Hombres G confirma en Fuengirola que es un fenómeno sin edad
El grupo madrileño ofrece en el festival Marenostrum el octavo concierto de su gira '40 años y seguimos empezando'
Nacho Carmona
Málaga
Domingo, 16 de julio 2023, 11:51
Alrededor de los viejos rockeros siempre han corrido leyendas. Que nunca mueren o que hacen lo que les viene en gana. Este sábado Hombres G ... confirmó ambas. Salieron al escenario a eso de las diez de la noche, media hora más tarde de lo estipulado, cuando el sol cayó definitivamente en Fuengirola. Si es verdad eso de que la experiencia es un grado y de que la edad es sólo un número, David Summers, Rafa Muñoz, Dani Mezquita y Javi Molina se doctoraron en esto de la música hace mucho tiempo. Como dice el nombre de su gira, '40 años y seguimos empezando'. Porque parece que para ellos cuatro décadas no son nada.
El concierto empezó en un pequeño bar, que podría ser Rowland, el suyo de siempre; en un pequeño escenario que al cabo de seis canciones acabaría desapareciendo. Bueno, dieron no. Dio. Salió sólo el batería Javi Molina, que se permitió el lujo de calentar las voces, las piernas y los brazos de las diez mil personas allí presentes al lento son de 'Venezia'. David, Rafa y Dani saltaron cuando rompió para llevar a la 'Generación G' hasta Italia, con un jersey a rayas, para pasar de la mafia y bañándose en la playa. «¡Buenas noches, Málaga! Estamos muy felices de estar aquí. Os vamos a cantar nuestra vida a través de nuestras canciones. ¡Lo vamos a pasar de puta madre!», exclamó Summers ante un público que con una canción ya lucía encendido.
El primer tramo del 'show' fue un viaje. En lo que dura una canción, la banda madrileña cambió el jersey de rayas por el turbante y el todoterreno para irse de expedición al desierto del Sahara, con sólo un polvorón y una bolsa con agua. A través de su música encarnaron a 'Lawrence de Arabia' para contar su historia en primera persona y con su particular estilo; aunque sólo fuese por un ratito.
Fuengirola acogió una tarde-noche de verano llena de colores y edades, en un concierto bañado por la nostalgia para algunos y de primeras veces para otros. Porque Hombres G es un fenómeno de todo tipo de quintas y generaciones. Ningún músico puede manejar los hilos de su vejez, y ellos han caído de pie con el paso de los años. Sus canciones, que son la bandera de toda una generación, hacen también de himno para quienes disfrutan de sus veinte. O de sus treinta. 'El ataque de las chicas cocodrilo' es uno de los máximos exponentes de ello.
Tres décadas después de asegurar por primera vez que nunca fueron los guapos del barrio, todos siguen dudándolo. Aunque claro, esta reflexión acompañada de música y acordes y viniendo de una banda que nunca tuvo reparo en poner nombre a sus canciones y en escribir sus letras carece de seriedad. La que nunca tuvieron en un escenario delante de sus fans.
Felicitaciones muy especiales
Seis canciones más tarde cambiaron de escenario. El pequeño bar en el que empezaron cantando fue sustituido por el escenario principal del recinto. Y en lo que cambiaron el decorado, una serie de felicitaciones de lo más especiales. Una decena de artistas, entre los que se encontraban Dani Martín, Manolo García, Los Secretos o Luz Casal felicitaron a Hombres G por sus cuarenta años de trayectoria a través de unos vídeos proyectados en las pantallas del gran escenario, con un público volcado e invadido por la nostalgia cuando veían las caras de quienes han puesto banda sonora a su vida a lo largo de estos años.
'Voy a pasármelo bien' abrió el segundo tramo del concierto. A modo de recordatorio, por si a alguien se le había olvidado el objetivo de congregarse allí. La velada se paró por unos segundos cuando David Summers se encontró varios sujetadores en la tarima. Una práctica que muchos creíamos extinta ya. Uno lució hasta el final del concierto colgando de la batería de Javi y otro en el micrófono de David. Quizá algunos se tomaron demasiado en serio la letra de 'Suéltate el pelo'.
Después de saltar, bailar y desfondarse al son de sus canciones más 'cañeras', turno para las 'baladitas' más icónicas. Hasta nueve seguidas se hicieron con el segundo tramo de la noche. «Nos estáis haciendo pasar una noche acojonante», expresó Summers cuando pasó el ecuador de su 'show'. Hicieron otro pequeño alto en el camino porque muchos otros artistas quisieron estar allí, a modo de vídeo, para desearles un feliz cuarenta aniversario. Ahora, turno para los Calamaro, Leiva, Loquillo, Luis Fonsi, Miguel Bosé, Alejandro Sanz o Bunbury. Y también para Joaquín Sabina, que para sorpresa de nadie provocó las carcajadas del público: «Nunca supe dónde estaba en 'punto G', pero si sabía quienes eran los Hombres G».
«Todo empieza en un bar», dijeron. Hasta dos canciones le han dedicado a su querido Rowland a lo largo de la historia. Se pararon por unos segundos para cantarle uno de sus últimos temas, 'La esquina de Rowland', asegurando que hay pocas cosas que se hayan mantenido intactas en estos cuarenta años, «sólo nuestro bar y Hombres G», bromearon.
A cinco minutos de la medianoche, los bises. Summers volvió al escenario para pedir, a las doce en punto, que Fuengirola se convirtiese en un mar de linternas para disfrutar de 'Temblando', en uno de los pocos momentos donde se vieron móviles en alto. Puede que en este aspecto sí viajásemos a los 90 por poco más de dos horas. Y cómo no podía ser de otra forma, el concierto tuvo su broche cantando, saltando y sacando los cuernos al cielo de Fuengirola con 'Visite nuestro bar' y 'Devuélveme a mi chica'. El fenómeno musical de Hombres G, digno de estudio, congregó a diez mil personas de diferentes quintas, edades y generaciones sin distinción alguna. ¿Tendrán ellos el secreto de la eterna juventud?
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