Fali Torreblanca, de la Línea 3 de la EMT al escenario de La Trinchera

-Montó su primera banda con compañeros de la EMT, ¿cómo fue eso?

-Sí, mi antigua banda eran todos músicos de la EMT, compañeros, que como somos tantos hay de todo (risas), hasta magos. Con el proyecto nuevo la cosa ya iba más en serio, aunque siempre fue así, pero si quería hacerlo mejor me tenía que rodear de los mejores.

-¿Empezó en la música por tradición familiar o una inquietud personal?

-Me metí en una parroquia, en la Princesa, y allí tocaban la guitarra y aprendí con mis amigos. En la iglesia había músicos buenísimos que aún siguen en este mundo. A mí me gustaba mucho Luis Miguel, entonces ya empecé con mis composiciones, entré en el coro de la iglesia, me hice responsable del coro... Pero estudios de música no tengo, soy autodidacta.

-Espontáneo y sin pretensión de ser artista.

-Claro, me gustaba la música, pero nunca decidí nada ni me paré a estudiar. Ahora el tema de partituras o la propiedad intelectual me cuesta y he tenido que aprender un poco, aunque todo empezó como un juego de niños.

-Hubo un momento en el que vio que su música crecía más allá de sus amigos y sus familiares, ¿cómo fue?

-Creo que en 2014, cuando un compañero de la EMT, Alejandro Soto, me comentó que tenía un estudio en su casa y si quería ir a grabar un tema. Junto con Pablo Márquez, nos fuimos y le mostré una canción, le gustó mucho y la subimos a Youtube. En muy pocas horas se puso en más de 1.000 reproducciones, que eso para mí fue una sorpresa. Después seguimos grabando temas y salió mi primer disco en 2016, 'Ahora sé quien soy'.

-Después de tanto, ¿ahora sabe aún más quién es como artista?

-Sí, y he aprendido mucho de los músicos con los que me he rodeado. Se nota en las nuevas composiciones y en la forma de transmitir, yo me considero un compositor, me encanta escribir sobre el día a día de la gente. Por eso fue lo de la canción que hice del Alzhéimer. A mí el confinamiento me ayudó porque me dio margen a la hora de componer y grabar, y salió 'Abrázate conmigo'. Había que darle importancia a un abrazo, algo que antes veíamos como algo normal.

-Tiene músicos nuevos y llega esta noche a La Trinchera con varias colaboraciones.

-Sí, ellos hacen a Fali Torreblanca, gracias a ellos hoy soy quien soy. A La Trinchera voy con Rosa Linero y Rubén Fernández, dos de los mejores artistas de Málaga. Es un concierto 100% malagueño y me gusta llevar por bandera a los músicos de mi ciudad.

-Muchos artistas se quejan en Málaga de que no hay espacios para tocar, ¿le afecta a usted también?

-Los sitios están contados y si haces conciertos en salas no hay mucho donde elegir. Te arriesgas, y en los bares, donde se está más cerca de la gente, no hay muchos conciertos. Yo soy de Huelin y me gustaría que en muchos bares de por aquí se pudieran hacer acústicos, porque hay muchísimos locales. Yo tengo mi trabajo y no dependo de la música, pero hay músicos en Málaga que comen de esto y no tienen las oportunidades que deberían, porque se merecen eso y mucho más.

-¿Cómo le acogió el núcleo musical de Málaga?

-Muy bien, todos los músicos que han trabajado conmigo y los que no se portan muy bien. Me aconsejan mucho y para mí los músicos malagueños son todo, gracias a ellos estoy donde estoy.