en berenjenales crítico-musicales. Solo diré que Zahara me desmelenó con su reciente desmelene, que Tangana sonó muy reverberante, que La Casa Azul sigue molando o que Love of Lesbian retumbaron tronantes con sus himnos y cortinas venecianas. Ah, y que cené dos perritos muy ricos; o que me flipó que los 'tokens', moneda oficial de curso festivalero, sufran tanta inflación como los pesos argentinos. O también: que merece un aplauso la música que pinchó en los intermedios la gran Nita Deframe, con quien no hubiera importado danzar bajo la lluvia o hasta las claras del día.

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